Hacia casí dos días que Morgan estaba de un humor bastante gris. No se sentía como el mismo, se sentía inquieto un tanto ansioso y no sabía cual era la razón. Aunque la verdad era que si conocía la razón de su mal humor, pero no estaba dispuesto a aceptarlo, porque él era Morgan Smith y nada podía afectarlo... o al menos eso es lo que se decía últimamente para no sentirse tan patético.
Si inclinó más sobre aquella espalda femenina, tratando de plasmar en esa piel cremosa hasta el último detalle de aquel paisaje gótico. La escena representaba a una iglesia en ruinas con un solitario ángel de alas negras siendo iluminado por la fantasmal luz de la luna.
Ángel...rodó los ojos cuando la imagen del chico se filtro en sus pensamientos como un intruso. Bufó mentalmente y tenso la mandibula. Desde dos noches atrás, que fúe la última vez que vio al chico de cabellos oscuros, había tratado muy duro de no pensar en él. Claro que eso era condenadamente difícil sobre todo cuando recordaba el breve roce de labios que habían tenido y el cosquilleo delicioso que recorría su espalda al pensar en el ligeramente abultado labio inferior del chico.
Ángel, el chico que tenía novia y por lo tanto estaba prohíbido. Su teléfono empezó a sonar con la alarma del temporizador notificándole que su cita había concluido, al menos por aquel día.
—Bueno linda, terminamos por hoy— dijo a la chica luego de limpriarle y cubrirle el tatuaje a medias.
—¿Cuantas sesiones más crees que hagan falta?— preguntó ella sentándose sobre la butaca y colocándose la camiseta.
Ella era menuda y de cabello oscuro, con unos ojos amielados que desbordaban amabilidad, lo que contrastaba con los piercings en su nariz y en su ceja derecha, al igual que sus prendas en tonos oscuros y los brazaletes con tachuelas en sus muñecas.
—Creo que terminaremos en dos sesiones más.
—Eso es un alivio, esto realmente duele. —Se quejó haciendo una mueca.
—Escogiste un lugar muy sensible para tu primer tatuaje.
—Llamame masoquista— ella sonrio de medio lado y luego se acercó para depositarle un suave beso en la mejilla —Gracias Morgan, nos vemos la próxima semana.
—Adiós, Carly nos vemos pronto y ya sabes...
—Debo cuidarlo para que no se infecte.
—Exacto.
La chica se marcho dejando a Morgan solo con sus pensamientos y ciertamente eso no era lo que se dice agradable. Así que se encargo de recoger todo, tirar los guantes negros de latex que había estado usando y solo entonces salió de su estación. El día había estado bastante tranquilo, especialmente desde que Messer y Mike habían salido para hacer algunos recados.
Sin embargo a medida que se acercaba al frente del estudio se dio cuenta de que las cosas no estaban tan tranquilas como parecían. El llanto de Payton era la prueba de ello. La niña estaba sentada en su carreola llorando a lágrima viva mientras Sam trataba de calmarla con palabras dulces, claro que eso no estaba funcionando demasiado bien y Sam parecía a nada de caer en la desesperación.
—¿Qué le pasa a la pequeña señorita?— preguntó Mo con algo de preucupación. No le gustaba ver llorar a los niños.
—Esta teniendo un berrinche— Sam suspiró y la sacó de la carreola —Suele hacerlo a veces, cuando quiere estar con Mike y no puede.
Morgan no lo dijo pero estuvó tentado a reirse con el pensamiento que cruzó su cabeza. Vamos que si Payton podía hacer un berrinche para obtener lo que quería, ¿por qué el no podía? Tal vez si lloraba lo suficiente, Ángel (o Messer) le harían caso. Si, era demasido ridículo pensar de esa manera y por eso aparto lejos sus ideas y se centro de nuevo en Pay.
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El efecto Ángel (Suerte #5)
RomancePortada cortesía de @UmbraBlack 💖 Spin-off de la saga suerte, especificamente de "¿Karma o Suerte? Suerte#3" ========= Sam siempre se refirió a la habilidad de Morgan para conquistar a las personas como "El efecto Mo". Porque Morgan Smith era un ho...