La tranquila y aburrida vida de Adeline Meyer se volvió una completa pesadilla gracias a Ewan y Owen Marshall.
Unos gemelos despiadados, sin sentimientos, psicópatas, enfermos y obsesivos, los cuales la secuestraron, la violaron, le destruyeron la v...
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"Crees que soy tu hermosa muñeca, pero soy de porcelana, tan frágil que si me dejas caer, me rompo"
Con un jadeo de dolor, me levanté de la cama. No podía seguir ahí acostada, aparte, tenía unas ganas de saber el por qué de los gritos que proponían de abajo. Mis piernas temblaron, mi cabeza palpitó aún más, mi respiración era dificultosa y mis costillas dolían, pero, aún así logré pararme y caminé con dificultad hacia la puerta. Cada que daba un paso hacia un gesto de dolor.
Llegué a la puerta y milagrosamente estaba abierta, giré el pomo y salí con cautela. Caminé hasta donde se veían las escaleras y paré en seco. Me escondí detrás de una pared y vi la escena:
Había una chica semidesnuda tirada en el suelo, estaba sucia y llena de sangre. Abrí los ojos sorprendida y asustada cuando vi que Owen le dio una patada en la cara, haciendo que le girara con brusquedad.
—-Déjala, Owen. —-le dijo Ewan, quien estaba sentado cómodamente en el sofá viendo su celular.
¿Cómo alguien podía ser tan hostil como estos dos seres?
—-¿Quieres qué la deje después de lo que ha hecho? ¡Estarás loco! —-bramó y le dio una patada en la costilla haciendo que ella escupiera sangre.
El remordimiento y la agonía me invadió al no poder ayudarla, porque quería ayudarla, sin embargo, ¿Cómo la ayudaba? Me era imposible...
—-¡Por favor, déjenme! —-suplico sollozando y agarrándose el estómago —- ¡Yo no he hecho nada!
Ambos hermanos rieron con cinismo y era impresionante el parecido. Era asombroso y aterrante a la vez, no sabia como era que los diferenciaba, tal vez por sus personalidades o expresiones.
Owen la tomó del cabello y le lanzó un golpe en la cara, que hizo que pusiera mi mano en la boca o sino hubiese gritado por el asombroso.
—-¿No has hecho nada, perra? —-arqueó una ceja y la vio con indiferencia.
La misma expresión que utilizó conmigo, me dieron arcadas al recordar eso.
—-«¡Mi nana pudo morir por tu ineptitud! —-bramó con furia, tragué saliva.
—-¡Fue un accidente! —-la chica trató de levantarse pero Owen le estampó contra el suelo. El sonido que hizo su cabeza contra el suelo fue impactante, desgarrador.
—-Los accidentes no existen, querida. —- quitó su ropa, ella trató de impedirlo, sin embargo, terminó abusando de ella.
Negué aterrada, sin poder evitarlo lágrimas empezaron a brotar de mí, tenía impotencia, tanta rabia... ¿Por qué existían personas tan crueles? ¿Por qué la humanidad iba cada día peor? Quise gritarles, quise que pararán, pero no hice ni pude hacer nada.
—-¡No! —-luchó contra Owen, pero era inútil, él era muy fuerte—- ¡Son unos abusivos!
Owen terminó su asquerosa tarea, lavándose la tomó por el cabello y le propinó un gran golpe haciendo que la chica quedará ida, iba a morir...
