He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓

IX

You & I de One direction era lo único que quería oír hoy.

Al finalizar las clases, me dirigí a paso apresurado a casa. Mamá estaba cuando llegue, había preparado galletas en mi ausencia.

En mi habitación, con las piernas colgando de la cama y mi torso sobre el colchón; escuchaba esa canción repetidas veces.

         «No mientras yo esté»

Cerré los ojos.

La canción seguía sonando y por unos cortos instantes me pareció arrepentirme de querer volver a repetir ese día.

                «Aquí voy yo»

Un puesto, sólo es un puesto.

         «Sólo come, por favor»

Sonreí involuntariamente, abrí los ojos de golpe; tomé mis zapatos más cercanos y bajé.

—¿A dónde vas?—Dijo mamá cuando me vio buscar mi abrigo en el perchero.

—Caminaré un rato por aquí, no tardaré.

—¿Y eso, porque?

Le dirigí una mirada rápida.

—Mucha tarea, necesito un despeje.—No era del todo mentira.

—Esta bien, pero..—Observó como tomaba mis llaves y abría la puerta.—: ¡Lina!

Detuve mi paso para notar como en su mirada había preocupación.

—¿Si?

—No llegues tarde, por favor.

Sonreí.

—Esta bien, mamá.

Apenas había dado unos pasos y ya el viento me obligaba a ajustar el abrigo en mi cuello. Mis lentes se empañaron, me reí.

Caminé por las distintas casas vecinas, unas se notaban más cuidadas que otras. Algunas de ellas tenían en sus porches bicicletas, pelotas.. por lo que daba a entender que tenían hijos.

No tuve ni tengo hermanos. Siempre fui yo sola. En navidades, hace ya varios años era que tuve la oportunidad de compartir cuarto con una de las hijas de la amiga de mamá.

Una castaña bastante presumida para sólo tener once años. Esa misma tarde, cuando ya habíamos abierto los regalos, le dije a mamá.

—Gracias por ser hija única.

Al principio ella no entendió, hasta que me vió observar a la niña con todo mi semblante torcido.

Al cumplir los 15 años, no los célebre. Sólo recuerdo una cena tranquila en mi restaurante favorito del momento con mis abuelos maternos. Ahí trabajaba también, el chico que me había gustado de mi curso.

Solo recordar cómo me sonrojaba cada vez que me pedía un lápiz, me hacía sentir estúpida.

«Nadie como Hero...»

Detuve mi caminar en seco al terminar ese pensamiento. ¿Hero?

Todavía confundida, mire a mí alrededor. Había seguido la ruta larga y terminé en el centro de la cuidad por inercia.

La gente, se movía en diferentes direcciones a mí alrededor. Sacando sus paraguas y ajustándose los abrigos. Fue entonces cuando miré el cielo y su color grisáceo oscuro alarmó ligeramente mis sentidos.

«Por lluvia nadie se muere»

Bajando la guardia, seguí caminando. La gente cada vez era menos, había más paso; pero me empecé a preocupar cuando la calle se estaba quedando sola a medida que avanzaba.