Luego de que Anna tomara su café insistió en llevarme hasta mi departamento. Al estar en su auto a solas inunde a la pobre de Anna con preguntas sobre Gabriela. Ahora sé que es una mujer muy sofisticada a la vez que vanidosa. No pasa mucho tiempo en casa, se la pasa en viajes de negocios junto a Peter, el tío de Zack y Alex, de paso me enteré que el padre de Zack falleció hace como diez años, al igual que mis padres.
El estómago se me contrajo y sentí como la bilis me subía por la garganta. Es demasiada coincidencia que sean iguales las cantidades de años.
Me mordí la lengua para no meter la pata y preguntar de más, como por ejemplo: ¿Cómo fue la causa de su muerte? O ¿Cómo ha llevado Zack ese asunto?
Cuando ya estoy en mi departamento me doy una larga ducha y me preparo algo para comer. Me pesa todo el cuerpo para cocinarme algo así que encargo algo de comida. Mientras espero pacientemente me propongo a limpiar y ordenar el lugar, creo que siempre he tenido una pequeña obsesión de que todo lugar en el que me encuentre esté limpio.
Mi celular vibra en la mesada y voy a recogerlo. Una llamada.
-Christian –saludo cuando atiendo la llamada.
Christian es el único amigo que he hecho los cuatro años en los que me encontraba en Florida. Es un año mayor que yo. Solo él y Melanie son lo más parecido que tengo a una familia. Christian fue de mucha ayuda para poder superar el asunto de mis padres, cuando me enteré que él también era paciente de Melanie por sufrir trastornos psicológicos por parte de su padre, que siempre lo humillaba, manipulaba y aislaba socialemente durante años, no pude evitar querer estar a su lado para que ambos superemos nuestros problemas juntos.
-¿Cómo está mi neoyorquina favorita? –saluda con su calmada y divertida voz.
-¿Favorita? ¿Acaso conoces a otra de aquí? –le pregunto con fingido enfado.
-Claro que no cariño, eres la única –responde haciéndose el inocente.
-Pues más te vale, no quiero enterarme que tienes a otra aquí, o ya sabes lo que pasara –trato de sonar amenazante. Y creo que soné graciosa.
-¿Cómo podría tener a otra si te tengo a ti; piensas que soy así? –finge sonar ofendido y ambos reímos; y por cómo se ríe ya me imagino como se le forman sus hoyuelos.
-¿Cómo estas preciosa?
-Por el momento bien, me ha estado yendo bien en el trabajo y la universidad ¿Y tú?
-Cansado, ya sabes, todo esto del cambio de universidad es un poco pesado.
-Aun no puedo creer que te cambies de universidad ¿A dónde iras? Pensé que te iba bien en Florida.
-Necesito un cambio...., un gran cambio.
Escucho unos ruidos y una voz a lo lejos detrás de la línea. Es una voz conocida.
-¿Dónde estás?
-Uhm... En mi casa, luego te llamo cariño.
Parece nervioso. Está nervioso, lo conozco demasiado como para poder reconocer su voz cuando esta así.
-Algo me estas escondiendo –lo acuso–. Dime que pasa.
-¿Yo? –responde con tono inocente–. Claro que no, ya debo irme nena.
-No espera, que es... -y antes de que le reclame, ya me ha cortado la llamada.
Maldito pendejo. Minutos después recibo un mensaje de el:
«Luego te contare que pasa, te tengo una sorpresa cariño;)»
Pongo los ojos en blanco, odio las sorpresas, nunca traen nada bueno.
Cuando llega la comida voy hacia el sofá y veo una de mis series policiales favoritas. Me emociono al ver a los oficiales de Nueva York en acción en los inquietantes capítulos de "La ley y el orden".
En medio de la conmoción del capítulo, mi mente automáticamente se centra en Zack. Aún estoy aturdida por toda la información dada de repente. Lo que me tiene más inquieta es del accidente que menciono Anna. Parece una idea absurda y loca pero lo primero que pensé fue que mis padres y el padre de Zack hayan muerto en el mismo choque. Pero inmediatamente lo saqué de mi cabeza, es una idea muy retorcida y descabellada.
¿Cómo la habrá pasa Zack en ese tiempo? ¿Y Gabriela? ¿Por qué ambos son así de distantes? ¿Cómo era el padre de Zack?
Tengo muchas preguntas abrumándome y sin ninguna respuesta. Y siento una necesidad por querer que sean contestadas.
Todo el día lo pasé viendo series y comiendo helado. Cerca de media noche cuando estuve por ir a dormir recibo otro mensaje, pensando que era de nuevo Christian que volvió a mandarme otro mensaje. Abro mis ojos de la sorpresa y releo unas treinta y tres veces el mensaje, sin entender nada.
«Buenas noches Marín.»
¿Zack? ¿Zack acaba de mandarme un mensaje de buenas noches? ¡Agárrenme que me caigo!
«¿Eres tu Zack?» ¡Si estúpida, es el!
Tarda unos minutos en responder.
«El mismísimo ¿Tanto te sorprende?»
«Sí. Y aun no entiendo como conseguiste mi número»
«Tengo mis medios;)»
«Eso es acoso. Lo sabes, ¿Verdad?»
«Ya quisieras que te acose.»
Idiota.
«¿Entonces por qué me mandas un mensaje?»
«Tenía ganas de molestarte.»
«Y yo pensé que ya no querías que me acercara a ti.»
«A veces las personas cambiamos de opinión.»
«Eso no quiere decir que yo si quiera estar cerca de ti.»
«Ya lo veremos.»
Frunzo el ceño.
«¿Y que se supone que quieres decir con eso?»
«Absolutamente nada;). En fin, vuelvo a decirte buenas noches.»
No le respondo y dejo mi celular en la mesa de noche. Pero vuelve a mandarme otro mensaje.
«Usualmente cuando alguien te dice "Buenas noches" tú tienes que responder lo mismo, que grosera eres Marín»
Suspiro, que cínico. Tecleo un mensaje.
«Vete a la mierda.»
«¡Vaya! Guarda esas garras. Y te dije que si me iría a la mierda, pero te llevaría conmigo.»
«Estas loco.»
«Ya me lo han dicho.»
Al instante manda otro mensaje.
«Buenas noches, y espero que esta vez sí me respondas como se debe.»
Le respondo algo rápido. Y apago el celular.
«Adiós.»
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¡Hola! Ya volví.
Espero que les guste este capítulo y nos enteramos de mas cosas sobre Zack y Ally. En un rato subo otro capitulo.Lxs quiero!!
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UNIDOS. ©
Teen FictionAlly Marín una joven-adulta de 24 años después de pasar 4 años en Florida regresara a su ciudad natal para nuevas oportunidades en la vida con la esperanza de poder volver a comenzar de cero y superar las pérdidas que sufrió. Allí conocerá a Zack Co...