He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓

XXXIV

El corazón se me quería salir del pecho. Experimentar nervios era algo muy normal en mi, todo me asustaba. Siempre algo podía salirme mal, y contando las probabilidades de que salieran bien solo me daba un porcentaje mínimo. Ahora, con Hero aquí no sabía cómo equilibrar esos porcentajes.

En el momento que mi espalda tocó el colchón un calor inmenso se apoderó de mi espalda, no es la primera vez que estamos en una situación así pero tenía claro que al parecer, ya no habían excusas para evitarlo.

Mi mente no daba crédito a lo que sucedía, la de Hero parecía estar nublada en algo que sólo él sabía. El concentraba en marcar cada sitio que tocaba. Su boca en mi cuello dejaba chupones, sus manos que variaban de mi cadera a mi cintura dejaban el cosquilleo de sus dedos. ¿En serio iba a pasar?

La camiseta de él ya no estaba cubriendo su pecho, y dude sobre si se la había quitado el mismo o yo. Sonreí para mis adentros cuando ví un leve sonrojo en sus mejillas al subir a paso lento mi blusa.

Inconscientemente me intente cubrir el pecho con mis brazos.

—No,—Gruñó—: Eres preciosa, no te cubras.

Con una de sus manos tomó una de mis muñecas para empezar a alejar los brazos de mi pecho. No despegaba su mirada verdosa de mis ojos, parecía que quería calmar cualquiera de mis dudas sin decir palabra alguna.

«¿Estaba segura de esto?»

Cuando juntó su boca con la mía nuevamente me sentí sedada. Sus manos recorrieron mis piernas en busca de todos los rincones desconocidos para él, la habitación estaba en total silencio sin contar nuestras respiraciones aceleradas. El calor en mi seguía y eso mismo parecía estarle pasando a él.

Mi mente voló a todas los momentos en los que estuvimos cerca, a todos esos momentos interrumpidos. A esa primera vez dónde cada uno de los pensamientos pesimistas sobre que nunca iba a saber que se sentía besarlo, se fueron a la basura.

Me encantaba Hero en todas sus facetas, era exasperante si. Frustrante en muchos momentos, incontrolable era una palabra que lo definía también pero esa misma palabra también describía lo que yo siento por él, algo incontrolable.

Dolió, claro que dolió. Apretaba los ojos con fuerza tratando de aliviar cualquier sensación, mordía mi labio sin decir palabra. El rostro de Hero estaba enterrado en el hueco de mi cuello, dando besos que parecían leves caricias con su boca; esperando por mi.

No podía ponerle palabras a lo que sentía. Mi cabeza daba vueltas, mis ojos seguían cubiertos de lágrimas pero aún así no me quejé, no me arrepentí. Sabía que lo que estaba haciendo no estaba mal, y estando con Hero sabía que todo estaba bien.

—Eres mía..—Murmuraba más para él que para mí, parecía que trataba de convencerse así mismo de ello.

«Si, soy tuya»

Su cuerpo cayó exhausto sobre el mío. Ambos tratabamos de regular nuestra respiración. Sentía mi cuerpo pesado, los ojos me pesaban.

—Duerme nena..—Susurró en mi cuello—: Duerme conmigo.

Cómo si hubieran oprimido un botón en mi cabeza, el sueño me venció.