Capítulo 14

10 3 0
                                    

Con la mansión destruida y muchas cosas que hacer en Darren, no pudieron marcharse pronto. Se hospedaron en un hotel cercano, a la espera del amanecer para empezar con la despedida de los muertos y demás.

Darren decía tener una sospecha de quién pudo hacer eso, pero ante la mención de Alter él simplemente lo negó. Jamás sería capaz de algo así, no lo conocía mucho pero tenía un gran sentido del honor, pese a sus ataques de ira de vez en cuando. Pero todos los Lores eran de cuidado, un paso en falso y estaban a tus pies, aunque no necesariamente adorándote, más bien jalándote para hacerte caer.

Un día no era suficiente, en ningún sentido. Pero al menos Valhe no tenía la necesidad de seguir allí luego de la muerte de su madre, pidió irse al palacio después del entierro. Y él la comprendía así que la llevó consigo.

Había enviado una carta hasta Redtict para Melody como respuesta, uno de los cielo a su servicio ayudó a ello. Ya no sabía que pasó con eso desde allí. Esperaba con ansias la contestación, para que al menos fuera un poco de luz dentro del túnel oscuro que recorría justo ahora.

Warley se encontraba en su habitación del palacio, separada de la de su esposa por solo un pasillo. Alguna vez le aterró el pensamiento de encontrarla al lado en una noche, aunque Valhe parecía respetarlo.

Caminó a paso lento mientras tiraba una chaqueta en un sillón y bostezaba. La noche era visible totalmente en el cielo, y no amanecería en un buen tiempo. Era el momento perfecto para dormir. Se acostó en la cama luego de cambiarse y se dispuso a descansar.

M

– ¡Aaahhh! –escuchó de pronto. Warley se levantó de pronto, seguía siendo de noche... ¿y ese grito? Su respiración estaba agitada al igual que su corazón, que buen susto se había llevado.

–Valhe –dijo cuando tuvo una idea, así que salió corriendo de la cama. Abrió la puerta a toda prisa pero cuando estuvo frente al umbral de la habitación de su esposa, discutió si llamar. Aunque el susto fue tal que luego de un segundo lo hizo–. ¡Valhe!

– ¡Adelante! –gritó ella desde el interior. Entonces abrió.

La recámara era igual a la suya, con una cama matrimonial en el centro y a lo lejos por la ventana un escritorio de madera pesado. Del techo colgaba un candelabro que debía brillar de amarillo. La alfombra azul con detalles en dorado recorría el suelo. Los muebles crema estaban a un lado, frente a la cama. Y el techo era celeste como el cielo, con elementos delicados en oro. Todo con esos colores: azul, celeste, crema y dorado. Ella estaba sentada en la cama mientras respiraba rápidamente, su cabello negro caía despeinado por sus hombros, tan largo que llegaba a su cadera.

 Ella estaba sentada en la cama mientras respiraba rápidamente, su cabello negro caía despeinado por sus hombros, tan largo que llegaba a su cadera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– ¿Está bien? –dijo recurriendo de nuevo a su tono formal, aunque no ocultaba su preocupación.

–Sí. Tuve una pesadilla. Por lo tanto no es algo que te deba molestar, aún estás sanando de tu herida –decir eso era como una disculpa no explícita. Warley suspiró, no tenía que hacer referencia a su herida la cual prácticamente estaba sana.

Corte de FalsedadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora