—Dilo de nuevo.—No—Reí levemente sin dejar de sonreír.
Extrañaba la sensación de dolor en mis pómulos por mantener tanto la sonrisa. Últimamente sentía que la risa era escasa en mi día, o en mi vida.
Su cabello se movía suavemente debido al viento, su cabeza estaba recostada en mi hombro mientras sus brazos me rodeaban la cintura. Uno de mis brazos le rodeaba los hombros mientras que el otro se encargaba con un solo dedo de acariciarle el rostro.
Estar recostados en aquella azotea donde él mismo amenazó con tirarse por el borde no era el lugar más cómodo, pero ciertamente ahora mismo comparto aquella frase de la que tanto me han hablado: No es el lugar, es la persona.
—Quiero oírlo otra vez.
—No, dije—Sonreí.
Alzó su rostro tratando de no separarse de mí, me concentré en aquellos ojos verdosos que me miraban con un brillo en ellos—: Por favor...
Mi corazón se estrujó.
—Te amo.
Sonrío, y con eso supe que no quería dejar de ver esa sonrisa. Si él lo pedía lo podía decir mil veces más solo por verlo sonreír así.
—Te amo mucho más, Lina.
Sentí agua acumularse en mis ojos, le sonreí rogando porque que las lágrimas no bajaran por mis mejillas. Sabía que no solo eran lágrimas de amor o de felicidad, eran lágrimas de nostalgia.
«Iba a extrañar esa sonrisa...»
—¿Todo bien?—Murmuró tomando un mechón de mi cabello para jugar con el.
—Si, si... Todo bien—Dije para luego removerme en mi sitio, tratando de ignorar todos aquellos pensamientos negativos que me abrumaban.
—Te conozco, ¿Lo sabes verdad?
«Puta madre»
—Si lo sé—Murmuré dejando salir un suspiro por mi nariz.
—Entonces, ¿Por qué me mientes?—Soltó aquel mechón para dirigir toda su atención a mis ojos.
«No hagas eso...»
—Tal vez sea porque nos estamos perdiendo una clase...
Y no estaba del todo equivocada, desde que comenzó todo esto había faltado a innumerables clases. Mis notas deben haber bajado muchísimo solo por no estar presente, pero cuando intentaba retomar aquella vieja rutina de años algo pasaba que me ponía el mundo de cabeza.
¿Algo? Más bien, alguien.
—A mí no me preocupa,—Dijo Hero incorporandose a mi lado—: ¿A ti?
Alcé los hombros restándole importancia, y es que por más mis notas no fueran sobresalientes este año como los anteriores, de nada valía porque no iba a continuar aquí.
—¿Segura que eso es lo que pasa?
«Dile, dile de una vez»
—Si, creo...
—¿Crees?—Alzó la ceja demostrando su notable confusión—: Sabes que no me puedes mentir a mi.
«Lo se, tengo que decirte»
—Hero, yo—Las palabras las tenía en la punta de la lengua, sabía que tenía que decirle, sabía que no podía durar con esto pero me percaté de una cosa, algo que no había no había pensado antes.
Este no es el lugar correcto.
—¿Podemos ir a tu piso?—Mordí mi labio de forma nerviosa, miles de recuerdos pasaron por mi mente en segundos. Sus ojos pasaron de ver los míos a bajar a mi labio siendo mordido por mi misma—: Me quiero ir.
Sus hombros parecieron ponerse tensos, sin embargo pareció recordar que iría con él segundos después. Lo último que quería en estos momentos era tenerlo lejos, lo necesitaba lo más cerca posible. Aunque sabía que que a la final eso mismo me terminaría causando más daño.
Durante el trayecto, me repetía una y otra vez que no quería acostumbrarme más de lo que ya lo estaba, pero no podía detener mis impulsos. Mis sentimientos hablaban por si solos cuando estaba con él, solo él me hacía sentir así. Y la verdad, eso era lo que más me preocupaba.
Nuestro silencio no era incómodo, Hero parecía estar también en su nube de pensamientos. Una de sus manos sostenía el volante mientras que la derecha descansaba sobre mi rodilla y con su pulgar me daba ligeras caricias en el muslo.
Al momento del ascensor tampoco hubo palabra alguna, agradecía que no me estaba forzando a soltar la lengua. Él me conocía lo suficiente para saber que estaba nerviosa y ansiosa, sumándole que estábamos a pasos del mismo sitio donde me había entregado a él completamente.
Me sonroje al recordar aquello, no obstante no me detuvo de la necesidad de volver a besarlo. El sonido de las puertas abriéndose nos dió luz verde para dirigirnos a su puerta, al está abrirse yo me adentré primero. Todo estaba igual, a excepción de unos cuantos libros en el comedor.
Sus manos se posaron en mi cintura, rodeándola desde atrás. Suspiré dejando caer mi cabeza sobre su pecho, la suya se acoplaba en el espacio que dejaba mi cuello, besándolo suavemente causandome cosquillas.
Su boca, dejando un camino de besos hacia mi oreja, se detuvo ahí unos leves segundos.
—Te amo, te amo mucho—Me susurró, y juro que sentí como mi corazón se rompía. Sabía lo que venía a continuación, se lo tenía que decir.
—Hero..
—¿Me amas?—Murmuró en mi coronilla, giré entre sus brazos para encararlo. Supe que fué un error en cuanto ví su mirada cargada de angustia.
—Claro que sí.
—Dilo,—No sabía cómo describir aquel brillo en sus ojos—: Por favor Lina, dilo.
—Te amo.
Y lo dije con el corazón en mano, me estaba latiendo tan rápido que me preocupaba que él lo pudiera sentir.
Tragué duro y le tomé las mejillas, cerré los ojos y junté nuestras frentes. Hero se dejó llevar por mi tacto, no puso resistencia hacia mis caricias en su mejilla. Sin quererlo, se me salio un jadeo ahogado, delató toda la angustia que se alojaba en mi. Sus brazos se tensarón y sabía que tenía sus ojos abiertos, me negaba a abrir los míos y encararlo, no podía; si lo hacía no lo diría.
—Me voy a mudar.
Por mi tono, y por la presión ejercida de sus brazos en mi cintura supe que entendió que seria lejos, y no solo eso; que sería pronto.
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He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓
Teen Fiction-¿Estás segura de lo que estás diciendo?- Me pregunto atónita, yo también lo estoy. -Si, -Dije procesando nuevamente los hechos- Él me salvó. Publicación: 26/01/2019 Terminada: 31/10/2020 HISTORIA TOTALMENTE MIA #1 - Tiffin - 06/04/2019 #1 - Tess...