Confianza.

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La mañana se acerca, y el cuartel del bosque, donde Maguz y Krafdal duermen, se empieza a iluminar, pero, antes de que Maguz despierte, Krafdal, comienza a levantarse, empieza a tomar sus cosas, y se encamina a la salida del cuartel. El joven, logra salir del cuartel, y se va con intenciones de llegar a la capital.

El cuartel, se encuentra ubicado en una pequeña hendidura en el relieve del bosque, por lo que Krafdal tiene que subir una colina si quiere entrar al bosque. Cuando Krafdal comienza a llegar a la sima de la pequeña colina, algo extraño pasa, apenas llego a la sima, en frente de él, volvió a ver la misma pendiente que él hace unos segundos acababa de subir, y en consecuencia, el cuartel de los magos; confundido, dio la media vuelta, y comenzó a caminar, pero nuevamente, volvió a ver la misma pendiente, y el mismo cuartel. Krafdal comenzó a desesperarse, y comenzó a correr hacia el interior del bosque, pero el resultado era el mismo, sin importar a donde volteara, o a donde iba, ahí estaba el cuartel, hasta que en una de sus vueltas, por fin logro ver el bosque en frente de él.

— ¿Vas a algún lado? — Maguz apareció detrás de Krafdal, provocando un fuerte grito de este último.

— ¡Me lleva! ¡¿Cómo es que usted?!... — Krafdal comenzó a recuperar el aliento.

— El bucle de la realidad, no importa a donde mires, siempre llegaras al mismo lado, muy utilizado para hacer que los enemigos pierdan la cordura, solo puede ser roto por el mago que lo invoco.

— ¡¿Tú lo hiciste?!

— Creí que era obvio. No puedes escapar de mí, tu destino es ser un mago real...

— ¿Sabe qué? no me interesan sus charlatanerías, apenas y logro crear una pequeña esfera de plasma, y eso fue porque usted me dejo por dos horas acostado en una fosa de lava caliente, según para que serenara mi mente, ¿Pero sabe qué? ¡No serena mi mente, solo me frustre más, así que gracias, yo me largo! ¡Mago Chiflado!

— Es fácil rendirse, si te vas, los seres de la otra dimensión te encontraran pronto.

— ¡Vallase a la otra dimensión, y me saluda a su abuela! si me tratara con más respeto tal vez me quedaría.

Maguz algo molesto, chasqueo sus dedos, y de un momento a otro, Maguz estaba enfrente del chico.

— ¡¿Sabes porque te elegí?! te elegí — El mago se acercó más y más al joven — porque aparte de ser el único que reúne el noventa por ciento de los requisitos, tu estas destinado a convertirte en mago real, la magia fluye en tus venas, no quiero que te desvíes del camino, tienes un enorme potencial mágico, el cual, si cae en la manos equivocadas podría ser muy peligroso, tu...

En ese momento, Maguz agacho la cabeza de Krafdal, y el la movió a la derecha, esquivando una flecha negra.

— ¡¿Qué rallos?! — Preguntó Krafdal bastante asustado.

— Escúchame, son Norkots, ellos, persiguen la magia, y creo que vienen por ti.

— ¡¿Qué está diciendo?! ¿Qué no los Norkots estaban extintos?

— No todos... ahora, toma tu espada, y si puedes, usa el plasma, y te cubriré... ten cuidado, los norkots soporta muy bien los ataques mágicos.

Krafdal tomo su espada y se preparó para pelear, los Norkots, criaturas repugnantes, mitad hombre lobo y mitad Orco; una cruza entre una mujer lobo y un orco creó a estas criaturas hace cientos de años, estas, a pesar de tener inteligencia, se guían más por su instinto cazador. Uno de los Norkots tomó su hacha, y se abalanzó contra Krafdal, el cual, se cubre, y responde el golpe.

Otro de los Norkots, se dirige a Maguz, pronto, diez Norkots más aparecen, Krafdal mata a dos, pero el tercero logra lanzar la espada de Krafdal lejos de su alcance, Krafdal, se ve obligado, tanto por la situación como por Maguz, a usar el plasma, lanzando una esfera grande, la cual tira al Norkot; pero esa, solo le quema un poco de pelo, y se levanta, Maguz trata de ayudarlo, pero otros le perturban el paso; caminado erguida mente, las bestias comienza a asechar a Krafdal, este, ve su espada a lo lejos, e inconscientemente, hace que esta llegue a su mano.

Su espada, comenzó a emitir una luz azul, el Norkot, trata de herirlo con su espada, pero con su espada Krafdal se cubre, generando una explosión, la cual manda a volar al Norkot; pronto, de la espada de Krafdal, lanza diversos rallos de plasma, los cuales matan a varios Norkots, el resto de ellos, se ven obligados a huir. Poco después, la espada de Krafdal, deja de emitir luz.

— ¿Estás bien Maguz? — El joven ayuda a Maguz, el cual se había tirado al suelo para evitar los erráticos rayos de la espada de Krafdal.

— Si... — dice Maguz mientras ríe levemente — ¿No que no podías dominar el pasma?... eso fue increíble, te diré una cosa, cuida tu espada, ahora, has desarrollado un vínculo especial con ella, cuídala bien.

— ¿Especial?

— Si, en ocasiones, los magos hacemos vínculos con ciertos objetos.

— ¿Algo parecido te paso a ti?

— Si, con mi báculo... nunca había visto que pasara con una espada... como sea... ven, te llevare a un lugar más especial que este, quiero que domines el poder de los murciélagos... por cierto... te lo agradezco.

Por primera vez, Krafdal había contemplado una sonrisa en el rostro amargado de Maguz, este, le transmitió confianza, y seguridad, Krafdal sentía, que estaba ganando parte de la confianza de Maguz, esto lo motivaba pare continuar con su duro aprendizaje.

Arlequia. ( La guerra entre tres reinos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora