"No bajes la guardia, nunca te fies de las palabras de una bestia"
Bajé las escaleras un poco insegura, la altivez que demostraba la mujer era demasiado altanera, se veía segura de sí misma, cosa que no tenía yo desgraciadamente. Me observó de manera incrédula, suspicaz y burlona. Al llegar a su lado, noté mejor sus facciones, eran delicadas y su piel se veía bastante cuidada a pasar que se veía mayor.
—-¿Divina obsesión? —-me atreví a inquirir, frunciendo levemente el ceño.
Ella sonrió de manera ladina y torció su rostro hacia Ewan, éste tenía su típica mirada de neutralidad.
—-Es un Casino, mí Casino —- respondió Ewan restando importancia con su mano, fruncí más el ceño.
¿Si era un casino, por qué la mujer me había dicho así? El casino se llamaba Divina obsesión... oh, vale ya entendí, yo era la divina obsesión de Ewan. Patético, esto de divino no tenía absolutamente nada, solo era una enfermiza obsesión que me tenía, una desgracia, una maldición.
—-Por como la describiste y las cosas que me decías pensé que era más linda, o sea, es una simple chica —-la manera amarga en como dijo aquello me desagradó.
—-No es una simple chica, Halsey —-giró a verme—- ella es todo, es perfecta y la más hermosa de todas — la manera de Ewan verme me había inquietado, su deseo por mí era demasiado notable.
La sensación llamada miedo me invadió un poco, el cuerpo reaccionó a las enfermas palabras de Ewan, aunque, solo había dicho cumplidos, aquellos eran mortales para mí. La tal Halsey rodó los ojos exageradamente y soltó un bufido agarrándose del hombro de Ewan.
—-¿Quién es ella? —-me crucé de brazos, exigía que me dijesen, ya que prácticamente me había insultado.
—-Muñeca, ella es...
—-Halsey, el primer amor de Ewan —- lo interrumpió de manera tosca, me extendió su mano derecha, sin embargo, no la acepté y no, no era mala educada, sino que esa chica no se merecía que le tomara la mano.
Asentí lentamente, giré sobre mi eje y me encaminé hacia las escaleras, no tenía nada que hacer ahí, nada de eso me importaba en lo absoluto.
—-¡Adeline, espera...! —-hice caso omiso ante su llamado y seguí mi camino.
—-Déjala que se vaya, mientras vamos a divertirnos tu y yo...
Logré escuchar antes de cerrar la puerta tras mí, no sabía el porqué me había molestado, no lo mal interpreten, no eran celos, sino que la manera en la que aquella mujer me habló, como me miró. ¿Si era el primer amor de Ewan, por qué no se quedaba con ella y a mi me dejaba en paz? Ella era mucho más bonita, más adulta, ella lo amaba, le gustaba estar con él, yo no.
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La Maldición de Adeline -Doble Maldición-
General FictionLa tranquila y aburrida vida de Adeline Meyer se volvió una completa pesadilla gracias a Ewan y Owen Marshall. Unos gemelos despiadados, sin sentimientos, psicópatas, enfermos y obsesivos, los cuales la secuestraron, la violaron, le destruyeron la v...