Me despierto con la luz centellante del sol que entra por mi ventana y con el horrible sonido que tanto odio del despertador.
A regañadientes apago de un manotazo el reloj de mesa y observo la hora que muestra.
8:30 a.m.
Mierda. Seguro que solo dormí 3 horas o un poco más. Quisiera quedarme en cama hasta dormir como un Koala todo el día.
Pero tengo cosas que hacer y por la tarde podré echarme una siesta.
Con un suspiro me levanto de la cama para darme una larga ducha que me recomponga al menos un poco.
Luego de un refrescante baño me visto con ropa cómoda y me miro en el espejo. Por Dios, las ojeras y mis ojos hinchados se notan a más no poder.
Agarro mi pequeño set de maquillaje y me pongo un poco de base por debajo de los ojos cubriendo discretamente la mancha.
Busco mi bolso para salir al centro de la ciudad. Bajo a la sala para buscarlo pero tampoco está. Rebusco por toda la casa, que no es tan grande así que no hay muchos lugares por los que deba buscar, pero sigo sin encontrarlo.
¿Dónde lo deje?
¿Si yo fuera un bolso donde estaría?
Muy bien ya empezamos mal el día.
Hago memoria de los últimos minutos en que tuve mi bolso hace un par de horas.
Me viene a la cabeza imágenes mías tirando mi bolso en el asiento trasero del auto de Zack.
El auto de Zack... me lo olvide en su auto... mierda.
Ahí tengo mi teléfono y mi billetera. ¿Cómo le haré para recuperarla?
Tendré que ir a su casa y buscarla personalmente.
¡Por favoooooooor! y yo que tenía tantas ganas de volver allí
Con pesadez subo de nuevo las escaleras para buscar un poco de dinero y poder tomar un autobús o un taxi.
[...]
El autobús me dejó como a unas tres cuadras antes de entrar a ese barrio de ricos. Por lo que caminé lo que restaba del camino.
Cuando llego a la casa de Zack lo primero que veo en la entrada son vasos de plástico, cigarrillos y.... ¿eso es un condón? Entrecierro los ojos para ver mejor y para mi mayor espanto no veo solo un condón ¡veo seis! ¡seis condones usados!
Que asco, ojalá limpien todo esto antes de que alguien más tenga el desagrado de ver esto.
Trato de caminar hasta la puerta en puntitas con mucho cuidado de no pisar un condón que contenga algo dentro que me haga resbalar y caer de culo.
¡Eso ya sería el colmo!
Logro llegar sin haber tenido que pisar nada y toco el timbre como unas dos veces, pero nadie sale.
Toco otra vez. Nada. Estaba dispuesta a irme y recuperar mi bolso en otro momento, pero milagrosamente la puerta se abre y una señora de mediana edad me atiende.
-Buenos días señorita ¿Qué se le ofrece? -me pregunta con voz suave.
-Estoy buscando a Zack -digo y la señora me mira confundida- Es para hablar sobre temas de la escuela -miento.
No pienso decirle que olvidé mi bolso en el auto de Zack. Conozco bien a la gente y sé la capacidad que tienen para armarse cualquier historia.
La señora suaviza la mirada y vuelve a hablar con voz dulce.
-El joven Zack se encuentra ocupado -me da una sonrisa- Lo siento señorita -intenta cerrar la puerta pero lo impido.
-Por favor es importan...-no termino mi frase porque una voz femenina completamente quisquillosa y aturdible para mis sensibles oídos se hace presente, y se muy bien de quien se trata.
-¿Quién es?
La señora frente a mi pone los ojos en blanco y abre un poco más la puerta dejando ver a una Chloe con su melena rubia un poco desordenada, una camiseta blanca que le llega hasta los muslos, el maquillaje de los ojos corrido y las piernas desnudas.
Vaya.
Cuando me ve se cruza de brazos y me mira de forma desafiante.
-¿Y tú que es lo que quieres aquí? -me habla con arrogancia.
¡Genial! La chica "Le hago sexo oral a alguien que no es mi novio" me pide explicaciones.
¿Pero quién se ha creído que es?
-Disculpa pero contigo no es con quien estoy hablando -le hablo con tranquilidad.
Chloe mira a la señora.
-Catalina puedes dejarnos solas -habla dirigiéndose a la señora- Zack ya te dijo lo que tenías que hacer.
Frunzo el ceño por la forma en que le habla.
Catalina mira a Chloe con recelo y se va, no sin antes decirme un "Adiós señorita" por lo que yo también le respondo con un "Adiós" y una sonrisa.
Me quedo a salas con esta chica que es increíblemente insufrible. Siento que no nos caeremos muy bien, y eso que apenas la conocí ayer.
-¿No te basto estar anoche con Zack que ahora vuelves por más? -sigue con su tono altanero.
Evito reírme en su cara por lo ridícula que se ve.
¿Piensa que estoy aquí por Zack? Absurda.
-La razón por la que este aquí no es de tu incumbencia. -trato de mantener la calma con esta chica que me está tocando las narices.
-Claro que si lo es porque Zack es mi novio -la miro incrédula por lo que dijo.
¿Son novios? Anoche Travis me dijo que no lo eran. Bueno no me interesa, no estoy aquí para saber si estos chicos son o no son novios.
-¿Puedes llamar a tu novio por favor? -le pido con la sonrisa más falsa del mundo.
-¿Por qué traías la camiseta de Zack anoche? -me pregunta ignorando lo que dije.
¡Jesús! ¡Es que yo ya no puedo aguantar la risa!
Sin poder aguantarlo más, me río en su cara.
-¿Se puede saber que es tan gracioso? -pregunta indignada.
《¡Por lo ridícula que te ves amiga! ¡Comportate! ¡No puedes tener esa actitud por un chico! ¡No seas insufrible! ¡Deja que recupere mi bolso!》 Quiero gritarle todas esas cosas, mierda que quiero gritar, pero no. Sigue enfocada Ally.
Me recompongo y me aclaro la garganta.
-¿Podrías llamar a Zack por favor? -me sorprendo poder seguir en mis riendas y soportar a esta chica.
-No, vete. -de la nada me cierra la puerta en la cara.
¿Enserio acaba de hacer eso? ¡Bien! ¡Se acabó la chica paciente!
Abro la puerta de golpe y entro a la casa sin permiso. Uhhhh que chica tan mala. Entrando así me siento como la puta reina en un palacio ajeno.
Chloe me mira y casi chilla, pero no se quien de las dos está más sorprendida, si ella por verme entrar así, o yo al ver todo lo que está por el suelo.
Donde quiera que mire lo único que hay son vasos, cigarrillos, botellas, entre muchísimas cosas más.
Chloe me agarra del antebrazo y trata de llevarme a rastras a la salida.
Rápido me deshago de su agarre y camino hasta las escaleras, me quedo ahí y grito.
-¡Zack!
De nuevo Chloe me agarra del brazo, pero ahora no me lleva arrastrando, si no que me voltea bruscamente.
-¡Largo de aquí! -me grita, y estoy a punto de darle una bofetada por colmarme la paciencia cuando una voz ronca se hace sonar.
-¿Pero qué mierda pasa aquí?
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UNIDOS. ©
Teen FictionAlly Marín una joven-adulta de 24 años después de pasar 4 años en Florida regresara a su ciudad natal para nuevas oportunidades en la vida con la esperanza de poder volver a comenzar de cero y superar las pérdidas que sufrió. Allí conocerá a Zack Co...