Termino de darme una ducha rápida y voy a mi habitación. Me tiro en la cama abrazando una almohada y cayendo en la tranquilidad del sueño.
Cuando despierto noto por la ventana de mi habitación que ya es de noche. Me fijo la hora en el despertador y son las diez de la noche.
Sí que pude recuperar las horas de sueño.
Me levanto para ir a la cocina y prepararme un café. Mientras el agua hierve voy a tomar mi celular que lo deje cargando y me fijo de que tengo una llamada perdida de la señora Melanie, al ver su nombre recuerdo las pastillas que debo tomar.
Suspirando subo de nuevo a mi baño, mas tarde me ocuparé de llamarle, saco del botiquín mi frascos de pastillas y me tomo una, sin agua.
Me miro al espejo y no puedo evitar comparar la imagen que tengo enfrente con la imagen de mí hace diez años.
Estoy totalmente diferente, ahora estoy mejor, y me siento orgullosa de mi misma por salir yo sola del agujero en el que estaba.
Cierro los ojos y el sonido de mis sollozos se hacen presentes en mi mente. Mis dedos se posan en mi cara y comienzan a deslizarse esperando encontrar algún golpe, lagrimas o cualquier otra cosa; pero no hay nada.
Abro lentamente los ojos y con una sonrisa salgo de ahí y me voy a la cocina a tomar mi riquísimo café.
Teniendo mi café en mano voy hacia la sala y me tiro en el sofá a leer el libro que deje pendiente desde esta mañana. Cuando ya voy adelantada varias páginas decido dejar el libro a un lado y enciendo el televisor que está enfrente.
Cambio de canal esperando encontrar alguna serie o película pero no tengo suerte, iba a apagar la TV cuando pasan una película bastante peculiar, y digo peculiar porque puedo reconocer que es la adaptación del libro que estoy leyendo ahora "50 sombras de Grey", si no me equivoco es la primera película, ya que están pasando una de las escenas que leí en el libro.
Cambio de nuevo el canal antes de que siga la película, no la veré hasta terminar de leer el libro.
Sigo buscando algo que ver hasta que vuelva a entrar el sueño. Encontré la serie de Glee, están pasando uno de los capítulos que ya vi varias veces y no recuerdo de que temporada es.
Me aburro de ver los capítulos y subo a mi habitación para volver a dormir. Ya son las dos de la madrugada y ya me pesan los ojos.
Cuando estoy por acostarme me quito mi gran camisón para dormir y agarro la camiseta negra de Zack que lavé esta tarde antes de darme un baño. Es increíble cómo puede seguir su olor después de lavarla.
Me tiro en la cómoda cama acurrucándome con las sabanas y enterrando la cara en mis cojines de color rosa.
Prefiero mil veces esto que estar en una fiesta.
En menos de diez minutos logro conciliar el sueño.
Un ruido me obliga a tener que despertarme de mi maravilloso descanso, no logro reconocerlo muy bien, no es la alarma de mi celular ni del reloj de mesa.
Después de un rato espero a que cese el maldito sonido, pero sigue y sigue insistiendo. Me siento en la cama y trato de saber de dónde carajo proviene ese maldito ruido.
Ahora que no estoy tan adormilada puedo escuchar mejor, recorro con la vista toda mi habitación a oscuras y me percato de que aún es de noche y que el bullicio se origina de mi celular que esta sobre la mesita de noche.
Murmurando maldiciones mientras me estiro para tomarlo y me fijo que tengo como tres llamadas perdidas de un número no registrado.
¿Quién carajo llama en medio de la madrugada?
Minutos después vuelve a sonar la melodía que indica que tengo una llamada, y es del mismo número.
Deslizo el dedo en el icono verde para contestar y decirle a la jodida persona que me está molestando en mis horas de sueño se deje de chorradas.
-¿Diga? –el tono de mi voz es como una mezcla de enfado, confusión y somnoliento-
-Al fin joder –el timbre de voz que escucho detrás de la línea es ronca y profunda, y podría jurar que si no estuviera dormida distinguiría esa voz a la perfección-
¿Zack? ¿Enserio es él? ¿Por qué me llama a esta hora? ¿Y por qué carajo tiene mi número?
-¿Zack? ¿Eres tú? –pregunto tratando de confirmar si mis suposiciones son ciertas-
-No, soy el diablo -dice con tono burlón- Claro que soy yo, ahora abre la puerta –esto mas que un pedido parece una orden, si sera idiota, cuando estoy a punto de contestarle se escucha un "bip bip" indicando que la llamada a finalizado.
Miro la pantalla del celular completamente confundida.
¿Qué abra la puerta? ¿Acaso... está aquí?
¡Dios! ¡¿Por qué esta en mi puerta a esta hora?!
Salto de la cama y voy corriendo escaleras abajo, algo me dice que es mejor no hacerlo esperar demasiado.
Le quito el seguro a la puerta y la abro. Decir que estoy sorprendida es poco, quedo totalmente estupefacta al ver lo que tengo en frente.
Zack para frente a mi puerta con una Liz media inconsciente colgando de sus hombros.
-¡¿Qué paso?! –le pregunto horrorizada acercándome a ellos y ayudándolo a cargarla. Entramos a mi sala y la dejamos con cuidado en el sofá-
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UNIDOS. ©
Novela JuvenilAlly Marín una joven-adulta de 24 años después de pasar 4 años en Florida regresara a su ciudad natal para nuevas oportunidades en la vida con la esperanza de poder volver a comenzar de cero y superar las pérdidas que sufrió. Allí conocerá a Zack Co...