0 3 0

966 57 12
                                    

All I want for Christmas is you.

¿Han sentido aquella sensación en el pecho? ¿Aquella sensación que te dice que algo no va bien? Bueno, eso es lo que siento ahora mientras observo fijamente el techo de mi recámara, la luz lunar entra por mi ventana siendo mi única fuente de luz, la noche es silenciosa y mis pensamientos me impiden quedarme dormido.

Te pasa algo, algo escondes, escondes algo grande. ¿Por qué un secreto te atormentaría tanto? Tal vez sea la verdadera razón por la que viniste a Nueva York, por la que no solo perdiste un semestre sino un año completo. Deseaba saber ese secreto para poder ayudarte, para poder decirte que yo estaba contigo.

¿Por qué? No sé el por qué estas así y no lo he intentado averiguar, ¿eso qué significa? «Tal vez tus sentimientos hacia ella nunca fueron los que tú creías.» Eso era erróneo, sería la mitad de un hombre sin ti, extrañaría estar a tu lado, extrañaría los momentos contigo, no te podría sacar de mi cabeza ya que incluso ahora estas en ella.

¿Por cuánto más te amare mi amor? Tal vez hasta que las estrellas que aparecen cada noche sobre ti, dejen de presenciarse. ¿Por cuánto tiempo más estaré a tu lado? Tal vez nunca, porque a pesar de que muriera, siempre estaría a tu lado en alma.

No logré conciliar el sueño hasta que mi reloj marcó las dos de la mañana, soñé que tú y yo estábamos en un parque, ambos platicábamos a gusto y tú me preguntabas qué había mejorado en mí, te dije que ahora era más fuerte, porque tú me hacías y haces fuerte.

Desperté poco antes de que el sol estuviera en su punto medio, iba tarde, tendría que arreglarme para ir al asado que se haría en casa de Matthew. Sin dudarlo entre a la ducha para bañarme, olvidándome del pequeño detalle acerca del agua caliente. Me queje al meterme bajo la regadera y sentir agua tan fría como el hielo, no había tiempo por lo que en un tiempo record salí del baño. Saque de mi armario unos vaqueros y una camisa de cuello. Me puse la ropa y mis Ray Ban's, tome mi celular, una chaqueta, mi cartera, salí y cerré la puerta.

Toc, toc en su puerta. A lo lejos tu voz informando que ya casi estaba lista. Sonreí al pensar en ti corriendo por todo el lugar terminando de ponerse los zapatos. Segundos después apareciste usando un vestido blanco con ¿salpicado? De negro y unos tacones del último color mencionado, sonreíste al verme e inevitablemente contesté tu gesto de igual manera. Traías un pequeño bolso a juego y una sudadera blanca, claro, sin olvidar el postre que habíamos preparado ayer. Tomé de tu mano y la entrelace con la mía.

― ¿No tendrás frío después?

― No lo creo, estaremos en su apartamento, no te preocupes, estaré bien.

No proteste ya que sinceramente, si sufres por el frío yo te daría mi chamarra para que te cubras, no dejaría que sufrieras por eso o que tuvieras la posibilidad de resfriarte, no señor.

― Luces preciosa, no te lo había dicho y no sé la razón.

― Gracias, es uno de mis vestidos favoritos, pero tú no te quedas atrás, luces increíble.

― Gracias de igual manera, aunque creo que me veo muy casual―digo frunciendo el ceño.

― Te ves bien, no es una reunión en el restaurante más refinado de la ciudad, es simplemente el apartamento de un chico de nuestra edad por lo que creo debes calmarte.

― Estoy nervioso, no sé el motivo, solo sé que no debería de estarlo.

― ¿Es por qué él y yo tuvimos algo en el pasado? Sabía que era mala idea venir, es que, digo, ¿quién acepta ir a casa del ex novio de su actual pareja? Solo alguien que no planea bien las cosas y―ella seguía mencionando sin parar, hice una seña para que guardara el silencio.

new york city; nh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora