Todo por tí - Marco Asensio.

Cap 41

Cenamos y he de decir que estaba riquísimo.

-Al final voy a tener un chef en vez de un futbolista aquí.- dije mientras acabábamos se recoger la mesa.

-Sirvo para todo.

-Ah sí?- dije acerdándome a él.

-Si quieres te lo demuestro.- dijo acerdándome a él más.

-Suena tentador.

-Te ha dado por esa frase o qué madrileña.

-Puede que sí, mallorquín.

Nos fundimos en un beso. Nos separamos por falta de aire pero al segundo estábamos juntos otra vez. Era un beso lento, en cada beso que nos dábamos demostrabamos más y más lo que sentíamos.

El beso se empezó a subir de tono. Me subí cual koala a Marco. Él me cogió poniéndome más cerca de él. Fuimos a su habitación entre beso y beso mientras que yo no me bajaba y él me sujetaba más fuerte.

Abrió la puerta y al cerrarla me estampó contra ella, lo que hizo que soltara un pequeño gemido. Me deshice de la camiseta de Marco y él fue subiendo lentamente la mía.

Jugó con el broche de mi sujetador hasta que lo quitó. Me quité de su agarré y Marco me quitó los pantalones. Al segundo los suyos estaban fuera también. Se deshizo de mi tanga en cero coma.

Me tumbó en la cama. Jugué un rato con el elástico de sus boxers mientras seguíamos basándonos, al final opté por quitárselos de una vez. Antes de eso había notado la enorme erección de Marco. Lo que hizo que cuando se los quitara jadeara.

-Marco venga, por favor.- dije ya que Marco seguía igual.

Se limitó a soltar una carcajada.

Marco se introdujo fuertemente dentro de mí, eso hizo que un gran gemido saliera de mi boca.

-M-Marco- dije entre gemidos.

-Que- dijo con la respiración agitada y de la misma forma.

-Más- dije cerrando los ojos.

-Encantado- dijo para empezar ha hacerlo más fuertemente que antes.

Llegamos al clímax juntos. Marco se quedó un rato encima de mí. Pude divisar unos arañazos en su espalda. Pasé mi mano por ella.

Los dos teníamos el corazón a cien.

-Te juro que te superas pequeña- dijo Marco quitándose de encima mía pero colocando su cabeza en el hueco de mi cuello.

Nos quedamos dormidos en cuanto Marco me dio un beso en la boca.