36| Preparativos infernales...

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Ángel caminaba a paso tranquilo desde el restaurante hasta la zona en donde Tommy tenía su salón de belleza. El delicado castaño le había enviado un mensaje esa mañana pidiéndole que pasara a verlo después de que su turno en el restaurante terminara. Le causo mucha curiosidad saber para que lo quería ver, pero estaba ocupado y no le dio tiempo a preguntar.

Así que ahí estaba, aun con la duda rondando su mente, pero igualmente decidió acercarse. El salón de Tommy era amplio y moderno, tenía un aire chic y sofisticado que seguramente atraería a muchas personas. Cuando entró fue recibido por una sonriente recepcionista que lucia impresionante con su maquillaje impecable y su peinado de revista.

—Hola, bienvenido a Kiss & make up — dijo la recepcionista y Ángel no pudo hacer más que soltar una rista ante el nombre del negocio —¿Tienes una cita programada?

—No...estoy aquí para ver a Tommy, me pidió que viniera...

La chica soltó un gritito emocionado y salió de detrás del mostrador caminando con maestría sobre unos tacones altísimos. Ángel jamás entendería como es que las mujeres soportaban semejante tortura.

—¿Tú eres Ángel?

—Si...— respondió con duda.

—Eres justo como Tommy te describió: Guapo, sexy pero a la vez tierno y con un cabello hermoso.

No sabía que decir al respecto así que se limito a asentir y dejar que la chica lo arrastrara al interior del lugar para llevarlo hasta el lugar en donde Tommy cortaba el cabello a un chica con un habilidad y una maestría que dejaron pasmado a Ángel. Su amigo castaño hablaba y reía mientras las tijeras en su mano volavan dándole forma al estilo que seguramente la chica había solicitado.

—Tommy— canturreó la recepcionista— Mira a quien me encontre afuera.

El castaño giró ligeramente y sonrio cuando reparo en la presencia de Ángel, le pidió que se acercara con un movimiento de su mano y cuando lo tuvó cerca le dio un beso en cada mejilla a modo de saludo.

—Aquí me tienes Tommy, dime para que soy bueno.

—Para muchas cosas, de eso podemos estar seguros— el delicado castaño le guiñó un ojo con diversión —pero te agradecería si me das un par de minutos pra terminar con esta belleza— dijo señalando a la chica a quien atendía antes— y entonces te diré para que te pedí venir.

—okey, esta bien— aceptó.

—Puedes espera ahí, le diré a una de mis chicas que te lleve algo de beber.

Ángel obedecio y tomo un lugar en la comoda área de espera, agradecido por el vaso de limonada helada que le sirvieron. Se entretuvo con algunas revistas que reposaban en una mesa y perdió la noción del tiempo leyendo chismes de los famosos aun cuando nunca le habían interesado leer ese tipo de artículos...era de cierto modo adictivo.

Recordó en donde estaba cuando Tommy se dejó caer a su lado.

—Interesante ¿no?— dijo el chico con una suave risa.

—Un poco— dejó la revista de lado y puso toda su atención en Tommy— Entonces...¿me dirás para que me necesitas?

—Es que quería hablarte sobre algunas cosas que se me ocurrieron para tu boda. Especialmente para ti— dijo el chico con una mueca— porque de los demás preparativos aun no hay nada concreto. Es que...¡no se porque  Mae y Sam son tan indecisas! mujeres, no las comprendo.

—Pues hasta donde yo se, eres tú quien nunca esta de acuerdo con ellas— comentó el de cabellos oscuros con burla.

—¿Acaso es mi culpa que mi gusto exquisito no cuadre con el de ellas?

El efecto Ángel (Suerte #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora