I won't give up on us.
Lucy's POV.
Hoy era lunes, y por una extraña razón quería ver a Niall, abrazarlo, besarlo, amarlo. Ugh, ¿acaso yo dije eso? Vamos Lucy, recuerda a Matt, Matt. ¿A quién engaño? Hasta he pensado en terminar nuestra relación. Tome unos shorts negros que iban mi mano completa arriba de mi rodilla, un top blanco floreado y mis Vans. Pude apreciar que tocaron mi puerta, se trataba de Rachel ofreciéndome llevarme en su auto a la facultad, sin dudarlo acepte.
Alrededor de las ya once de la mañana comencé a desesperarme. Niall o ninguno de los chicos había dado señales de vida, a excepción de Justin que contó que no fue al pequeño camping. Las cinco ya nos encontrábamos desesperadas. Aprecie a mi celular vibrar en medio de la clase, agradecí mentalmente que nadie más lo escucho mientras comenzaba a maldecir al que me hubiera escrito. Todo tipo de insulto desapareció de mi mente cuando leí el mensaje. "I won't give up on us. Niallxx" Mi corazón comenzó a latir a mil por hora, no lo podía creer. Guarde su número inmediatamente. Después de veinte minutos de mariposas en el estómago y fingir haber escuchado atenta la clase, el timbre sonó anunciando el almuerzo. Al salir del aula sentí como alguien me jaló el brazo, me queje pero vi que se trataba de Perrie.
― ¿Qué pasa?―pregunte un poco molesta.
― Son los chicos, ¡están a pocos minutos de llegar!―chilló emocionada.
Sin pensarlo dos veces fui corriendo de la mano junto a ella por medio campus hasta llegar a la entrada principal, ahí ya estaban Rachel, Eleanor, Sophia y por alguna razón la rubia del otro día.
― ¿Y tú qué haces aquí?―preguntó la rubia molesta al verme.
― Vine a esperar a los chicos―conteste segura de mi misma.
― Oh, espera, no hables en plural, solo di que vienes a buscar a Niall y ya―dijo ella con cinismo, golpe bajo hacia mi orgullo.
― De todas maneras, ¿tú qué haces aquí?―pregunto molesta.
― Lo mismo que tú, esperar a Niall―dijo sonriendo orgullosa, otro golpe hacia mi orgullo―. Hemos estado saliendo, pero, de todas formas esto no es de tu incumbencia, ¿cierto?―dijo ganando nuestra pequeña batalla, ¿por qué estaba al borde de las lágrimas? Ah, sí, porque Niall me dio alas con su mensaje solo para hacer lo que siempre hace, hacerme sufrir.
― Cállate de una puta vez Emily―dijo entre dientes Eleanor.
― ¡Perrie!―gritó una voz conocida.
― ¡Zayn! Mi amor, ¡estás bien!―lo abrazo con toda su fuerza.
― Mira y aprecia como tengo algo con Niall―dijo Emily con una sonrisa malévola.
Todo se sintió tan rápido. Ella, como toda perra que es, al momento en el que Niall piso la universidad, ella se lanzo hacia sus labios, quede en shock. Sin darme cuenta estaba corriendo, como siempre, huyendo a que me lastimaran otra vez, pero era inevitable, yo ya estaba rota. ¿Por qué Niall vino a Nueva York? ¿A buscarme? Cuando lo vi pensé que estaba buscándome, pero cuando nos encontramos él estaba en el mismo estado en el que yo me encontraba, pensando que esto era una broma o una ilusión. Si aquel día le hubiera dicho todo... Lastimosamente, el hubiera no existe, fin. Este era mi destino y este seguirá siendo por el resto de mis días. Lo que más me duele, mi pesadilla constante, es que no solo sufrí yo. Eso nunca llegara a sus oídos, por lo menos mientras yo esté con vida. No soportaría el peso de mis actos, él probablemente me odiaría, pero tenía que tomar la decisión que fuera la mejor. Me arrepiento a veces, pero otras pienso que es lo mejor haberlo hecho. ¿Quién me iba a ayudar? ¿Él? ¡Já! Eso solo pasa en los cuentos que mi madre me leía de pequeña, en esa época donde pensaba que era una princesa, donde pensaba que él era mi príncipe azul. Estos últimos días he estado llorando demasiado, mucho comparado a la mejoría que llevaba. Me arme de valor y tome mi celular en manos. Marque el número, a los tres pitidos contesto.