Señor Stark [Tony Stark | Peter Parker]

Capítulo 6: Ha vuelto

― ¿Qué demonios fue todo eso Peter?― Las luces de la ciudad iluminan peculiarmente el rostro de Tony, tiene una sonrisa torcida. Lo decepcione y eso que no hice nada esta vez.

―No fue nada, Felicity simplemente lo hizo. Esa chica es interesante pero tiene algo perverso, algo extraño pero a la vez interesante.

El reactor en el centro de su pecho resplandece, es increíble que en ese disco exista suficiente energía nuclear como para provocar tres holocaustos nucleares.

―Esa chica se trae algo entre manos Pete, no me fio de ella, siempre es interesante ver como Harry mezcla negocios con placer y familia.

En este momento desconozco a lo que se refiere, no suelto ni una sola palabra en cambio elijo ver el reactor, algunas veces me gusta pensar que ese brillo de un azul muy pálido, es el color de su alma. Los dos vemos a la pizzería en medio de un silencio incomodo, me volteo para ver el interior del departamento, Liz y May se encuentran en la computadora viendo una de esas telenovelas asiáticas.

―Me gusta todo tu look de hoy, es encantador te ves muy apuesto muchacho― Nuestras manos se tocan, siento explosiones cuando me toca, nada en este mundo como Tony Stark y su talento para hacerte sentir especial.

―Gracias Tony.

Veo a Jessica salir de la pizzería, cargando muchas cajas y una tarta de queso, supongo no soy el único de fiesta. Mi niñera luce bastante bien aun cuando solo viste un suéter raído y un pantalón de pijama a cuadros.

―Ahí va tu niñera, es encantadora, probablemente necesite algunos meses de terapia y medicación para ser normal de nuevo. Intente contactar con tus amigos, no contestaron.

―Son personas bastante ocupadas, algunas veces visito su laboratorio sin invitación.

―Las uñas de nuestra gatita son de un metal desconocido.

Black Cat planea cosas turbias, por el momento solo podemos esperar lo peor.

Escucho como la puerta de cristal se quiebra, una onda expansiva me hace salir volando por los aires. Las yemas de mis dedos se quedan adheridas a la pared de ladrillos de la pizzería del otro lado de la calle, veo a Tony quien se sujeta con una mano del balcón.

Al tío Ben le gustaba decir que los hombres Parker siempre están preparados para cualquier imprevisto, tengo un par de lanzadores muy diminutos para este tipo de ocasiones, me coloco los gatillos en las palmas de las manos, al presionarlos un hilo pegajoso sale disparado del mecanismo sujeto a mi muñeca, me columpio por los aires, me pongo de pie en la cornisa acto seguido me bajo para ayuda a Tony para traerlo aquí arriba.

― ¿Qué demonios ha sido eso?

En el interior de la casa, May está ayudando a Liz a ponerse de pie, supongo que no ha vio el numerito de Spiderman salvándole la vida al multimillonario Tony Stark quien por la explosión tiene un profundo corte sangrante en la mejilla derecha.

...

Dentro del departamento, todo está patas arriba.

Protegida con unos mitones y armada con un perchero, Liz abre la puerta de la cocina, suelta un grito ahogado en cuanto ve a Felicity en el suelo, cubierta por los escombros de la que solía ser nuestra cocina, el banquete preparado por Harry se chamusco hasta las cenizas.

― ¿Dónde está Harry?― Pregunta May observando con disgusto todo el lugar, tomara algunas semanas limpiar y remodelar esta cocina.

De pronto Felicity abre los ojos, toce algunas veces, Liz la recuesta sobre sus piernas, la explosión ha dejado a nuestra desconocida invitada como si una aplanadora le hubiese pasado por encima.

―Se lo ha llevado, el duende, su risa era espantosa Liz― Algunas lágrimas salen de sus ojos.

―Llamare al director Fury.

Con la ayuda de Tony, movemos a Felicity hasta el sofá, May ha buscado en su botiquín algo para desinfectar y vendar las heridas. Con ayuda de una pequeña pinza, extrae algunos cristales del rostro de Felicity, los paramédicos han tardado mucho en llegar, por suerte May estudio enfermería cuando tenía mi edad.

Hay un silencio incomodo, la puerta de entrada se desploma, Jessica Drew aparece vistiendo su suéter gigante sin usar el pantalón de pijama, tiene el rostro cubierto de salsa de tomate y algo de albaca como si hubiese estado besando esa Pizza.

― ¿Están todos bien? Me han entrenado para practicar primeros auxilios― Tiene el cabello atado en un chongo, incluso tiene ese par de anteojos falsos que aumentan el tamaño de sus ojos y le hacen parecer un personaje de caricaturas.

― ¿Y tú eras?― Suelta en forma despectiva Liz, mientras le amenaza con el perchero.

―Liam Reynard, su nueva vecina, amante de la buena comida y aficionada por las novelas de vampiros.

Jessica me guiña un ojo, es su extraña forma de decirme que todo está bien, aunque nada está bien.

Él ha vuelto y solo yo puedo detenerlo.

Dentro de mi bolsillo, el pequeño teléfono móvil vibra un par de veces, hay un par mensajes de un número desconocido.

Puedes salvar a Harry, después de todo a nadie le importa. 6:00 p.m.

Ven al lugar de nuestro último encuentro, mañana, a esta misma hora, no traigas a tus amigos o la familia Osborn se termina. 6:01 p.m. 

Le muestro a Tony los mensajes de texto, se queda perplejo. Intenta restear el teléfono pero ha enviado los mensajes desde un móvil desechable. Por el momento estamos fritos, tenemos que jugar el juego del duende verde o de lo contrario perderemos a Harry.

Escucho en la distancia la sirena de una patrulla de policía, seguida de la sirena de una ambulancia se dirigen para acá. Tony me hacen un ademan, es hora de irse.