He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓

XXXV

Abrí los ojos con pesadez al sentir un sonido a lo lejos. Me removí en mi puesto intentando incorporarme cuando sentí las piernas pesadas, los últimos recuerdos llegan a mi mente al mismo tiempo que vuelvo a escuchar el mismo sonido. Pero no cualquiera, el de mi teléfono.

El pánico se apodera de mí al no saber que hora era, ¿Cuánto dormí? Miro a mi alrededor y me encuentro sola en la habitación. Me cuestiono en dónde podría estar Hero hasta que siento el agua de la ducha caer, se estaba bañando.

Tomando mi ropa interior del suelo, me la pongo rápidamente sintiendo todavía la mente suficientemente aturdida. Me dirijo a la sala para escarbar en mi bolso en busca del teléfono.

Son casi las 6 de la tarde, pronto caería la noche.

Vuelvo a la habitación en busca de mi ropa, la cabeza me da vueltas ahora sobre que le diré a mamá. ¿Hasta tarde en la biblioteca? ¿Tuve tarea extra? ¿Steven me invitó a pasear? ¿Me fui a caminar? Comencé a insultarme por ser tan estúpida. ¿Cómo me pude quedar dormida?

—¿Qué estás haciendo?

La voz de Hero a mis espaldas hizo que se me pusieran los pelos de punta, cuando volteo la sorpresa pasa a ser sonrojo al notar que solo carga puesta la toalla amarrada en la cintura.

«Santo padre»

—Hero, yo..

—¿Por qué recoges tus cosas?—Me interrumpió al ver que tenía el jean y la blusa en mano.

—Mamá me estaba llamando..

—¿Y?

«¿Qué?»

—¿Cómo que Y?—Alcé la ceja—: Me tengo que ir.

Su mirada se oscureció con lo que parecía molestia. Se acercó a mí y quitó las prendas de mis manos para luego lanzarlas hacia una esquina de la habitación.

—No, no te vas.

—Hero..—Repliqué.

—Nada, llevo esperando mucho tiempo para tenerte sólo para mí,—Acunó mis mejillas en sus manos—: Y ahora que es así, no quiero dejarte ir. 

Escucharlo decir eso solo causo que un zoológico dentro de mi creciera. Tenía muchas preguntas, me provocaba quedarme; estar acostada con él y preguntarle cada una de mis dudas. Pero sabía que eso podía esperar.

Tenía que irme.

—Me tengo que ir.. —Dije con toda la fuerza de voluntad que pude acumular. Me solté de sus manos y caminé hacia donde dejó mi ropa.

—Lina no, por favor.

—Mamá está preocupada, Hero y quién sabe que me hará cuando llegue—Tragué en seco, pensando en cada una de las cosas que podría decirme.

—¡No quiero que te vayas!

Gritó, causando que llevara ambas manos a mi pecho. Se acercó a la puerta de la habitación y la cerró, la mirada que me lanzó al hacerlo me hizo entender que no quería que me moviera de dónde estaba.

Por reflejos, tomé mis prendas con más fuerza de la necesaria y entre corriendo al baño de la habitación para segundos después pasar el seguro.

—Lina, ¡Abre la puta puerta!—Tocaba, mejor dicho golpeaba a puño cerrado.

Me vesti rápidamente para luego verme en el espejo, la vergüenza abundó mi cuerpo. Mi cabello estaba todo despeinado, en mi cuello habían pequeños chupones que se perdían en el valle de mis senos.