Maybe you don't know me, but i know you.
― ¿Estas acaso consciente de la estupidez que hiciste?―pregunta Liam negando con la cabeza.
― ¿Por lo menos el sexo fue bueno?―pregunta Louis, Zayn y Liam le dan un zape en la cabeza― Ugh, ya, ya entendí.
― Debiste de pensarlo más―dice Harry mordiendo su manzana.
― ¿Cuántas veces tendré que decir lo siento?―pregunto de cierta forma harto.
― No tienes que disculparte con nosotros, tienes que disculparte con Lucy por ser un chico idiota con hormonas―dice Zayn, ¿hace falta admitir que tiene razón?
― Bien, lo haré―suspiro―, ¿dónde están las chicas?
― Salieron a almorzar juntas―dice Justin―, creo que después iban a ir de compras.
― ¿Y las clases?―pregunta Harry confundido.
― Tenemos permiso de faltar dos días al mes, es un derecho, por así decirlo, que tiene cada estudiante―dice Liam alzándose de hombros.
― Esperen, ¿entonces esa vez que fuimos a acampar pudimos haber faltado?―dije matando con la mirada a Zayn.
― Calma rubia, piensa que me apoyaste en una muy buena causa―dice excusándose.
Después de la charla muy a la nosotros en el segundo receso no volví a ver a ninguno hasta la salida. Acordamos que hoy sería día de chicos ya que las seis chicas que regularmente están son nosotros no daban señales. Liam ofreció ir a su departamento, ninguno se negó y todos partimos hacia el lugar. Al llegar me quede maravillado, era enorme y estilizado modernamente, definitivamente había invertido mucho en la decoración de aquel lugar.
― ¿Quieren pizza?―pregunto Liam al llegar al departamento.
― ¡Un día de chicos no es un día de chicos sin pizza Payne!―dice gritando Louis como de costumbre.
― Día de chicos suena muy gay―dice Justin haciendo una mueca.
― Cierto, pero como somos poco creativos lo dejaremos así―dice Harry, todos reímos.
― Veamos, ¿veremos televisión o jugaremos Xbox?―pregunta Zayn.
― Xbox―respondemos todos excepto él.
― ¿Cuántas pizzas y de qué?―pregunta Liam.
― Que sean cuatro pizzas y una que sea de peperonni―digo yo.
― Que sean dos de peperonni, una hawaiana y una de queso―completa Louis.
― Y Coca Cola para tomar―termina Zayn.
Les resumiré el resto de nuestro día de chicos. Cartones de pizza vacíos por toda la sala, peleas por ver de quien es el turno para jugar, bromas, chistes malos, platicas, risas, media botella de Coca Cola regada por todos lados, peleas infantiles y cantar un par de canciones. Me gusta pasar este tipo de tiempo con ellos, donde sólo somos nosotros y no tenemos que preocuparnos por comportarnos o algo así. Zayn me acompañó a mi departamento. Llegue demasiado cansado, era viernes y mañana no tenía que levantarme a tiempo para llegar a la facultad, por lo que simplemente me quite los zapatos, me tire a mi cama y me dispuse a dormir.
― ¡Niall!―oí una voz gritar a lo lejos.
Se trataba de Lucy. Nos encontrábamos en el lugar que me enseñó en mi cumpleaños, ella lucía un vestido azul floreado que le quedaba hermoso. La hierba de llegaba un poco más abajo de la rodilla. Se veía radiante.
― Te amo Lucy―dije gritando feliz.
Todo cambio en un abrir y cerrar de ojos, aquel hermoso paisaje se marchito por completo y el cielo azul se convirtió en gris, dejando ver un rayo de vez en cuando. Lucy se encontraba tirada en el suelo llorando.
― No me hagas esto Niall, ¡deja de mentirme!―dice ella gritando, su voz suena horrible.
― Hey, no es una mentira―dije sintiendo un nudo en la garganta.
― ¡Largo! Vete y nunca vuelvas, te odio, te odio, pero, ¿sabes qué más odio? Que no puedo odiarte porque te amo.
El sol comienza a salir, el cielo se comienza a despejar y el pasto comienza a volver a su color original. Lucy levanta la mirada viéndome a los ojos. Sus ojos, aquellos que sin dudarlo dos veces me hipnotizan, aquellos ojos grises que tanto amo.
― No puedo prometer nada, pero tratare de no dañarte―acarició su cara limpiando las lágrimas que aun tiene en su rostro―, no mas mi amor―y con esto, sin más preámbulos, la beso.
La melodía de mi celular me despierta, sin mucho ánimo estiro mi brazo y contesto.
― ¿Aló?―pronunció con voz ronca.
― "¡Niall James Horan Gallagher!"―gritan al otro lado de la línea, alejo mi oído del celular, me han terminado de despertar completamente― "¿Qué es eso de no llamar a tu madre? Yo no te eduqué así, no hemos hablado desde tu cumpleaños y eso fue simplemente muy rápido."
― Hola mamá, me has despertado y ha pasado una semana desde eso, no una eternidad―digo frotándome la sien.
― "Oh lo siento mucho por despertarte, por llamar no, Niall soy tu madre. Bueno, ¿qué tal Nueva York hijo?"
― Bien, excelente, ¿recuerdas a Lucy?
― "Oh, Lucy, ¿cómo olvidarla? La mayor parte de tu vida has pasado hablando de ella, ¿qué pasa? ¿La lograste contactar? ¿Te ha llamado?"
― Esta aquí, en Nueva York, vive en el mismo edificio que el mío, una gran coincidencia.
― "Hijo, las coincidencias no existen, todo pasa por algo, eso se llama destino, pero, dime, ¿cómo se vieron?"
― El día que llegué, después de terminar de hablar contigo, dos vecinos tocaron a la puerta...
Le conté de inicio a fin, a excepción de algunas partes, mi vida neoyorkina. La universidad, los chicos, qué hice en mi cumpleaños, en resumen, tardamos hablando alrededor de cuarenta minutos, creo que mi papá tendrá que pagar mucho por el recibo telefónico. Decidí bañarme y alistarme para poder salir a desayunar. Decidí por ir al local de donas Krispy Kreme. El lugar estaba algo vacío ya que hoy en día muchos prefieren ir a Starbucks en vez de venir aquí, bueno, yo soy uno de ellos pero hoy quería cambiar un poco la rutina. Pedí media docena de donas diferentes y un café. Si sigo comiendo así tendré que conseguir un gimnasio pronto, lo que me hizo recordar también que necesitaba un empleo, demonios. Me senté en una mesa junto a la ventana. Mientras desayunaba podía ver como la vida afuera de estas paredes seguía mientras yo tomaba mi desayuno. Debido a mi aburrimiento mientras comía decidí ver en la ventana y tratar de adivinar lo que pasaba con las personas que recorrían aquella calle. Obtuve un señor preocupado por llegar tarde a su trabajo después de tener un gran desayuno familiar sabatino, una chica que había roto con su novio debido a que él la engañaba y una mujer que engañaba a su esposo pero no se arrepentía de nada. Lo sé, tengo una gran y alocada imaginación. Un carraspeo de garganta me interrumpió de buscar a mi siguiente víctima, se trataba de un chico con lentes, castaño, como de mi tamaño y de aspecto algo nerd.
― Hola―él dijo mostrando su mano, lucía algo incómodo.
― Hola, ¿nos conocemos?― digo confundido.
― Tal vez tú no me conozcas, pero yo sí sé quién eres.
¡holú! ¿cómo están? comenten y voten. :( bueeeeeeeeeeno, este capítulo lo quiero dedicar a AnaArboleda7 gracias por comentar linda<33. ya no dejaré mínimo de votos pero ahora actualizaré cuando pueda. las amo, nos leemos pronto<33.