Los aplausos de público prosiguieron y Axel me rodeó con sus brazos para darme uno de sus cariñosos abrazos que tanto me gustaban. Su boca se acercó a mi oreja izquierda y me susurró:
-¿Sigues enfadada conmigo?
-Muy, muy enfadada.- Le aseguré mientras nuestras miradas se encontraban.- Tenemos que hablar de ese tema y lo sabes.
Antes que a Axel le diera tiempo a contestarme, la presentadora estaba pidiendo silencio en plató. Axel había vuelto a ocupar su trono y yo me encontré sola en la alfombra roja. Miré a Robert que me observaba con los ojos abiertos. Se estaba mordiendo su labio inferior y tenía sus brazos cruzados. Finalmente, miró a la presentadora y me señaló con su dedo índice.
-Esto sí que es un traje de socorrista.- Robert se acercó a mí.- Carolina necesito que te quites el pantalón.
-Prefiero no quitármelos.- Dije mientras retrocedía un paso.
-Esos pantalones estropean tu atuendo. Quítatelos, hazme caso.
Miré por un momento a Axel y él asintió con la cabeza, divertido. Normal que él quisiera que me quitase los pantalones ¿qué chico sería capaz de decirle a una chica que no lo hiciera? Volví a mirar a Robert y él esperó impaciente. Pensé en Max y en sus palabras que si fuera por él me obligaría a ir sin pantalones. Suspiré y antes de quitarme los pantalones delante de todos, me percaté en como mis mejillas se enrojecían con fuerza. Robert cogió mi mano y me dio una vuelta para que todos contemplasen mi cuerpo con el traje de baño.
-Esto sí que es una auténtica socorrista.
-Pues no sé qué tiene de diferente al mío.- Dijo Carla sin pedir permiso a la presentadora para hablar.- Lo único que su bañador le marca toda el papo, pero por lo demás, igualitos.
Ese comentario dicho con su acento gallego y gran velocidad, hicieron reír a todos. Miré de nuevo a Axel y me percaté que su mirada era fulminante, pero no por el comentario de Carla. Ni siquiera le estaba prestando atención al ataque de celos que había empezado a brotar entre el resto de las pretendientas. Estaba mirando a las gradas, exactamente a Leo. Fue entonces cuando me di cuenta que Leo me estaba mirando descaradamente con los brazos cruzados y con el semblante pensativo. Sus ojos marrones me pusieron todavía más nerviosa e intenté alejarme un poco de las gradas, volviendo al centro de plató.
Ahora no solamente estaba hablando Carla. Andrea también se había sumado a la discusión mientras Melanie permanecía callada y mirándome con cara de asco. Está comprobado: estas chicas me odian.
-A ver, profesionales de la moda. Si de verdad tuvierais un poco de cultura sabríais que el traje de baño que está luciendo Carolina es el mismo que llevaba Pamela Anderson en la serie “Los Vigilantes de la Playa”. Incluso lleva el icono que tenía su traje.- Robert señaló el dibujo amarillo que había encima de mis caderas.- Y no solo es eso: también su pelo. Lo luce desarreglado, rebelde, tal y como lo llevaba esa modelo y actriz con la que todos los hombres han tenido una fantasía sexual. Por eso, Carolina, tienes un nueve.
Al escuchar mi nota me quedé estupefacta. Le di las gracias a Robert y nos dimos dos besos. Anna dio paso a Leo y a Lucas –los dos Canarios- para que comentasen mi actitud. Ambos me dieron un diez, y cuando Anna preguntó el motivo, fue Leo quién habló.
-Bueno, Anna. Solo hay que verla.- Leo me señaló y aprovechó para ojearme de los pies a la cabeza otra vez.- Es una socorrista de los pies a la cabeza y cualquier chico le gustaría tener una playa aquí al lado para ahogarse y que ella lo salvará.
-¿Para qué te salve a ti, no?- La voz de Axel impactó contra mi nuca. Él se había levantado y se había puesto a mi lado con los ojos cruzados.- Que mala suerte que ella prefiera rescatarme antes a mí que a ti.
