Capítulo 16: Segunda ronda

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Luego de que Tony me llevo directamente al paraíso, caí en un profundo sueño.

Al despertar vi la hora en mi móvil, eran las 3:00 P.M.

Él se despertó al notar que ya no estaba recostado sobre su pecho. Una sonrisa se dibujó en su rostro, al verme. Solo entonces me di cuenta de que aquella frase de: "Un Stark siempre cumple sus promesas" Era muy cierta.

― Te dije que iba a compensártelo.

―Creo que estoy listo para la segunda ronda, señor Stark― Lo veo directamente a los ojos, mordiéndome los labios, pase mi lengua por mis labios... Era un acto de reflejo, a modo de respuesta, el los lamió.

― ¿Quieres jugar nuevamente?― Me susurra al oído.

― ¿Contigo? Siempre.

Tony sonrió y se metió bajo las sabanas. Me estremecí de placer cuando pensé que iba a chuparme la polla de nuevo. Di un brinco en cuanto sentí su cálida lengua presionando en mi entrada.

― Lo que sea que estás haciendo ahí abajo, se siente muy bien.

Se detiene, quito las sabanas, me sonríe.

―Si esto se siente bien, dime cómo tú crees que te sentirás cuando tengas todo esto dentro de ti― Coloco su polla sobre mí, me dio escalofríos al verla, su punta conseguía sobrepasar mi ombligo.

Tony volvió a perderse entre mis piernas volví a cubrirlo con las sabanas. Pasó una de sus manos por encima de mi cintura, para mantenerme bien sujeto a la cama y que no me moviera. Me estremecí cuando sentí un fuerte lengüetazo desde la entrada hasta el perineo, solo pude gemir, no podía moverme, gemí tanto que me dio algo de vergüenza.

Movía su lengua de arriba abajo y presionaba con fuerza.

― ¡Santo cielo, Tony!― digo entre sollozos― Me apena un poco que estés haciendo todo el trabajo.

Se detuvo, lanzo las sabanas al suelo, se acostó boca arriba.

―Puedes hacerme lo que quieras, muchacho― Con un ademan me señalo su enorme polla que estaba dura como una roca. Podía ver las venas extenderse por toda su pálida piel .

Hizo que pusiera mi pene sobre su rostro, lamio mi glande y como respuesta hice lo mismo. Por algunos segundos observe su cabeza, era muy gruesa de un color rosado. Con mis manos alcanzaba a cubrir todo el tronco pero no la cabeza. Apoye mis labios en el capullo y engullí todo hasta que no podía más, algunas lágrimas caían de mi rostro.

Tony se detenía algunas veces para gemir.

Volví a tragármela completa, solo hacia mi parte del trabajo.

Tony hacia la suya, introducía dos dedos en mi culo mientras me comía la polla.

Era un poco doloroso estar en la misma posición, pero valía la pena con mi boca había lubricado toda su virilidad al mismo tiempo que con mis manos la masajeaba. Nuevamente Tony me tenía en el cielo.

―Es el momento.

Tony me hizo a un lado mientras buscaba el paquete de condones en la mesita de noche, me acerque para besar su cuello. Sostenía con sus manos el envoltorio y una botella de lubricante. Le gustaba tener siempre una botella con lubricante a la mano, un hombre preparado vale por dos.

Desenrollo el condón rojo sobre aquel gigante salami, acto seguido se aplicó algunas gotitas de ese líquido sobre su miembro.

Nunca escatimaba cuando se trataba de mí, vi cómo se ponía el líquido en su mano y se acercaba. Introdujo con sus dedos de su mano derecha aquel helado líquido en mi entrada.

Señor Stark [Tony Stark | Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora