Capítulo 20: Solo di la verdad

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―Sé quién está detrás de todo esto, fue un chico con el que salí por un año, Harvey Keenner.

―Ha intentado matarme un par de veces, creo que tal vez tú y él no han terminado en buenos términos.

Cuando escucha mis palabras su expresión se turba es como si tuviera un cohete en el trasero, tal vez todo esto le moleste pero no puedo seguir sufriendo los ataques de su ex demente. Llevamos un par de horas en una instalación subterránea de SHIELD, Ian no ha querido hablar mucho, al menos todos han intentado interrogar un par de veces.

―Me gusta que siempre seas honesto, Harvey forma parte de tu pasado pero... Yo soy tu presente y aprecio mucho, como me recibes con los brazos abiertos cada día a pesar de mis torpezas.

Abrazo a Tony, tal vez en este momento deberíamos estar jugando al policía bueno y malo con nuestro prisionero pero estamos intentando resolver nuestros problemas para que no perjudiquen nuestro desempeño en este caso. Siento como mi entrepierna se endurece acto seguido cierro la puerta de la habitación usando mi pie, me aparto de Tony unos segundos para ponerle el seguro a la puerta, no consigo girar el seguro cuando Felicia abre la puerta.

―Tal vez entre en un mal momento, caballeros. Peter recuéstate boca abajo sobre una de las camas, no quiero ver que tu pantalón está a punto de explotar.

―Esto me avergüenza, lo siento mucho, Felicia― Me cubro el bulto con las manos, me recuesto tal como me lo indico.

―Se tardó al menos una hora pero lo conseguimos, la princesa Shuri nos ha mandado su píldora de la verdad. Dijo que lo pusiéramos en una Pepsi o cualquier otra bebida carbonatada, la tardanza fue por complicados asuntos de estado.

―Lo interrogaras... Tu― Apunta a Tony con su dedo índice.

― ¿El tinte te fundió el cerebro?― Tony se carcajea― No reveló mucho.

―Es una peluca, querido. Tal vez puedas molestarle para hacer que cante. Es solo una serie de preguntas, puedes ser todo lo descarado que quieras.

―De acuerdo... Espero que esa píldora no le haga ver cuervos racistas o elefantes rosados eso sería aterrador.

Siento como la erección ha desaparecido, Felicia sale de la habitación pero se queda esperando a Tony en el pasillo. Tony me da una nalgada, mientras se muerde el labio, puedo ver la lujuria en sus ojos.

―Luego veremos que tal te quedan esas tangas.

Me sonrojo y solo puedo ver como se aleja.

...

Quiero escuchar el interrogatorio así que los sigo, estas instalaciones son como un laberinto al igual que el sótano de esa casa, tal vez han sido diseñadas por el mismo arquitecto, no es tan descabellado que los millonarios dementes y el gobierno tengan el mismo gusto en cuanto a arquitectos se refiere.

Felicia se detiene ante una puerta metálica, le tiende a Tony una botella de Pepsi, este la recibe sin quejarse. Tony entra a la sala de interrogatorios, cierra la puerta de un portazo, sé que no le gusta estar en este tipo de situaciones.

―Ven, Peter― Podremos escuchar y ver todo en el anfiteatro, no es un anfiteatro pero parece uno.

Sigo a Felicia hasta el final del corredor, veo un letrero de neón gigante es idéntico al que tienen en las tiendas de golosinas en los cines, por el momento tan solo se me antojan unas palomitas y una barra de chocolate.

―Suelen usarlo como sala de cine cuando no tienen que hacer interrogatorios. Puedes tomar lo que quieras pero que nadie se entere.

Al abrir la puerta podemos escuchar el llanto de una chica, se de quien se trata, no sabía que Jessica Drew tuviera sentimientos, tardó unos minutos en reconocer la película que está viendo es: Elvira, la dama de la oscuridad. Jessica siempre tuvo pinta de tener gustos bastantes refinados en cuanto a lo referente al cine.

Señor Stark [Tony Stark | Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora