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El frío azotaba infernal, en plena primavera estábamos llegando a grados bajo cero, me estaba congelando en mi lugar; tanto que comencé a temblar sin importar que llevaba dos abrigos. Las palabras del profesor me entraban por un oído y salían por el otro, pues estaba más concentrada en no sufrir hipotermia.

—Entonces, así es como sabrán si la reacción será reversible o irreversible, ahora resuelvan estos problemas por su cuenta— los anotó en el pizarrón y comencé a anotarlos.
Min me golpeó con una hoja de papel aplastada sin forma alguna, lo mire extrañada y el hizo señas con su mirada para que la juntara, eso hice, la desdoble y leí el mensaje que estaba escrito en ella.

"Tengo que decirte algo, solo ve al baño, iré después de ti"

¿Que era tan importante?, no lo sabía aunque la duda nació en mi. Así lo hice, pedí permiso y fui hacia los baños, esperé un tiempo cuando apareció y se quedó a algunos pasos de mi, abrí mis manos en señal de necesitar una explicación.

—¿Podrías ir conmigo a la oficina de correos que está en el centro de la ciudad?—

—Si, en cuanto salgamos te acompañaré— ¿era tan necesario sacarme de clases para pedir aquello?

—Necesito ir ahora, es... es urgente, podemos salir por la malla rota que está en el cancha de—

—Espera—interrumpí— ¿quieres que nos escapemos?—

—No veo otra manera... no nos dejarán salir de la escuela sin alguna autorización de nuestros padres no quiero que ellos se enteren, por favor hazlo por mi— tomó mi mano derecha y la entrelazó con la suya —haré lo que quieras si lo haces—

—¿Lo que yo quiera?— sonreí pícaramente arqueando mi ceja.

—Lo que tu desees yo lo hare—

—Trató hecho entonces—

***

El lugar parecía estar vacío en cuanto entramos, un montón de cajas de todos los tamaños estaban desordenadas en el suelo, llegamos hasta el viejo estante en el que había un pequeño timbre plateado, lo presionamos; después de algunos segundos una chica salió de el reducido cuarto que estaba en el fondo del establecimiento.
Después de pedirle datos a Yoongi volvió a entrar a ese lugar y regresó con un sobre amarillo con estampillas en el frente, firmó un documento y se lo entregó.

Caminamos por la intransitada calle, el sobre bailaba junto con el moviendo de sus manos al caminar, lo mire por un tiempo inconsciente, quería saber la procedencia de este.

—Te estás preguntando que es ¿cierto?— levantó el sobre y me lo mostró, yo asentí —es algo que me envió mi hermana a escondidas de mis padres por supuesto, me dijo que era una sorpresa, que era muy importante para ella que yo tuviera esto, quise venir inmediatamente porque estaba muy entusiasmado, discúlpame por sacarte de clases solo por un capricho— sonó triste y decepcionado de si mismo.

—No debes preocuparte— le regale una gran sonrisa —es más, creo que debería agradecerte, me estaba congelando y caminar me ha sentado bien— entonces sonrió conmigo.

Tuvimos que cruzar un solitario callejón para llegar hasta una calle más transitada donde podríamos tomar un taxi y regresar. Los pajarillos cantaban y volaban con gran libertad de un árbol hacia otro, la mañana era tranquila, fresca y placentera.
Habíamos cruzado un tercio de la cellejuela cuando un Chevy negro del 75 entró sin prisa en esta.
Min Yoongi se quedó inmóvil, parecía que jugaba a ser una piedra o había visto a la mismísima medusa.

Borderline | Yoongi & Tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora