No hizo falta que me diga dos veces que me fuera. Pego un salto de la cama y me mareo un poco cuando me pongo de pie. A pasos torpes camino hacia la puerta, todo esto fue muy raro, cuando mi mano está a punto de abrir la puerta una vocecita comienza a sonar en mi cabeza, es esa vocecita que me dice que lo encare y que lo obligue a que me responda lo que quiero saber.
-¿Por qué? –le pregunto aun dándole la espalda.
-¿Qué?
-¿Por qué hiciste eso? –me da miedo hacer la pregunta completa.
-¿Hacer qué? –sin tener que mirarlo, puedo saber que ahora está frunciendo el ceño.
-¿Por qué le hiciste eso a Harry? –me doy la vuelta, y la cara que ha puesto es de puro asombro y confusión.
-No sé de qué me hablas –se pasa las manos por el pelo.
-Sabes muy bien de lo que te hablo, se todo lo que le hiciste.
-Y si ya lo sabes ¿Por qué preguntas?
-Quiero saber si tienes una razón muy buena para traicionar a tu amigo de esa manera.
Suelta una risa amarga.
-Por favor Marín ¿Quién te crees para preguntarme eso? Metete en tus malditos asuntos.
Se levanta de su cama y se dirige a su armario y saca una camiseta blanca, veo como los músculos de su espalda se tensan y se relajan al ponerse la camiseta.
-Sé que no es mi asunto –me aclaro la garganta–. Pero Harry parece un buen chico, y muy simpático.
Vuelve a reír dejando a la vista sus hoyuelos.
-¿Simpático? ¿Estás de broma? Ni lo conoces –vuelve a su cama y se tira sobre ella.
-Pero si a ti, y te puedo asegurar que no eres para nada simpático.
Me encantaría decirle todos los defectos que tiene con respecto a su actitud, pero no tenemos toda la noche.
-¿Qué me conoces? –se acuesta de lado apoyándose en un codo–. No sabes una maldita cosa de mí, así que te recomiendo que te muerdas la legua y salgas de aquí.
-Tú me has juzgado sin conocerme, sacaste conclusiones al azar como si supieras todo de mí –abre los ojos como platos y me pone cara de inocente, como si no entendiera lo que le digo–. Además, solo quiero saber por qué te metiste con la novia de tu mejor amigo.
-¿Mejor amigo? Yo nunca tuve mejor amigo –en menos de un minuto vuelve a estar a unos centímetros de mi–. Y bien, si quieres saber por qué lo hice te lo diré... –hace una corta pausa, preparándose para decir algo estúpido–. Porque se me pego la gana de hacerlo, porque tuve ganas de tirármela y lo hice, y vaya que ella tampoco tuvo problema en meterse conmigo.
De la nada siento ganas de vomitar, me sorprende que haya personas capaces de hacerles eso a sus amigos, aunque Zack diga que Harry nunca fue su amigo sé que miente, Liz me lo dijo, ellos eran muy unidos y se llevaban bastante bien, además puedo ver como el cuerpo y la mirada de Zack se tensan al hablar de él.
-¿Cómo puedes dormir por las noches? ¿Cómo es que no puedes sentirte culpable por eso?
Traga duro, y sus pupilas se dilatan.
-Duermo como un perrito –sonríe de forma arrogante, pero la sonrisa no le llega a los ojos–. Lárgate, ya te dije lo que querías saber. Y espero, en serio espero, no volver a verte otra vez.
Me da la espalda y la luz de un rayo se muestra por la enorme habitación.
***
Me despierto a primera hora pesimamente descansada y con un hambre de los mil demonios. Necesito mi café y unas buenas tostadas. Me aseo y me visto rápidamente para bajar a la cocina por un buen desayuno, después de comer algo me iré, y juro por cualquier santo que no volveré a cruzarme en la vida de Zack. Debo mantenerme lo más alejada posible de la clase de persona que él es.

ESTÁS LEYENDO
UNIDOS. ©
Teen FictionAlly Marín una joven-adulta de 24 años después de pasar 4 años en Florida regresara a su ciudad natal para nuevas oportunidades en la vida con la esperanza de poder volver a comenzar de cero y superar las pérdidas que sufrió. Allí conocerá a Zack Co...