VII

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—¿Por qué tienes tanta tarea?—Steven preguntó viendo cómo a la hora del descanso; coloqué más de diez hojas en la mesa.

—Porque Hero no vino—Dije concentrada en escribir.

Llevaba dos días sin ver a Hero. No sabía que esa mañana donde tuvo un gesto lindo conmigo, iba a ser la última vez que admirara esos ojos claros en clase.

Admitía para mis adentros que estaba preocupada.

—¿Y que tiene que ver qué él no se ha presentado? —Su ceja se arqueó.

—Que a mí me toca hacer las dos partes. La de él y la mía.

—¡Mentira!—Dijo lo suficientemente alto para que algunos curiosos se girarán a vernos. Quería que la tierra me comiera.—: No es tu deber hacer su parte de la tarea Lina, con solo decir que él no ha venid..

—Pero no quiero hacerlo— Lo corté.

La mirada que recibí suya era digna de una foto. El ojiazul era tan fácil de leer, que cada mínimo emoción de algo lo podía plasmar en su rostro de forma correcta.

Ahora, solo había confusión e indignación.

—Osea, ¿Qué quieres trabajar doble?—Preguntó.

—Si. —Esa respuesta en mi interior no se dudaba. No me molestaba en hacerlo. Por más que mi mano y mi mente me pidieran a gritos un descanso de tantos textos.

—Lina, no entiendo. —Se pasó la mano por su cabello. Apenas Despeinandolo.—: ¿Para qué hacer su tarea?

Suspiré.

Por mucho que adoraba que Steven haya sido un buen amigo hasta los momentos. No le tenía la suficiente confianza, él no sabía mucho de mi. Solo lo principal, gracias a eso hay muchas cosas que no entiende.

Si Cynthia estuviera aquí, en este comedor. Y me viera hacer la tarea de Hero, se burlaría mio, pero lo principal: Entendería.

—Se lo debo.

Fue toda mi respuesta, y se notó a leguas que eso solo hizo que su mente quedará peor. Más confundida.

Imaginarme el desastre mental que tenía Steven en su cabeza; tratando de comprender mi extraña relación con Hero, me causaba gracia. No pude contener la sonrisa.

—¿De qué te ries?

Mi respuesta quedó en el aire, mi sonrisa se esfumó al sentir como la puerta del comedor se abría de golpe. No sólo por el hecho, sino por la persona que atravesaba la puerta.

Steven estaba de espaldas a ella, pero yo tenía una visión muy clara. Lo suficiente para sentir como la boca se me secaba.

Lucía entró decidida. El caminar de ella era característico por ser seguro. Por siempre llevar zapatos con suela dura, adrede para hacer sonar sus pasos. En su rostro se reflejaba enojo y eso solo hizo que me sintiera mareada.

Steven, apenas y se giró a verla. No porque quisiera, se notó. Sino porque quería ver que había causado que mis facciones tranquilas pasarán a convertirse en tensas.

Cada paso que daba hacia un vacío más grande en mi estómago. Pero sentí mi color irse cuando sus ojos se posaron en mi.

Mi mareo se intensificó. Mis manos empezaron a sudar el bolígrafo. Mi garganta se cerró cuando empezó a caminar en mi dirección.

Quería salir corriendo.

Quería que la tierra me tragara.

Pero no podía moverme. Solo verla.

He is my hero || Hero Fiennes Tiffin #1✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora