He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓

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Las manos de Hero se deslizaron a la parte trasera de mis muslos y, flexionado sus rodillas obligó a mis pies a dejar de tocar el suelo.

Mis piernas se enrollaron al rededor de su cintura y mi respiración se volvió más pesada.

Mi pulso iba a mil por segundo.

«¿Lo podía notar?»

Su boca se movía con experiencia sobre la mía, haciéndome sentir insegura. ¿A cuántas habría besado antes? Esa pregunta me hizo sentir un vacío en mi estómago.

—Hero..—Dije cuando separo ligeramente sus labios de los míos. Podía sentir su respiración mezclarse con la mía.

Negó con la cabeza y afirmó más su agarre en mis piernas. Volvió a besarme con la misma ansiedad que antes.

Por un segundo, pensé que él lo había esperado más que yo. Cuando sentí la espalda presionarse a la pared comprobé que me había acorralado, y su mano derecha empezó a subir por mi muslo.

Sentí miedo.

—Hero, no..—Dije lo más audible posible, sorprendiendome de que el nudo en la garganta me dejara hablar.

Me miró con ojos avergonzados. Su mano volvió a la posición inicial, y aligerando la presión, me dejó sobre mis pies.

Comencé a arrepentirme de mis palabras, ¿Se acabó?

—Lo siento,—Presionó su frente junto a la mía. Su respiración también estaba acelerada.—: Me apresuré.

Sonreí. Con la mirada baja, mi cabello hacia cortinas al rededor de mi rostro.

—Está bien.

No sabía que más decirle, pero no quería que esto se volviera un momento incómodo. No después de lo que acaba de ocurrir. ¿Hasta donde íbamos a llegar si yo no lo hubiese detenido?

Él, tomo mi mano y la subió hasta su rostro. Me besó los nudillos.

Levanté mi mirada y sentí mis piernas temblar. Me miraba fijamente, sus ojos estaban oscuros.

—Quería esto,—Dice después de unos segundos—: Desde hace un largo tiempo—Suspiró.

Abría y cerraba la boca, así unas dos veces hasta que las palabras salieron por si solas:

—¿Y porqué no lo hiciste antes?

Una de sus manos acunó mi mejilla, y pegando su frente con la mía de nuevo, dijo:

—No sabes cuántas veces quise.

Mi corazón latía como si estuviera corriendo un maratón. Por más de un año soñé con saber qué se sentía besar a Hero. Más de una vez me encontraba sola en mi habitación imaginando en los distintos lugares donde podría ocurrir un beso entre los dos. De todos, nunca imaginé que sería en el viejo piso de su hermana. Y mucho menos, yo vistiendo una prenda de él mismo.

De un momento a otro, mis sentidos se alarmaron.

«Mamá..»

—Lina.., ¿Qué está mal?—Dijo sintiendo como mi cuerpo se tensaba.

—Es tarde,—Recordé sus últimas palabras hacia mi cuando salí—: Y no estoy en casa.

Por impulso, me alejé de su agarre y me dirigí a la puerta. A segundos de tocar el pomo; la mano de Hero golpeó con fuerza contra la madera de la puerta. Un sonido sordo que rebotó en todas las paredes del reducido espacio.

—¡No!—Dijo con rudeza, lo miré atónita. Por segundos pude jurar que en su mirada había miedo, pero duro tan poco que dude haberlo visto—: Está lloviendo a cántaros.