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Desbordaba belleza a tal grado de seducir a un Dios, este decidió violarla en el templo de Atenea, al enterarse de lo que ocurrió en su templo, Atea se enfureció a tal grado que su reacción inmediata fue la de castigar a Medusa convirtiéndola en un monstruo al igual que sus hermanas, con unos ojos que irradiaban luz que quien los miraba directamente quedaba petrificado.

Los celos de Atenea hacia la hermosa cabellera de medusa hicieron que esta convirtiera su preciado cabello en serpientes, fue desterrada en tierras hiperbóreas.

El fruto de esa violación yacía en su vientre, esto hizo que el rencor de Atenea hacia medusa aumentara así que ordenó a Perseo que la asesinase.

Era algo imposible de realizar, pero el espero a que ella durmiera y le corto la cabeza en un solo acto, de su cuello brotaron sus dos hijos: Pegaso y el gigante Crisaor.

La sangre derramada en su decapitación fue egoístamente guardada para fines que solo los dioses conocían ya que su sangre... su sangre... su sangre.

-Su sangre era capaz de resucitar a los muertos, ¿aún no te sabes tú parte?- mire a Yoongi desconcertada.

-Yo te dije que no quería hablar de medusa- dejó caer su cuerpo en el espacioso sillón detrás de él -yo quería la historia de Eros-

-Porque, porque te falta apoyo por parte de él- comencé a reír, este solo me observo molesto desde su lugar.

-Iré a tu baño- Michelle dejó su cuaderno en la cama y salió de la habitación. La seguí con la mirada hasta asegurarme de que fuera seguro seguir con lo planeado.

-¡Corre no tenemos mucho tiempo!- me moví rápido hasta el escritorio donde se encontraba Jimin. Después de recabar la poca información que tenía sobre su teléfono y varios intentos fallidos al parecer pudo localizar su ubicación.

-¿Y bien?...¿dónde está?- fije mi vista en la pantalla del operador.

-Esto es muy extraño- balbuceó el pelirrojo -esto me dice que esta muy cerca-

-Debe estar en su casa, pues el vive en frente- Yoongi seguía en el sillón sin ninguna preocupación.

-Te equívocas... se supone que está en esta dirección- apuntó su mano hacia la ventana -no tiene sentido, ahí está la casa de Yoongi-

Mi expresión fue nula, giré mi cabeza hacia Min, nos miramos por unos segundos antes de que yo saliera corriendo en dirección a su casa. La casa estaba sola, así que entre sin permiso alguno, ambos me seguían. En cuanto llegue a su habitación comencé a buscar el celular causando un caos.

-¡No hagas eso! Mi habitación está limpia y ordenada- el recogía lo que yo arrojaba al suelo, ya fueran sus sábanas o alguna prenda -No encontrarás nada aquí- cruzó sus brazos con seguridad.

No estaba escuchándolo, solo me centraba en el aparato, observé los rincones, busque en el armario, pero no había rastro de él hasta que abrí el cajón de su escritorio; se encontraba ahí, estaba cubierto por algunos lápices de colores. Lo saque con cuidado y me giré hacia ellos, Yoongi frunció su ceño, Jimin se quedó ahí parado sin decir nada, no hacía falta decir nada a decir verdad.

-Bien, como explicas esto- estire mi mano que sostenía el dispositivo.

-No tengo idea de como llegó eso ahí-

-¿Qué le hiciste a Alex?- sentía que mi cabeza iba a explotar, no quería decir nada inapropiado, pero mis impulsos no me lo permitían.

-No le hice nada, ni siquiera se en donde esta- dijo con seriedad, me moleste pues lo tome como si se estuviera burlando de mi.

-Muy bien Yoongi, si quieres jugar pues juguemos- le entregue el celular a Jimin y me acerque hacia el otro individuo -Tienes tres opciones; uno- levante mi dedo índice -comienzas a hablar y nos cuentas porque razón estaba eso en tu habitación-

-Dos- seguí contando, esta vez levantando el dedo medio -podrías muy bien marcharte en una patrulla atado de las muñecas-

-Y tu última opción: la numero tres- finalmente mostré mi anular -si quieres conocerme en realidad escoge esta opción-

-Basta ______, esto no tiene sentido- interrumpió Park, aunque a decir verdad el se encontraba igual de confundido que yo.

-Me gusta como suena la numero tres- se dibujo en su rostro una malvada sonrisa -¿porque no me la muestras dulzura?-

-Los dos me están sacando de quicio, regresemos dejamos a Michelle sola en tu casa, debe estar preguntándose donde estamos-

-Lo olvide por completo- suspiré -No he terminado contigo, me debes muchas explicaciones- me dirigí a Yoongi, este solo me regalo una mirada fría sin expresión.

***


Las películas de terror perdieron el sentido para mi, ya no me asustaban así que cuando estaba viendo una en la sala de mi casa caí dormida.

El sonido del timbre me despertó, me levante de mala gana y fui a abrir quien interrumpía mi descanso sin cuestionar el nombre.

-Hola, ¿a quien vienes a buscar?- mis ojos estaban todavía un poco cerrados -¡Alex!- lo pude ver parado en mi puerta.

Era más que evidente el maltrato en el que estuvo sometido, las clavículas de su cuello se notaban exageradamente parecía que fueran a cortar su piel. Lo acogí en mis brazos mientras agradecía que estuviera conmigo, que estuviera fuera de peligro.

-Te extrañe tanto, no pude dejar de pensar en ti- pego su cuerpo cada vez más al mío.

-Ven, siéntate- señalé el sofá de color carmesí -¿te encuentras bien?- toque su brazo, este estaba lleno de moretones.

-Estoy mucho mejor ahora-

-Intente buscarte, no pude con la impotencia, las dudas de donde te encontrabas estaban consumiendo mi cerebro- mi mirada se perdió por un momento en la televisión aún encendida -pero... ¿ya viste a tus padres?, ¿saben que estás bien?-

-Si, solo que vine a verte porque tenía que decirte que no he parado de pensar en una sola persona en este tiempo, necesito que me ayudes a controlar mis emociones-

-Estar con Jimin no te hace ningún bien, menos después de esto, tú necesitas amor, tú no mereces eso-

-Y quien dice que estoy hablando de Jimin- torció sus labios disgustado.

-Entonces- ¿de quien más podría estar hablando?, espere la respuesta con ansias.

-Eres el tipo de amor que he estado buscando-

Esto no podía tornarse más difícil para mi, intenté disimular que no me sorprendía, como era posible, nunca llegue a sospecharlo, el silencio solo se acompañaba del sonido de fondo del televisor.

-V... yo... no te merezco, no esto no es correcto- no podía explicar, tenía que negar que estaba atrayéndome, me di cuenta desde que no pude verlo por tanto tiempo.

-Nadie dice que tiene que ser correcto- se acerco a mi -he estado soñando con algo como esto, a decir verdad con alguien como tú-

La cercanía de nuestros labios había pasado lo debido, su aliento me llamaba, era como un fruto prohibido que sabía que no tenía que probar pero la curiosidad y el deseo eran mayores.

Abalanzó sus labios sobre los míos, yo lo recibí sin ningún remordimiento, temí en lastimarlo, por esa razón recorrí sus manos con un tacto suave y lento.

-Por eso le gustas tanto a Yoongi, pero olvídate de él, quiero que tengas ojos solo para mi- se separo de mis labios.

La culpa cayó sobre mi.

  Perdóname Yoongi

Borderline | Yoongi & Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora