Borderline | Yoongi & Tu

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Aún recuerdo el tacto de las mesas frías de el reformatorio, estaba esperando nuestro turno para la hora de visitas, pues pretendía ver a Alex, Yoongi estaba a mi lado.
Finalmente pude ver como un policía lo llevó hasta nosotros, se aseguró de que sus esposas estuvieran bien puestas, me parecía extraño que una persona que solo rompió un par de ventanas de vidrio estuviera tan bien vigilada, después de los últimos acontecimientos la seguridad aumentó tanto fuera como dentro de la carcel.
El ejemplar tomó asiento frente a nosotros, pude notar inmediatamente los moretones en su cuerpo, uno en especial que se formó en su brazo derecho. En cuanto vi su rostro lo vi calmado, si yo estuviera en su situación estaría asustada y seguramente llorando.

—¿Qué te sucedió?— fue lo primero que decidí cuestionar
—Tuve una pelea en el patio hace unos días, nada importante, aquí solo hay chicos de mi edad o menores que yo
—Aún así no puedes confiarte tonto— habló Yoongi viéndolo a los ojos —podrán ser menores o débiles, pero tienen pasados duros, eso los afecta, siendo tan jóvenes algunos aquí están dementes y pueden dejarte en el suelo sin pensarlo.
Después de reflexionar sobre sus palabras decidió responder —no importa, no estaré aquí durante mucho tiempo
—¿sabes cuando vas a salir?— tuve sentimientos encontrados, sabiendo que corría peligro tanto dentro como fuera de las rejas, ya no sabía que era mejor para el.
—No, pero me alegra que vinieran porque tengo una misión para ustedes— los mencionados nos miramos extrañados —debajo de la cama de Yoongi hay una caja negra, esta sellada pero pueden romper la cerradura sin problema, ahí hay suficiente dinero como para pagar la fianza que me otorguen, para sacarme de aquí cuando el asesino sea atrapado

—¡Entraste a mi habitación idiota!

—Cálmate hermoso aún no termino, no dejen que mamá se entrometa, estoy feliz de que esta molesta conmigo, no creo que quiera sacarme de aquí

—Concuerdo con ella, estas loco Alex, siempre hay soluciones y la tuya no fue la mejor— el tono molesto del rubio presionó a V

—Estaba desesperado

—Dime, ¿de donde sacaste todo ese dinero?— pidió explicaciones claras acerca del asunto, tenía derecho pues una fianza no es algo que se costee fácilmente

—Hice... hice un trabajo para los bandidos

—¿Puedo saberlo?, esto no debería ser una petición, si no me dices no pensaré en ayudarte

—Las amenazas no son necesarias, les contaré de todos modos. Verás, tuve que asustar a uno de los miembros más jóvenes del bando contrario, se metió con ellos así que, me pagaron por hacerlo.

—No creo que te pagarán tanto dinero por hacer eso, porque yo lo he— le mire esperando a que terminara su frase, cuando se dio cuenta de que iba a meter la pata cambio el sentido de esta— investigado cuando recién me entere de la existencia de estos clubs

—¿Enserio?, pues a mí me dijeron que pensaban pedirte ayuda de nuevo a ti, solo que yo me ofrecí a hacerlo

—¿otra vez?, de que está hablando Alex, Min

—Ignóralo, de seguro está bromeando

Antes de que pudiéramos continuar con nuestra reunión, el que se encargaba de vigilar nos hizo saber que el tiempo había terminado, me despedí de él y le prometí que volvería lo más pronto que se me permitiese.

***

Ese día el mantel de Jimin estaba demasiado apretado para su gusto, pero era su culpa, había perdido el suyo y no le quedó de otra mas que usar el antiguo.
Estaba recargado en algún lugar de la cocina, cada uno de los empleados iba abandonando poco a poco el restaurante, pues la jornada había llegado a su fin.
Sus ojos cafés se concentraron en un punto del suelo, estaba confundido, tenía varios días sin ver a Jungkook, sabía que el era un hombre ocupado, con responsabilidades más importantes que las suyas.
Su celular vibraba pero no era un mensaje, llamada o alguna señal de vida por parte del pelinegro.
De repente cuando se acordaba de su singular voz y su acento no perfeccionado del español, sus mejillas se abultaban formando así una sonrisa de alegría solo por acordarse de que existía y lo hacía junto a él.