Arlequia. ( La guerra entre tres reinos)

La pesadilla de Tridiant.

Una escena terrible se planteaba a las afueras de la muralla, los maestros y los caballeros pesados eran masacrados. Uno de los caballeros pesados, fue confrontado por varios magos, este preparo su hacha, y se dirigió a ellos, los magos lanzaron todas sus ráfagas al caballero, su armadura pesada, retenía las ráfagas; pero poco a poco, esta se iba abollando, logro matar a cinco magos, hasta que termino en el suelo sin vida. Sin catapultas ni cañones que los cubrieran, los soldados se encontraban expuestos. Después de recorrer todo el valle con éxito, Giliam, bajo de su caballo, camino sobre los cadáveres de los Arlequíes, matando a todo el que se le ponía en frente, con ayuda de los magos, Giliam entro al interior de la muralla, después de sobrepasar a los soldados, Giliam subió las escaleras junto con otros soldados. Los soldados, arqueros, novicios y magos que se encontraban sobre la muralla, quedaron sorprendidos ante la enorme masacre que se estaba haciendo. Pronto la puerta de la muralla se abrió violentamente, de esta salieron demasiados soldados Giliumnitas. Los soldados de la muralla, desenvainaron sus espadas, y se enfrentaron cuerpo a cuerpo contra los enemigos.

Los arqueros comenzaron a desconcentrarse, disparando a los soldados de la muralla y a los soldados del valle, al igual que los novicios y magos. Giliam, pudo ver a lo lejos al estratega Frank, Giliam dio una sonrisa, mato a los soldados que le hacían frente, y se dirigió a Frank.

— Estratega Frank... — dijo Giliam bastante altanero — ¿Cuánto tiempo sin vernos?

— Señor Giliam... — el estratega le respondió — ¿Por qué no mejor nos dejamos de sermones y nos matamos de una vez?

— Para ti soy un rey.

— No... Una escoria como tú no merece ser llamado rey... mire a su alrededor... ¿Esto es lo que un rey cuerdo haría? no te encuentras bien... tu madre estaría muy decepcionada de ti.

— ¡No te atrevas a mencionar a mi madre!... — después de ese arranque de ira, Giliam trato de calmarse — ahora, tu morirás, al igual que esta ridícula muralla y, que este exasperarte reino.

Giliam tomo la espada de uno de los soldados muertos, y confronto a Frank, el cual solo tenía una espada, este se defendió como pudo. A pesar de las estrategias del estratega, no podía confrontar a Giliam, el cual, lo superaba en capacidad de combate, primero le hizo una cortada en el pie de Frank, este último, en un movimiento bien coordinado, logro abrir de nuevo la herida que tiempo atrás un joven Arlequí le había hecho en la mejilla. Giliam, solo lamió la sangre de forma sádica, y dio una sonrisa perturbadora, para después siguió con la batalla. Pronto la astucia de Giliam hizo que lograra quitarle la espada a Frank, dando oportunidad a que Giliam enterrara sus dos espadas en su pecho.

— Eres patético, aunque debo reconocer que pocos duran en un combate conmigo... — Giliam se le acercó al oído antes de dejarlo caer — salúdame a mi padre en el infierno.

Giliam saco las dos espadas del pecho de Frank, tirándolo por el borde de la muralla; este cayó quince metros hacia abajo, cayendo en frente de algunos de los maestros Arlequíes. Estos miraron el cadáver del estratega, después miraron hacia arriba, viendo como Giliam los miraba, Giliam tenía un aspecto atemorizarte, con su ropa y rostro lleno de sangre.

— ¡No quiero ningún sobreviviente! — advirtió Giliam a todos sus hombres.

Los soldados agacharon las cabezas, pero después, apretaron el mango de sus espadas, y se colocaron en posición para pelear. Lo último que los soldados vieron, fue como una horda de soldados se dirigía hacia ellos. A pesar de sus enormes bajas, una vez más Giliam lo había logrado, había tomado la muralla de Tridiant, masacrando a dos mil soldados. Estando sobre la muralla, Giliam miro hacia el sureste, pero una colina le perturbaba la visión, en ese momento, atrás de él, apareció Fremian.

— ¿Su majestad, le ocurre algo? — preguntó el mago a su rey.

— Solo pienso... — contestó Giliam — dile a Hemit que organice a todas las tropas, y dile que al fin le daremos su dichoso descanso a sus soldados... Fremian... ve con el elfo a la torre de Gorfant en Giliam... no es seguro que permanezcas aquí durante el conjuro, llévate contigo a cinco mil soldados para que te resguarden... nada puede salir mal.

— ¿Quiere que inicie ya?

— No... Aguarda a la madrugada, la noche esta por caer, solo descansa.

Fremian solo hizo una reverencia y se retiró, Giliam permaneció en el mismo lugar, él sabía que Eduard no descansaría hasta que él estuviera muerto, él sabía que, detrás de la colina del sureste, podría aparecer el ejército Arlequí en cualquier momento.

En el palacio Arlequí, todos los líderes entraron a la sala del consejo, junto con el rey Eduard, Eldaí, Dartañan, Maguz y Krafdal, todos con un solo propósito, salvar al reino, de una inminente destrucción.