Borderline | Yoongi & Tu

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-Tengo que decirte algo muy importante- dijo Michelle entusiasmada cuando llegó a nuestra clase.

-Que cosa- puse mi vista en ella y presté atención a sus palabras.

-Pues... Jimin y yo... ¡somos novios!- tenia una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Enserio?, ¡estoy tan feliz por ti!- no lo estaba

-Estoy tan enamorada de Jimin- su vista se perdió en el pizarrón, se notaba su amor por el- Entonces... tú y Yoongi, cuando piensan dejar de hacerse los tontos y declararse sus sentimientos- dijo casi gritándolo para que Min la escuchara, y así fue, me miró desde su lugar, sus ojos proyectaban un mar de sentimientos; tristeza, rencor, miedo. Un nudo se poso en mi garganta y en la boca del estómago, agache mi cabeza y suspire.

-¿Pasó algo?- preguntó ella preocupada.

-Jóvenes necesito su completa atención- la directora entro de manera precipitada en nuestra aula, todos tomaron asiento y escucharon atentos a la mujer frente al pizarrón.

-Lamentó interrumpirlos en sus actividades, pero esto es algo que no puedo dejar pasar por alto, necesito de todo su apoyo- hablaba con una gran seriedad imponiendo poder.

Traía consigo una hoja arrugada de papel, todos pudimos contemplar lo que estaba impreso en ella cuando la mostró. Era una foto de Alex, este vestía una camisa negra, su cabello estaba alborotado, tenía una bonita sonrisa.

En ese momento, corrieron un montón de pensamientos por mi cabeza; que había hecho el para que estuviera en esa situación.

-Se qué algunos de ustedes no saben de quien se trata, pues bien, el es un estudiante de esta institución, el problema aquí es que no se sabe nada de él desde hace una semana-

Sentí la mirada confusa de Yoongi en mi, sabía que el estaba pensando absolutamente lo mismo que yo.

-Así que muchachos, ustedes saben que la situación de seguridad de nuestra apacible ciudad está sensible, me gustaría que si alguien sabe algo de él, hágame saberlo, también pueden contactar a la policía, que tengan un buen día- después de decir eso abandonó el salón, los murmullos se hicieron presentes en las filas.

Aún estaba conmocionada por la noticia, saque mi celular, busque la última conversación que había tenido con el. Tenía una nota de voz de hace una semana.
La reproduje y puse la bocina del aparato en mi oído.

-¡English time!- pude imaginar su rostro de felicidad al grabar aquellas palabras.

Lo había grabado durante su clase de inglés, me arrepentía de no haber contestado, puse mis dedos en el teclado y escribí un mensaje, tenía una pequeña esperanza de que respondiera.

¿Dónde estás V?, ¿estás bien?... estoy preocupada por ti.

Presione enviar y me quede mirando la pantalla esperando alguna respuesta.

Mi cabeza dolía, no podía concentrarme en ninguna clase, solo esperaba que fuera la hora de salida para ir a casa y poder acomodar mis pensamientos.

El transporte tomó una ruta diferente ese día, últimamente había llovido mucho, a causa de eso algunas calles fueron cerradas. El viaje sería un tanto extenso e incómodo, al menos para mi, tener al hombre que me hace tener dudas constantemente sentado a mi lado no ayudaba mucho.

-¿Cómo estás?- rompió el incómodo silencio que estaba presente.

-No mentiré, no estoy bien- conteste sin mirarlo