He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓

XIX

No íbamos al piso de su hermana, donde habíamos estado antes. De ser así, ya hubiéramos parado hace menos de 10 minutos. ¿Será al de él?

—¿Vives lejos?—Le pregunté, rompiendo el silencio.

Me miró unos segundos para luego volver a mirar hacia el frente—: Algo, como a menos de veinte minutos con carro.

—¿Y porque no estudiaste más cerca de tu piso?

—Yo no escogí estudiar ahí, mis padres lo escogieron hace años,—Me miró—: Y ahora no está en mis planes salirme de ahí.

No dije más nada.

Después de unas cuadras más, llegamos a un edificio no más de 20 pisos. Entró por el estacionamiento, y aparcando la camioneta sin esperar que él me dijera algo, me bajé.

Viéndome en el reflejo de la puerta, me acomodaba mi coleta cuando sentí a Hero a mí lado.

—Me hubieras esperado.

Lo miré—: Te estoy esperando.

—No, me refiero para abrirte la puerta.

Se giró sobre sus talones en dirección al ascensor. Sin decir palabra alguna, caminé mas despacio a sus espaldas.

Mientras esperábamos juntos el ascensor, podía sentir mi corazón latiendo a mil por hora. El aire entre nosotros se volvió más tenso, nadie decia nada.

Abriéndose el ascensor frente a nuestros ojos, nos adentramos en el y pude ver cómo presionaba el piso 11. Hero, se apoyó en el espejo a nuestras espaldas mientras yo me quedé en el centro. Lo más derecha que podía. Lo miré, y como obvio el me miró también.

—¿Todo bien?—Me preguntó sin despejarse de su posición.

Asentí.

Él suspirando se enderezó y se puso enfrente de mi. Intentaba lo más posible tranquilizar mi respiración. ¿Él podía escuchar mi corazón acelerado?

Conectando mi mirada con la suya, noté que Hero no miraba mis ojos, sino mi boca. Sus labios estaban entre abiertos, pero lo hacía o decía nada. Bajé la mirada pero casi en el mismo segundo de hacerlo, él levanto mi rostro y se lanzó con fuerza contra mi boca.

Solo sentí el golpe sordo de mi espalda chocar con una de las paredes del ascensor.

Hero tomo mis manos y las colocó arriba de sus hombros, yo entendí y empecé a sobar su nuca. Sus brazos levantaron mis piernas, alejando mis pies del suelo; sujetándome fuertemente a sus costados. Intenté seguirle el beso en ese ritmo, lento y hambriento.

Sentía que mi corazón se iba a salir en cualquier momento del pecho.

—Hero..

Dije alejando mi boca de la suya unos escasos centímetros, pareció disgustarle pero en ese momento sino el ascensor avisándonos que habíamos llegado a su piso. Suspiró y bajando mis piernas, se dirigió a abrir la puerta.

Todavía con mi respiración acelerada, y mis pasos torpes, lo seguí con dudas.

Una vez adentro, observé un piso mucho más grande que el anterior. Lo primero que uno veía al entrar era el gran ventanal que tenía al fondo, frente a él dos juegos de muebles blancos con cojines rojos, una mesa de centro y enfrente de eso un televisor. No había muchos cuadros pero si un mural de fotos, sin controlarlo me acerque a verlas.

Todas eran fotos de niños, todos castaños de ojos claritos, ¿Será su familia?

—La mayoría son de mis hermanos—
Voltee y él estaba a mis espaldas, con los brazos cruzados.