18.- HOMECOMING FAIRY & PRESIDENT CHENLE

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En su torpe huida, ChenLe se tropezó con una roca y golpeó un pequeño muro que separaba la acera del edificio, provocando que varios carámbanos que algún inconsciente olvidó quitar de la saliente de una ventana cayeran cerca de su cuerpo, casi matándolo.

Miró en todas las direcciones, asegurándose de que nadie se había percatado de su incidente, mientras guardaba rápidamente el celular en su bolsillo y fingía haberse detenido a sacudir la nieve adherida a sus zapatos. No había mucha gente en la calle como para ser atrapado, pero de todas formas se regañó en voz baja y se dijo que ya era suficiente espionaje aficionado para una noche.

Entonces vio un bulto negro caer hacia afuera por una de las ventanas oscuras que creyó imposibles de abrir.

—¡Oh, mierda! —masculló el bulto rodando por la nieve y ChenLe se obligó a contener el grito que se empujó en su garganta cuando comprendió que, en efecto, eso era una persona.

Apegado al muro y buscando otras personas en la calle en caso de tener que gritar por ayuda, intentó mantener la calma y no entrar en pánico a pesar de que podía tratarse de un ladrón o un asesino.

El efímero reflejo de la luz de un auto girando en la esquina le dio un pequeño vistazo de un perfil que se le hizo muy familiar justo en el momento en que la persona intentaba ponerse de pie, aún sin ser consciente de la presencia de ChenLe en el lugar.

—JiSung... ¡JiSung Pwark!

El aludido lo miró con pánico en los ojos, lanzando miradas aterradas en todas las direcciones antes de saltar sobre él y cubrirle la boca cuando ChenLe quiso hablar nuevamente.

—ChenLe, ¿qué haces acá?—. El chino quiso responder, pero con una mano húmeda contra su boca, todo lo que consiguió fue revolverse y mascullar sinsentidos—. Silencio, silencio, silencio, por favor.

Levantó las manos a sus costados, mostrando sus palmas en señal de paz y esperó a que JiSung se asegurara de que nadie los había escuchado e iba en su búsqueda antes de ser liberado.

—¿Qué haces tú aquí? —cuestionó en voz baja, volviendo a su papel de espía.

—Estoy escapando, ¿no lo ves?—. JiSung se limpió la mano en la ropa, que volvió a sacudir, y caminó unos cuantos pasos alejándose de ChenLe, sin despegarse del muro.

—¿Por qué?—. No dudó en seguirlo a donde quiera que fuera, pero esta vez mirando hacia arriba y esquivando las esquirlas de hielo que caían en lugar de carámbanos.

Caminaron de esa manera por unos cuantos minutos, con JiSung demostrando su experticia a la hora de escapar, algo que ChenLe realmente necesitaba aprender, antes de detenerse a una cuadra del edificio de la SM.

—¿Qué estás haciendo aquí y vestido de esa manera?

JiSung ya se sentía más seguro de hablar, por lo que no dudó en subir el volumen de su voz, mientras ChenLe lo miraba con curiosidad e inspeccionaba su ropa oscura. Incluso llevaba una gorra para ocultar su rostro.

—Es la empresa de CBX, ¿qué crees que hacía? ¿Tú solo escapaste de ahí?

—¿Eres un acosador? ¿Acaso no podías esperar algún evento o no lo sé, ir al museo?

ChenLe solo blanqueó los ojos y buscó un sitio donde sentarse y recuperar el aliento, sintiéndose tonto por haber pensado que JiSung era un delincuente cuando lo reconoció como humano.

—Me voy en un par de días y no puedo esperar a algún evento—. Se encogió de hombros y sonrió—. Tenía la esperanza de poder ver a alguno de ellos llegar o irse, es lo que todo el mundo hace.

Rappelle toi que je vis [WinKun/KunWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora