23.- CHERRY BOMB

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Kun escuchaba los susurros bajos de Cho MiYeon y la veía transcribir sus apuntes rápidamente, utilizando diferentes colores para resaltar los apartados más importantes y post-it para guardar los detalles que Kun señalaba y los profesores solían olvidar o daban por sentado que los alumnos sabían. Verla era casi placentero, tan metódica y pulcra como el mismo Kun, tal vez se debía a que él le había estado ayudando desde que comenzó a estudiar en esa universidad.

—Minnie me dijo que a tu hermano le gustó el cupcake —comentó MiYeon mientras estiraba sus brazos y hacía crujir sus articulaciones.

—¿Ella se lo entregó?

—Sí, dijo que estaba haciendo hora afuera del departamento de artes cuando lo vio salir del auditorio antes de que acabaran las clases—. MiYeon le dedicó una mirada brillante, pero triste al mismo tiempo.

—Deberías dejar de enviarle cosas —aconsejó sin que ella se lo pidiera—, eres una chica demasiado bonita como para estar estancada con mi hermano.

—¿Estás diciendo que no lo merezco?

Kun negó con la cabeza y le sonrió. MiYeon era una de las pocas chicas con las que conversaba y en un comienzo fue debido a que ella lo quería utilizar para acercarse a SiCheng, pero con el tiempo se volvieron más cercanos, compartiendo no solo apuntes, si no que una linda casi amistad. MiYeon era la que le envidaba pasteles a SiCheng, Kun le sugería algún sabor que al menor le podría gustar y le ayudaba con los versos que él mismo escribía en los post-it. Al principio se sintió cruel y culpable por aprovecharse de esa manera de los sentimientos de la chica, seguro de que SiCheng siempre comprendería que era él y no ella quien enviaba esos regalos, pero la muchacha era consciente de las preferencias del menor y de su relación con Yuta.

—En realidad, es él quien no se merece tus sentimientos —confesó tan sincero como le fue posible—. Él no sabe apreciar tu buen gusto en pasteles.

MiYeon soltó una risa melódica y negó con la cabeza.

—Es un poco de costumbre, ¿sabes? Pasar tiempo contigo eligiendo sabores y los versos perfectos para después verlo disfrutar de algo que no significará más ni para él ni para mí es bonito.

—Definitivamente eres demasiado noble. De cualquier forma, me gusta que SiCheng sepa que hay alguien más acá afuera que lo aprecia.

—¿No te gusta tu cuñado? —preguntó ella con una mirada traviesa, jugando con un bolígrafo con forma de flamenco cuando hubo decidido que estaba bien con los apuntes que ambos habían tomado y podría estudiar con ellos para su siguiente examen.

Kun se encogió de hombros y le permitió asumir su respuesta favorita.

—Hubiese preferido que tú fueras mi cuñada.

La chica soltó una risa estridente y escuchó los susurros de la bibliotecaria para que guardaran silencio. En su hora libre, ambos habían decidido utilizar el tiempo muerto para adelantar sus lecturas e intercambiar información. Al ser una clase que no compartía con TaeYong y Johnny, Kun no se preocupaba demasiado por estudiar, hacía lo suficiente en casa, pero había encontrado en MiYeon una compañera de estudios perfecta, ella intercalaba conversaciones sobre las materias con preguntas sobre su vida y SiCheng. Era divertida y no lo presionaba cuando Kun no estaba de ánimos para conversaciones triviales.

—Apuesto a que sí. Escuché que recibiste una oferta de parte de los Nakamoto.

Kun había comenzado a guardar sus cosas y detuvo todos sus movimientos cuando escuchó aquel comentario.

—¿De qué estás hablando?

—Vamos, todos lo saben—. Kun enarcó una ceja, él no tenía la más remota idea de lo que estaba diciendo—. Probablemente no lo sepas, pero el Grupo Nakamoto recibe a un estudiante graduado de nuestra carrera cada año. Siempre eligen al mejor y ¿quién podría negarse? —MiYeon sonrió e inclinó la cabeza, como queriendo compartir un gran secreto con Kun—. Todos dicen que eres el mejor candidato.

Rappelle toi que je vis [WinKun/KunWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora