Capítulo 36

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-¡Anna por favor cálmate! –le grito mientras la sujeto de los hombros para que deje de caminar de un lado a otro.

Cuando Alex y Zack estaban a unas cuantas mesas de nosotras Anna se levantó como rayo y se fue corriendo hasta el baño y claro fui detrás de ella. Ni loca me iba a quedar a solas con esos dos. Llegamos a la puerta en la que había un cartel rosa que decía "Baño para mujeres" y a la izquierda había otra puerta con el cartel azul de "Baño para hombres". Nos quedamos unos segundos mirando ambas puertas, pensando en cual deberíamos entrar.

«Si entramos al baño de mujeres, Alex nos seguiría»

«Si entramos al baño de hombres, Zack nos seguiría»

Obviamente entramos al baño de mujeres, no queríamos salir con traumas si entrabamos al otro. Anna cerró la puerta con pestillo para que nadie entrara y se puso a caminar por todos lados como una loca histérica.

-¡Lo siento pero no puedo evitarlo! –grita más fuerte que yo y tengo que taparle la boca para que no siga.

-Shhh –la chisto–. Tal vez... no nos vieron. Quizás ni siquiera saben que estamos aquí.

Ella asiente dramáticamente y le quito la mano de la boca.

-¡Ay no! ¡Dejé mi celular y mi bolso en la mesa! ¡Alguien puede robarlos Ally!

-Nadie se lleva lo que no es de uno –ella me mira como diciendo "¿En serio?"

Anna estuvo a punto de contestarme cuando escuchamos como intentan abrir la puerta. Ambas pegamos un salto del susto. Siguen forcejeando la puerta pero como esta tiene llave no se abre. Ahora comienzan a dar golpes suaves. Anna y yo comenzamos a correr por todas partes chocando la una contra la otra desesperadas sin saber qué hacer.

«¿Y yo porqué estoy asustada?» No lo sé, pero esta situación me pone nerviosa.

-¡Anna tienes que abrir esa puerta! –le grito muy bajo solo para que ella escuche.

-¡No puedo! ¿Mira si es Alex? No estoy lista para enfrentarla Ally.

La sujeto de los hombros y la agito para hacerla entrar en razón.

-No seas cobarde y sal a dar la cara. Sabías que este día llegaría. ¡No dejes que te afecte!

-Lo sé pero...

-¿Hay alguien ahí? ¿Pueden abrir la puerta? –interrumpe una voz que no conocemos.

Anna y yo dejamos salir el aire contenido. No era Alex. Y nosotras aquí haciendo el ridículo. Abrimos la puerta y una chica bajita nos mira con el ceño fruncido. No esperes que alguien te mire bien cuando estas encerrada con otra chica en un baño haciendo quien sabe qué. Nos disculpamos y salimos de ahí.

Caminamos por los pasillos del baño y de un momento a otro alguien toma del brazo a Anna y se la lleva a una puerta apartada. Hasta que yo reaccione mi amiga ya ha sido arrastrada en contra de su voluntad al cuarto del conserje.

¡Maldita sea Alex! ¿En serio esta es su forma de hablar con Anna?

¡Maldita sea yo por reaccionar tarde!

Por favor solo espero que Anna no se ponga a llorar.

-¡Ally! –escucho como grita Anna.

Voy hacia la puerta e intento abrirla. Está cerrada, claro. Aunque sé que tienen que resolver sus problemas, esta no es la forma.

-Deberías dejar que hablen –escucho que hablan detrás de mí y me sobresalto. No hace falta que me voltee para saber quién es.

-Esta no es la forma de hablar –le respondo dándole la espalda.

UNIDOS. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora