#NiallFromMcDonalds
« Vamos Niall.» Me apoyaba mi conciencia, estaba demasiado nervioso. Mis manos y mis piernas temblaban, si seguía así mi mandíbula también lo empezaría a hacer, tenía que centrarme, hoy era mi primer día de trabajar en este lugar y no debía de arruinarlo, no lo debía de hacer. Respire hondo y exhale en un intento de relajarme antes de que mi turno comenzara. « Sé valiente, yo sé que puedes con esto, enséñales que hicieron bien en contratarte.» Me puse la gorra y mi turno dio inicio.
― Bienvenido a McDonald's, ¿puedo tomar su orden?―pregunto al señor que se encuentra delante mío.
― Una bigmac y fanta para tomar por favor.
El trabajo es algo humillante, el uniforme ni que lo diga, pero necesitaba el dinero. No podría pedirle tanto dinero a mi madre. Estoy aquí debido a las palancas, digamos que los dueños de esta franquicia son los padres de Rachel, por lo que tengo un par de preferencias aquí, y un ejemplo de ellas son mi horario y las vacaciones. Cualquiera me diría que acabo de conseguir el trabajo y no puedo pedir vacaciones, pero le explique al señor que realmente quería ver a mi familia en las fiestas y si no me daba el permiso trataría de conseguir el trabajo el próximo año, este me dijo que no había problema, solo que en mi sueldo se iba a ver reflejado, simplemente le agradecí por permitírmelas. Tome la orden de algunos clientes, no había mucha gente y esto era realmente fácil. Solo trabajaría por las tardes de dos y media a siete. Vi a un par de chicas cotillear a unos escasos metros de donde estaba. Sonreí intentando adivinar qué pensaban y por qué las risitas, ambas se acercaron a donde estaba yo y trate de contener una carcajada.
― ¿Qué desean ordenar?―pregunto con una inevitable sonrisa.
― Nos gustarían dos cafés si no es molestia―responde la chica de lentes hipsters, yo niego con la cabeza.
― No es ninguna molestia, para eso me pagan―ellas extendieron el dinero y yo les di su ticket para tomar dos vasos y comenzar a servir el café.
― Podría ser el nuevo Alex―susurra una, finjo no escuchar nada.
― ¿Estás loca? Él es el doble de sexy que Alex de Target, además, ¿has notado su acento? Casi me desmayo, mucha perfección en un hombre―susurra la otra, muerdo mi labio intentando no reírme, si tan solo supieran esas dos que sus susurros los pueden oír todos.
― Falta que él también resulte gay, casi lloro cuando Alex salió del closet.
― No lo creo, de todas formas ahora lo veré.
Dios, yo era mayor que ellas por unos cuatro años al menos y apuesto a que ellas saliendo de aquí o lejos comenzarían a hablar de cosas como mis ojos o mi trasero. Sonreí al verlas tratando de ocultar la gracia en mi sonrisa.
― Gracias, ¿cuál es tu nombre?―pregunto la chica con cabello pelirrojo.
― Niall, mi nombre es Niall.
― Niall, ¿te gustaría salir a algún lado después de que tu turno termine?―pregunta la de lentes, yo suelto una carcajada.
― Mi hora de salida es en tres horas, además de que ya tengo planes con mi novia, lo siento chicas.
― No te preocupes―responde su amiga algo molesta.
― Creo que debo regresar al trabajo, no se me permite hablar con los clientes en mi horario.
Fingí estar ocupado revisando la caja registradora para que ellas se fueran, al ver que están subiendo las escaleras y no me podían ver más vuelvo a lo normal.