Arlequia. ( La guerra entre tres reinos)

La intención.

Varias semanas después de la batalla de Tridiant, en el reino de Giliam, lo último que se puede ver es como el enorme palacio Giliumnita cae por los bordes de un acantilado. Los arlequíes habían llegado a la capital, y con la ayuda de cañones y dragones, derribaron el palacio de Giliam, el cual estaba ubicado al borde de un acantilado. Pero antes de que eso acontezca, un mago se tele transporta desde la biblioteca del palacio hacia un lugar desconocido.

En el reino de Groked, Régiliam, el rey del mismo, se encontraba sentado en un lugar desconocido, un lugar que parecía un cuartel bajo tierra. A lo lejos se podía ver como el recinto era iluminado por la luz de la lava. En ese momento, un mago hizo su aparición en el recinto, haciendo que Régiliam se levantar de su asiento.

— ¿Lo encontraste? — preguntó entusiasmado el rey de Groked.

— Sí... — respondió el mago recién llegado, mostrando lo que había encontrado — el diario personal del rey Giliam... no se imagina las atrocidades que hay en ese libro... — Jalop, como se llamaba el mago, entregó e diario a su rey — los Arlequíes llegaron a la capital.

— No hay problema... — Régiliam comenzó a leer el libro — afín de cuentas, están es todo su derecho, tenían razón... quedé como un idiota ante la cámara de los reyes...

Régiliam comenzó a caminar por toda la habitación, seguido por su mago real.

— Lo tengo... — Régiliam detuvo su avance de golpe — aquí esta... Giliam lo había descubierto.

— ¿Qué cosa? — preguntó Jalop con intriga.

— Giliam sabía que en Arlequia se encontraba el cristal mágico de Abdoria... lo cual me dice... que la profecía es real... — Régiliam cerró el diario de golpe — el reino que tenga en su poder el cristal de equilibrio, dominara todo el mundo conocido... eso es algo que no puedo permitir... destruiría toda la vida como la conocemos.

— ¿Qué hará, invadirá Arlequia?

— No, eso me haría perder mi posición ante lo los reyes... creo que será mejor esperar, en alguna parte de Arlequia se encuentra ese cristal... tarde o temprano, todo el mundo lo sabrá, y la búsqueda por obtener ese poder comenzar... por lo mientras nos prepararemos... evitaré a toda costa que esa profecía se cumpla, aun así tenga que destruir Arlequia... para siempre.

Régiliam se acercó hacia el borde se lo que parecía ser un pedestal, y miro hacia abajo, donde había una especie brea, como si estuviera en un estanque; de repente, una mano y una cabeza de Norkot salió de la brea, dando un rugido ensordecedor.