PRINCÍPE

3° CAPÍTULO

Transcurrido el tiempo, asi logro pasar así 10 años; dentro de los cuales muchas cosas pasaron entre ellas, la muerte repentina de la Reyna Madre Mina.

Aquella muerte dejo devastado no solo al Rey Yaten, sino que dejo también muy triste a su único hijo el Príncipe Heredo, Taiki y su Concubina Real Amy, ya que la Reyna Madre sabía muy bien acerca del amor que ambos se profesaban y les apoyaba a ambos de algún modo.

Por otro lado, el Príncipe Seiya; estaba igual o peor que sus padres, ya que la pérdida de su abuela, no solo lo había afectado físicamente, sino que emocionalmente también.

Estaban todos muy conmocionados por la pérdida de la amada Reyna Madre, que aun con el dolor a flor de piel, debían de realizar los ritos correspondientes para dar el último adiós.

-- ¡Ahora por favor, coloquen el cuerpo en la pira! _ El Sacerdote Real, indicaba lo que debía hacer.

-- ¡Está bien! _ Muy triste y con la mirada perdida el Rey Yaten, tomo entre sus brazos por última vez a su esposa.

Cargo a su Reyna delicadamente al estilo princesa y la depósito en la pira, la contemplo durante unos minutos, ya que eran los últimos que tenía.

Le acaricio sutilmente la mejilla, para después depositar un delicado y cálido beso en los labios de su amada; para después permitirse derramar una lágrima a memoria del gran amor que tuvieron, dicha lágrima no duro mucho tiempo en las mejillas del Rey, ya que cayo sutilmente entre las mejillas de la Reyna.

-- ¡Te amo!, .... ¡Eres el amor de mi vida!, .... ¡Nunca lo olvides! _ Acabando de decir aquellas tierna palabras, Yaten se aparto de la pira funeraria.

-- ¡Madre!, .... ¿No sé qué haré ahora que te vas? _ Taiki, muy conmocionado hablo; mientras estaba de frente a su madre.

-- ¡Reyna Madre!, .... ¡Su partida de verdad deja un gran vacío, en el corazón de todos! _ Amy, no pudiendo controlar sus lágrimas, desfogo un poco de su dolor.

-- ¡Abuela!, .... ¿Por qué me haces esto?, .... ¿Tú me prometiste que nunca me dejarías? _ Seiya comento aquellas palabras de dolor viendo los ojos cerrados de su abuela, y sin darse cuenta de lo que le pasaba, su nariz comenzó a sangrar.

Su abuelo al percatarse del estado de su nieto favorito, se acercó rápidamente hacia él y lo examino minuciosamente; y entonces se dio cuenta de algo muy importante.

-- ¡Traigan un poco de agua y telas limpias! _ Yaten ordeno rápidamente a su servidumbre.

Al escuchar las órdenes de su Rey, se apresuraron para acatar lo más rápido posible sus órdenes; mientras que Yaten trataba de tranquilizar a su nieto.

Por su parte Taiki y Amy, no se habían percatado de lo que le sucedía a su hijo, ya que aún estaban sumidos en su dolor.

-- ¡Tal parece que heredaste esa particularidad de mi amada Mina!, .... ¡Ahora debemos evitar que te sucedan cosas tristes! _ Yaten, pensaba mientras esperaba por lo que había pedido.

Después de unos cortos segundos, aparecieron los sirvientes con lo que el Rey había ordenado. Tan pronto como habían aparecido, Yaten se apresuró en coger las telas limpias y limpiar la sangre de su nieto.

-- ¿Qué sucede? _ Amy, muy angustiada se acercó a ellos.

-- ¡No sucede nada! _ Como restándole importancia, su hijo le contesto.

-- ¡Si es así!, .... ¿Qué significa esa sangre? _ Su padre, se acercó también, y hablo mientras apuntaba la tela manchada.

-- ¡Si mi nieto dijo que no es nada!, .... ¡Es porque no es nada! _ Yaten, en tono serio salió en defensa de su nieto.