La propuesta.

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Ya cuatro días han pasado, desde que Eduard tomara su puesto como el rey de Arlequia, él, técnicamente ha estado sobrellevando la situación, afín de cuentas solo se ha estado enterando de la situación del reino, y aún no ha decretado nada, pero en su mente hay algo más que los asuntos del reino. La noche de la coronación, Giliam dio una carta en un pergamino a Eduard, la carta decía, "En cinco días te espero en la isla de Gallil, en el mar de Giliam, tenme confianza y no vengas con nada más que una escolta pequeña". Claramente Eduard no tenía demasiada confianza en Giliam, pero él estaba decidido a zarpar hacia esa isla, al día siguiente.

Esa noche, como todos los días, los soldados hacían intercambio de turnos, unos suplían los puestos de los que habían estado todo el día cuidando las murallas del palacio. Entre los que acababan su turno, había un joven, un joven soldado con el aprecio de sus superiores, este, se dirigía, tranquilamente hacía el cuartel; pero, lo que no sabía, era que una sombra lo seguía en la oscuridad de la noche.

Un Maguz encapuchado, vigila desde lo lejos y oscuro, en lo alto de una casa, tal parece, que de alguna forma, persigue al muchacho; este lo sigue, tele transportándose de un punto a otro. Lo sigue misteriosamente hasta que el joven llega al cuartel, en donde, entró a su lugar de descanso. Mientras Maguz lo observaba, un pequeño suspiro de dolor brotó de sus labios, y de forma tranquila, levantó la manga de su túnica, dejando ver grietas de color azul en su muñeca. En ese momento, el joven sintió que lo perseguían, por lo que volteo hacia atrás; pero, al parecer, no había nadie, desconcertado el joven volvió a su labor.

A la mañana siguiente, Eduard, ordeno a sus hombres que prepararan su dragón, y pidió a Farcol que lo acompañara.

— ¿A dónde se dirige su majestad? discúlpeme usted pero, me hubiera avisado con tiempo. — Preguntó Farcol bastante intrigado y preocupado.

— Solo es un asunto personal. — Respondió el rey. — Volaremos hasta el puerto de Cruz Vera, donde tomaremos un barco hacia el mar de Giliam... ¡¿Dónde está mi mago cuando lo necesito?!

— Recuerde que mi mente está conectada a la de usted... cuando usted me requiera, ahí estaré. — la voz de Maguz se escuchó desde la nada, solo para después, aparecer de forma espontánea, en una flama azul, a lado del rey, con su báculo en mano. —Yo no aceptaría la propuesta del rey Giliam si fuera usted.

— Tú no eres yo, así que ven conmigo por favor. — Le suplicó discretamente el rey.

— Lo veré en Cruz Vera, le preparare todo para que partamos lo más pronto posible.

Eduard, reconoció la propuesta de Maguz, este último, desapareció en una bola de fuego azul; mientras que Farcol y Eduard se fueron en dragón a el puerto de Cruz Vera. Arlequia no es un reino muy grande, es el más pequeño de los veinte reinos, apenas lo suficientemente grande como para recorrer todo el reino en solo días; horas si es que se hace el viaje en dragón, por lo que, no tardaron más de dos horas en llegar a el puerto, donde el barco ya estaba listo para zarpar. Eduard y Farcol descendieron de los dragones, presentándose frente al amo de la provincia; este, le proporciono al rey los mejores marineros, y escolta. El barco real estaba en el agua con sus ocho velas guardadas. Eduard solo le agradeció al jefe, y junto con Farcol subió al barco, donde ya estaba Maguz.

— ¿Cuánto nos tomara llegar al mar de Giliam? — Pregunta Eduard.

— Como ocho horas. — Responde Farcol con voz tranquila.

De un instante a otro, el barco zarpo, encaminándose así por el mar de Arlequí para llegar al mar de Giliam. Cursando por tempestuosas agua, llegaron al mar de Giliam, cuando el sol estaba cerca del ocaso. Se situaron diez kilómetros lejos de la isla, y Eduard, junto con Farcol, Maguz y unos cuantos soldados, se dirigieron en dragones hacía la isla. Al llegar a la misma, fueron bien recibidos por los guardias del exterior, antes de entrar a un palacio muy grande, fueron guiados por tres guardias hasta la alcoba del rey. Los guardias, detuvieron a todos antes de entrar a la alcoba, posterior a eso, indico que solo Eduard, Maguz y otro más podían pasar. Maguz, Eduard, y Farcol entraron a la alcoba, una gran alcoba con un techo bastante alto, y demasiado espacio. Al entrar, vieron a Giliam sentado, con ropas bastante cómodas, con una copa de vino en su mano, mientras que su mago real, permanecía al lado de él de pie.

— Bienvenidos a mi palacio de descanso, pasen tomen asiento, en los sillones que están ahí, eso pónganse cómodos. — Invitó un tranquilo y amigable Giliam, con voz bastante apacible.

Giliam los sentó justo en frente de él, en un sillón bastante amplio; Fremian solo se concentraba en una cosa, estando en pie, miraba egocéntrica mente a Maguz, el cual, al percatarse de esto, se molestó, poniendo su ceño fruncido; pero, solo eso, Farcol, solo se quedó viendo a los dos, percibiendo la enorme tensión que había entre ellos dos, con temor latente de que se armara algo más que miradas provocativas.

— Tu eres un gran chico. — Menciona Giliam mientras les ofrece algo de beber. — Un gran hombre, y por lo tanto, creo que serás un muy buen rey. — Giliam bebe de su copa. — Quiero preguntarte algo... ¿Estarías dispuesto a dar los que sea, para asegurar la supervivencia de tu reino?

— Es lo que un rey tiene que hacer. — Responde Eduard con seguridad. — Las mejores decisiones siempre son las más difíciles.

— Hace tiempo, te dije que esperaba que fueras de mente abierta... ¿Qué me dirías, si yo te digo, que el fin de los reinos, está cerca, y que solo dos, podrían salvarse de esto? — Giliam se levantó de su sofá, y comenzó a caminar por la habitación.

— No entiendo a qué te refieres, — Expresa el arlequi confundido.

— Hablo de una guerra, entre todos los reino, y... nosotros... dominaríamos el mundo conocido... los únicos dos reinos en todo el mundo conocido.

— ¡¿Pero qué estás diciendo?!

— Piénsalo bien, yo te necesito, necesito a Arlequia a mi favor, tu reino se encuentre en medio de los más importantes; el mío, que es el segundo más grande del mundo, Groked, el reino más grande del mundo... piensa antes de actuar... si te me unes, dominaremos todo... pero si no... Te enfrentaras a la aniquilación.                       

Arlequia. ( La guerra entre tres reinos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora