Capítulo 27: sexy

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Definitivamente, había un amor-odio respecto a mis fines de semanas. Me gustaban por qué me daban una estabilidad: por las mañanas salía a correr e iba a la protectora de animales de voluntaria y por las tardes trabajaba como maquilladora en diferentes eventos de moda. Era una rutina que me encantaba y siempre encontraba tiempo libre para pasarlo con mi alocada madre que tenía altibajos muy particulares.

Como por ejemplo, este fin de semana, mi madre y yo estuvimos viendo programas del corazón hasta las tantas de la noche. Personalmente, no me gustan esa clase de programas -lo sé, sé que estoy en un programa de amor, pero es por Axel, así que no tiene nada que ver-, pero verlos con mi madre era algo muy distinto. Cada cinco frases que decía alguien del programa mi madre tenía una ocurrencia divertida que decir sobre la ropa estrafalaria de los colaboradores o de los dientes de castor que tenía el presentador. En definitiva, no cambiaría esos fines de semana por nada del mundo.

Pero luego, está la añoranza. Obviamente he echado en falta la presencia de Axel, sus ojos verdes y esa risa que provocaba un cosquilleo en mi estómago. Pero oficialmente, este ha sido el primer fin de semana que lo he extrañado demasiado. Según dice mi madre, hay varias fases de "enchochamiento" con una persona. Según ella me encuentro en la fase de que todo me recuerda a Axel, y con todo, me refiero a todo. Quizá veo a un viejo con una barba canosa de tres días y me acuerdo de la barba de Axel cubierta de crema en nuestra última cita. O a lo mejor, veo en el escaparate de una zapatería unas alpargatas y me acuerdo de sus alpargatas de flores y azules que tiene mi tronista.

En resumen: según la doctora Jimena Blanch, estoy totalmente enchochada de mi tronista.

El domingo por la noche como siempre vuelvo al piso de Max con varios looks para llevar tanto en mis posibles citas como en los platos. Además, el sábado recibí una llamada de Lucía que me anunciaba que el lunes tendría que desfilar. La idea me pone nerviosa antes de que me diga de qué trata el desfile, y por supuesto, después de decirme que tengo que venir "sexy" para mi tronista, me pone los pelos de punta. Después de que terminase de hablar con Lucía, llamé prácticamente al siguiente segundo a Max, histérica pérdida.

Él me pidió calma y me prometió que conseguiría el vestido "más jodidamente sexy del mundo entero". La idea de llevar un vestido sexy no me gustaba nada. Para empezar yo no era una chica sexy. Era una chica con pocas curvas, que siempre le gustaba vestir cómoda y que odiaba los tacones. ¿Cómo narices se suponía que iba a ganar el desfile? Después pensé que en el último desfile que ganó Carla, ella consiguió una cita sin testigos.

Ahora más que nunca, tenía que ganar.

Por supuesto, Max no me dejó ver el traje que había conseguido para mí durante ese fin de semana y eso me puso todavía más irritante. Él me ofreció una tila, pero yo le dije que se la tomase él por qué el inaguantable era él. Por la noche hablé por teléfono con Erika. Ella estaba estresada respecto con la próxima final de Jairo. Ella me aseguraba que Jairo la escogería a ella, yo le pregunté si él se lo había dicho, pero ella me había asegurado que no hacía falta que lo hiciera.

De nuevo, sentí pena por Jairo. Era triste ver como el amor no es correspondido y todavía peor cuando uno cree que sí que es correspondido y en realidad no lo es. Le pregunté a mi mejor amiga que iba a hacer y ella simplemente se estresó todavía más. Me hubiera gustado ayudarle al igual que ella me ayudó a mí con mi falsa confidencia. Si no hubiera sido por Erika estoy segura que Axel y yo no estaríamos tan bien como lo estábamos en ese momento.

Pero su caso era mucho más complicado que él mío, así que simplemente me limité a tranquilizarla y no a decirle lo que tenía que hacer. Básicamente le diría que fuera sincera, que dijera que ha dejado de sentir y que se marchase del trono de Jairo a las puertas de la final. Creo que sería lo justo para todos aunque Jairo sufriría de todas formas. Pero estaba claro que Erika no iba a abandonar el trono de Jairo, no si eso significaba perder la oportunidad de ser tronista.

El diario de una pretendientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora