38. Cabeza en alto

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Adrián y Samuel salieron a su esquina tomados de la mano, los que aún no se daban cuenta quedaron sorprendidos por eso, no parecían ser pareja y el pelinegro jamás "pareció" ser homosexual, ni mirar a otro con esos ojos, pero del castaño todos lo esperaban por alguna razón.

Cuando se sentaron el de ojos grises suspiró y miró a su novio, pasó un brazo por sus hombros y lo atrajo para sobar sus narices una con la otra, luego le dio un beso en la mejilla y volvió a abrazarlo.

-¿¡Adrián!?- Gritó Carlos furioso con los puños apretados al igual que la mandíbula -¿¡Ahora eres así por ese marica!?- Volvió a gritar con voz fuerte.

-¡No se te ocurra volver a decirle así! Al meterte conmigo te metes con él- Gritó el pelinegro haciendo que Samuel retrocediera, eso le hacia recordar a las peleas de la escuela, pero nadie lo defendía, él tampoco lo hacía.

-No seas idiota, deja la farsa o guiña el ojo sí es broma, pero no me hagas esto, no puedes ser así porque si- Adrián tenía el ceño fruncido y los puños cerrados, las venas sobresalían de sus brazos y estaba listo para pelear.

-El único idiota aquí eres tú- Las personas se reunían alrededor y Samuel tocaba lentamente el brazo de su novio, para intentar alejarlo de la pelea.

Adrián movió su brazo de forma arisca, alzó su puño y al ver a su novio con las manos en la cara esperando el golpe se derrumbó, le tocó la cara y lo miró por sí le había hecho daño, le dio un pequeño pico y volvió a mirar a Carlos, que tenía cara de asco.

Del otro lado, Rodrigo que no apoyaba a la homosexualidad tanto pero los respetaba, y no veía nada lógico pelear con alguien que consideras (o lo hiciste) tu amigo.

-Adrián, vámonos, y tenemos una cita, sé que te va a gustar, ¿No quieres?- Dijo el castaño intentando convencerle, estaba jalando al chico hasta que vio al auto de su madre a unas cuantas casas.

-Sí, mejor vete con tu novio el marica- Adrián le pegó un puñetazo sin previo aviso que rápidamente desestabilizó a Carlos, el pelinegro volvió a pegarle ahora en el estomago y lo dejó tirado en el suelo.

Samuel le pegó unas palmadas en la espalda para llamar la atención del chico que se adelantó para patear a su antiguo amigo, en ese momento el castaño se rindió.

A el pelinegro le pareció raro que nadie le estuviera aguantando, se sentía demasiado libre por lo que rápidamente volteó a ver que pasaba, Samuel estaba llorando y se iba detrás de todos que gritaban apostando quien ganaría, Carlos se estaba levantando.

Adrián corrió detrás de su novio que hacía lo mismo e dirección al auto de su madre, aprovechando su estado físico le alcanzó y antes de que pudiera decir una palabra le dio un beso, colocó sus manos en la cintura del otro y lo atrajo para hacerlo más profundo.

Samuel se despegó y abrió los ojos para darle la vuelta al pelinegro y quedarse detrás de su espalda, Carlos venía totalmente enojado y como una maquina por Adrián, o eso pensaba todo el mundo, pero en realidad quería golpear a Samuel.

-¿Qué pasa aquí?- Gritó el director haciendo que todos se calmen incluso Carlos que miró hacia atrás y la pose amenazante que tenía hizo que el señor le llamara y dejara a los otros libres.

Se metieron en el auto de la señora y ella negó con la cabeza, Adrián saco su teléfono para avisar en su casa y después se centró en su hermoso novio que le miraba de forma preocupada.

-¿Porqué lo hiciste?- Preguntó Samuel cerrando los ojos y colocando sus manos en las piernas el otro, sobando levemente, más que para calmar al otro para calmarse él.

-Sami...- Adrián se dirigió a él y lo abrazó fuertemente por la cintura atrayéndolo hacia el y sentándolo en su regazo, abrió los ojos del otro solo para mirar ese hermoso color -Te prometí que no dejaría que te hicieran daño, esto es una pequeña muestra, tendrán que pasar por mi cadáver-

El castaño río y le dio un leve beso en los labios para abrazarlo fuertemente y escondiéndose en su cuello para darle un montón de besos allí -¿Aún está la cita que dijiste?-

Samuel rió por el comentario desesperado y su madre intervino automáticamente -¿Qué sí te doy permiso? Lo tienes- Adrián sonrió y miró al otro que estaba destinado a aceptar.

-Pero ni siquiera es una cita, nunca hemos tenido una- Dijo Samuel cerrando los ojos.

-Siempre hay han primera vez para todo, pero está no será nuestra primera cita, quiero que sea algo especial- El castaño se sonrojó y Adrián le dio un leve beso, festejando esa sonrisa en la cara de su novio.

Primer amor (#Pequeño Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora