Capítulo 40: rápida y sin previo aviso

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¿Sabes esa sensación de cuando tu corazón late tan fuerte que lo escuchas retumbar incluso en tu cabeza? Así me encontraba yo. Realmente no comprendía por qué estaba nerviosa. Había estado en ese plató de televisión rodeada siempre de las mismas personas un montón de veces. Pero por otro lado nunca me había encontrado en la situación en que mi mejor amiga estaba utilizando y chantajeando al chico que quería solo para conseguir el trono.

Por otro lado estaba mi actitud. ¿Cómo se supone que debía de actuar delante de todos? ¿Cómo una chica despechada, dolorida o que ya había superado esa traición? Aunque escoger cual de todas debería de ser mi reacción no era el mayor de mis problemas, sino demostrarlo. Básicamente por qué era la chica más transparente de todas. No obstante, tengo que decir que mostrar mi odio hacía Erika no me costaría nada. Pero con Axel... la cosa se complicaba.

-Me han dicho que Carolina ya ha llegado.- Escuché la voz de Anna resonar por los amplificadores del plató.- Genial, cuando quiera, que entre.

Di por entendido que esa era mi señal. Siempre había entrado a plató por la puerta de las pretendientas, teniendo que desfilar por las escaleras y por la alfombra roja que había hasta llegar a los tronos. Pero esta vez, Lucía me había conducido hasta el fondo de plató, de donde salían los tronistas al principio del programa. 

Finalmente, cogí aire y comencé a mover mis piernas hasta entrar en el foco de las cámaras. Noté como todas las miradas se dirigían hacía mí, aunque ninguno de los dos tronistas se giró para verme, solo las asesoras del amor. Tan cotillas como siempre. Pasé por el lado de Maya y justo en ese momento ella se levantó. Me sorprendió que ella se acercase a mí para darme dos besos.

Mientras me acercaba a Melisa para también saludarla con dos besos, me percaté que habían puesto una música de tensión y que nadie había aplaudido mi entrada. La gente estaba demasiado ocupada en no perderse ningún detalle para perder el tiempo en chocar sus manos continuamente. Cuando terminé de saludar, me coloqué en el centro de plató y miré a la presentadora.

-Buenos días, Anna.

-Buenos días, Carolina. ¿Cómo estás?

-Bien, mejor que hace un par de semanas.

-¿No os habéis saludo, verdad?

-No.- Dije mientras me daba la media vuelta y por primera vez -en plató-, Axel y yo cruzamos nuestras miradas. Él estaba más sorprendido de lo normal y eso des del primer momento me hizo vacilar ante mi pensamiento sobre que Axel era quién me iba a proponer algo.- No tengo ningún problema en saludarle.

Axel se levantó de su trono y se acercó a mí. Por un momento pensé que iba a abrazarme, pero se contuvo y solo nos dimos dos besos. Enseguida volvimos a crear entre nosotros un horrible espacio que deseaba romper. Hacía nueve días que no le veía y lo único que quería en ese momento era sentir sus brazos rodeándome y alejándome de todo este mundo.

-¿Y a Erika no la saludas?- Preguntó súbitamente de nuevo la presentadora.

-No.- Mi voz sonó cortante.- Ni pienso saludarla.

Mis palabras tan fulminantes crearon una tensión más intensa de la que ya había, pero por suerte allí estaba Maya, lista para poner siempre algo de comedia y tranquilizar el ambiente. Ella se levantó y me cogió del brazo, arrastrándome hacía la zona donde estaban situados los tronos.

-¡Ay, Carol! Qué maleducados que somos. No te hemos presentado al nuevo tronista. Mira él es Jordan y nos dijo que le había gustado tu paso como pretendienta en el trono de Axel. Así que si te interesa puedes sentarte en su bando como pretendienta.

Tanto Jordan como yo nos reímos y pude notar que ambos desprendimos una risa nerviosa. Él también se levantó de su trono y nos dimos dos besos. Aunque, él volvió a ocupar su trono y yo volví a acercarme a Axel. Estaría bien darle algo de celos a Axel, pero bastante mal lo está pasando para encima por mi parte empeorarlo todo.

El diario de una pretendientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora