That matters?
Lucy's POV.
¡Era novia de Niall Horan! Por un par de días puedo olvidar el pasado un poco, ¿cierto? Da igual, me siento de maravilla, siento que en cualquier momento estallare de alegría. No aguantaba a ir a presumirle en la cara a la plástica de Emily que era novia del rubio, en verdad, en estos momentos siento que soy capaz de hacerlo todo; ¿por qué? Porque un teñido se me acaba de declarar y no puedo más con toda esta alegría. Abrazo a mi oso tan fuerte que presiento que lo romperé sacándole todo el relleno. El oso huele a él, así que esto hace que me den más ganas de abrazarlo. Estoy feliz, plena y enamorada, enamorada de Niall Horan.
― Nunca te había visto tan radiante―me dice Sophia, ahora solo estamos nosotras, ningún hombre, solo mis cinco mejores amigas.
― Creo que vomitare un arco iris―me burlo.
― ¡Así Niall aparecerá del otro lado!―grita riendo Rachel, yo rio inevitablemente.
― Hey, recuerda que yo también soy irlandesa―replico aun riendo un poco.
― Pero fuera de broma, parece que tienes un aura de felicidad, unicornios, Narnia, no sé, te felicito por aprender a no pensar tanto e ir por lo que deseas, me alegro que hayas pensado todo y olvidarlo, tal vez pronto termines contándole todo―dice Eleanor.
― Para tu tren, no creas que he olvidado todo―digo negando con la cabeza―, algo así no se olvida de la noche a la mañana, pero tal vez poco a poco lo vaya superando y algún día no muy lejano le cuente todo―mentí.
Okay, mentí, ¿por qué? Porque que te hagan la misma pregunta miles de veces cansa y hay un punto en el que solo dices lo primero que se te viene a la mente. Pensaba y pienso llevarme ese secreto a la muerte, no me importa que medio mundo lo sepa, si no lo sabe él todo está perfecto. Soy una completa gallina por no afrontar las cosas, lo sé.
― Así me gusta, te admiro sinceramente, soy tu fan numero uno.
― ¡Oh por Dios! Tengo una fan―finjo emoción y todas comenzamos a reír.
― Perdedoras―dice una voz detrás de mí, haciéndome voltear y dándome cuenta que era la perra teñida de Emily, sonreí por lo que hace pocos minutos había pasado con Niall―, se rumora que mi Niall te pedirá ser su novia, pero déjame decirte querida que él me ama a mí, así que no te hagas falsas ilusiones.
― ¿En serio? ¿Ves este oso?―pregunto señalando el peluche en mis brazos― Me lo dio él mismo hace un rato, cuando se me declaro, tu relación con Niall se nota que va muy bien, por cierto perdedora―remarco la última palabra―, deja de ser tan puta y bájate un poco tu falda―señalo su mini falda que enseña casi su culo entero―, no estamos en un prostíbulo.
La rabia le hirvió la sangre, su cara se puso roja, y tan solo se dio la media vuelta y se largo del lugar. Sonreí triunfal, me sentía una diosa o algo parecido, no lo podía creer, ¡le había dado su merecido a la reina de las putas! Las demás tenían la boca tres metros bajo la tierra cuando voltee a verlas, reí por lo bajo, no todos los días pasaban cosas como estas. Me fui a mi siguiente clase tarareando una canción de Ariana Grande sin dejar de abrazar a mi oso, abrazando a este me sentía protegida, como si se tratara de él y no de un oso. El tiempo pasó muy rápido para mi, tal vez porque en ninguna clase puse atención y solo estuve en mi mundo, pensando en él, sólo queriendo estar a su lado, en este momento podría cambiar todo lo que tengo por tan solo verlo. Perderme en aquellos ojos azules, besar aquellos carnosos y rosados labios, no puedo creer que yo esté diciendo esto. La tan esperada campana sonó anunciando el término de las clases, salí de la clase tan rápido como pude para poder verlo, tan solo verlo, con eso me sentiría mejor. ¿Es acaso posible la necesidad que tienes de estar con alguien en tan poco tiempo? Nunca deje de necesitarlo en realidad, admite una parte de mí, aunque todo mi ser sabe que aquello es verdad. Inclusive cuando estuve tan enfadada con él, cuando le deseaba la muerte, por dentro lloraba porque nunca lo volvería a ver, porque lo necesitaba junto a mí. Me acerco al rubio mientras lo analizo bien. Ya no es tan rubio, sino que ahora también es castaño; a los lados es castaño pero su copete, por así decirlo, es rubio teñido. Ya no tiene aquellos braquets transparentes que solía usar. Sus rasgos se han afirmado y ahora no parece más un pequeño joven, parece un hombre, el hombre que yo amo. Al parecer siente mi mirada sobre él y voltea a verme, sonríe y se comienza a abrazar, cuando lo tengo lo suficientemente cerca de mi me tiro en sus brazos a abrazarlo.