18° CAPÍTULO

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Helios por su parte, ni bien había hecho el tiro se retiró del lugar fugazmente; ya que no quería que lo relacionaran con aquel acto.

A los pocos segundos de soltar el cadáver al río, Seiya comenzó a mirar de forma seria y analítica el lugar, sobretodo vio durante más tiempo las ventanas.

Paso su vista por todas y cada una de ellas, para luego de forma dramática llevar su mano a la altura de su corazón y gritar como si estuviera herido.

Luego de hacerlo, volvió a su mirada fría y calculadora y volvió a mirar hacia las ventanas y una idea se le formo en la mente.

Por su parte, Fighter había acabado con todos sus enemigos reptiles; aplastándole la cabeza a cada uno de ellos.

En el Salón del Trono Real, se encontraba un Diamante perdido en sus imaginaciones, mientras acariciaba y admirada el Trono Real del Rey.

Comenzó a rodearlo y acariciarlo, mientras en su mente se imaginaba que el pueblo de Kinmoku, glorificaba su nombre a gritos.

-- Larga vida al Rey Diamante, .... Larga vida el Rey Diamante _ Comenzó a escucharse los gritos del pueblo imaginario.

Diamante al escuchar aquellos gritos, giro su cuerpo y dedico una mirada soberbia al frente, para después sentarse de forma gloriosa sobre el trono.

Al hacerlo, apoyo ambas manos en los extremos del Trono Real y cerró los ojos, para perderse por unos segundos en su imaginación.

Estuvo así por un largo tiempo, hasta que entraron cabizbajos sus hermanos Helios y Zafiro.

-- ¡Hermano! _ Con la cabeza agachada, Zafiro llamo su atención.

Diamante al escuchar a su hermano abrió abruptamente los ojos, y despertó de su pequeña fantasía.

-- ¡Hermano, de v! _ Helios no pudo terminar de hablar.

-- Fallaste de nuevo, .... Fallaste de nuevo _ Grito muy enojado Diamante, para después golpear con el puño cerrado el apoyo del Trono.

Helios y Zafiro, simplemente bajaron su cabeza en señal de vergüenza.

Sin decir más, Diamante se retiró de ahí y se fue.

Helios y Zafiro, después de dedicarse una mirada cómplice, también se retiraron y se fueron hacia el área de entrenamiento.

Por su parte Seiya, una vez terminado su baño, se fue hacia Fighter y se lo llevo a las caballerizas, para después ir sus aposentos a cambiarse la ropa.

Una vez ya listo se dispuso a ingerir su desayuno dentro de su alcoba, ya que no tenía intenciones de salir de ella por un buen momento.

Después de haberlo acabado se dirigió hacia la Biblioteca Real, dentro de ella se encontró a Jedaite junto con sus menores hermanos.

-- ¡Hermano! _ Gritaron muy fuerte los mellizos, al darse cuenta de su hermano mayor.

-- ¡Hermanos! _ Con tono efusivo les respondió el saludo.

-- ¡Majestad! _ Haciendo una reverencia, el Primer Ministro mostro sus saludos al Príncipe.

-- Jedaite, no hagas por favor _ Seiya, Muy apenado crítico la acción de Jedaite.

Jedaite, simplemente le regalo una sincera sonrisa; mientras los tres caminaban hacia uno de los sillones.

-- ¿Qué hacen? _ Pregunto Seiya.

-- Estudiamos Filosofía y Leyes _ Respondió Taiki.

Seiya lo observo sorprendió, ya que no pensó que sus menores hermanos se interesarían en esos temas.

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