29° CAPÍTULO

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-- ¿A qué te refieres con eso Usagi? _ Hablo de manera seria Kunzite.

-- ¡Primer Ministro!, .... Me refiero a que por el simple hecho que los Príncipes no están aquí, .... Muchos de los sirvientes no desean limpiar y arreglar los aposentos de los Príncipes, como también algunos ambientes del Palacio Real _ Respondió segura de sí misma, para después hacer una reverencia.

-- ¿Qué? _ Hablo muy enojado Kunzite.

Usagi simplemente le devolvió la mirada.

-- Pensé que ese tema se había acabado hace tiempo.

-- Pues ya ve que no es así.

Todos los presentes, estaban callados escuchando.

-- Creo que todos y cada uno de nosotros sabemos cuáles son nuestras funciones para con la Corona y sobretodo con el Palacio Real _ Hablo Kunzite de forma seria y altanera.

-- Si, .... Pero, porque deberíamos hacer todo eso, .... Si los Príncipes no están para servirlos _ Hablo una de las sirvientas encargadas de la limpieza.

-- Eso no es justificación alguna _ Hablo muy indignada Usagi.

-- Es verdad, .... La Presencia de los Príncipes, no puede significar el final del Palacio Real _ Hablo Kunzite, mientras se acercaba a donde se encontraba Usagi.

Los murmullos no se hicieron esperar, entre los ayudantes del Palacio Real.

-- Ven a lo que me refiero _ Hablo Usagi luego de unos minutos en silencio.

Los demás al escuchar aquel argumento, no dijeron nada más.

Los minutos, se convirtieron en horas, las horas en un día y los días en una semana, y estas semanas se convirtieron en un mes.

Y durante ese tiempo el Príncipe Guerrillero no dejo de buscar y de seguir el rastro de su amada Bombón.

Mientras que Rini, Sammy y Darien, cada vez se acercaban hacia el Palacio del milenio de Plata, ocultándose satisfactoriamente de sus enemigos.

En Megaverso, las cosas estaban casi relativamente tranquilas, ya que a los 15 días del casamiento de su Princesa Serenity y el General Armando; llego de forma imprevista la Reyna Esmeralda con su dama.

Los Soberanos de Megaverso al ver llegar a la soberbia Reyna de Kinmoku, se sorprendieron de sobremanera; ya que jamás imaginaron que ella se atrevería a ir en persona ante ellos.

Esmeralda, por su parte traía consigo un gran carruaje de regalos para su futura familia política. Muy sonriente se presentó ante la Reyna Beryl y su esposo el Rey Gran Sabio.

Y lo hizo con la única finalidad de formalizar supuestamente el compromiso entre su Hijo el Príncipe Diamante y la Princesa Serenity.

Pero, cuando la Princesa Serenity hizo su aparición, al lado de su esposo; la frívola Reyna Esmeralda se dio cuenta de su gran error; ya que jamás imagino que la prometida escogida para su hijo, estuviera ya casada.

Sin soportar la humillación, pidió una audiencia a solas con la Princesa Serenity, a lo que la joven acepto, pero con la condición que su madre, padre y esposo estuvieran presentes.

Esmeralda sin mucho que hacer acepto.

Una vez a solas, Esmeralda exigió la devolución de las joyas reales, de forma inmediata.

A lo que Beryl muy sonriente le comento, que eso ya lo habían devuelto a su legítima dueña.

Esmeralda, llena de coraje exploto contra ellos, y los amenazo con una guerra y el fin de su Reino.

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