"No le des más vueltas a la página en busca de una solución, siempre la has tenido entre tus manos, acaba con tu tormento"
Deje de golpearlo al instante que analice sus palabras, tragué saliva y retrocedí consternada, ¿Había oído bien? ¿Owen la mató? Me había provocado náuseas la noticia, sintiendo un escalofríos desagradable en mi sistema.
—-¿Qué?
—-Que tus deseos los he cumplido, fea —-respondió, se encogió de hombros indiferente, fruncí mi ceño.
Me senté en el borde de la cama y tomé mi rostro entre mis manos, solté un sollozo. Ella tenía que pagar por lo que me había hecho, sin embargo, muy al fondo de mí, sentí culpa y remordimiento, aunque sonara tonta, no me gustaba que las personas sufrieran... también sentía un poco de satisfacción y eso me hacía poner mal, yo no era así, yo no me alegraba porque los demás sufrieran... ¿Qué me habían hecho estos hombres?
—-Vete, quiero estar sola —-indiqué, él se acercó a mí y se puso en cuclillas, levantó mi rostro.
—-Entiendo tú dolor, Adeline —-sus pupilas estaban dilatadas, aunque sus ojos fuesen azul intenso, su mirada se veía oscura y profunda, transmitiendo curiosidad, secretos, dolor y muchas cosas.
Mi mandíbula tembló, me había dicho Adeline y no fea, casi nunca pronunciaba mi nombre y cuando lo hacía, sentía mi cuerpo estremecerse de una manera extraña. No sabía que hacer, simplemente quería que se fuera, aunque no era como antes, aún tenía temor y mi alarma estaba encendida siempre que se tratara de un Marshall.
—-«Y me he controlado por eso, pero, no puedo más, te deseo —-ni tiempo me dio de reaccionar cuando ya lo tenía encima besándome.
Abrí los ojos de más e intenté apartarlo con mis manos, no tenía fuerzas, no había comido bien, estaba más delgada de lo normal y mi trémulo cuerpo estaba débil. Hice un gran esfuerzo para apartarlo de mí, al lograrlo di un respingo fuera de la cama. Mi respiración estaba agitada, no respiraba bien. Él me escaneó relamiendo su labio, sus pupilas dilatadas me demostraba su deseo hacia mí, torció su cabeza y caminó decidido, retrocedí tropezando con algo en el suelo y caí, él soltó una carcajada.
—-Eres tan torpe, fea —-me observó como si yo fuera su presa y él un depredador—-mira como te pongo, tiemblas y ni te he hecho nada, aún —- negó repetidas veces y me tomó del brazo levantándome.
—-Por qué tienes que ser así, Owen... —- mi voz tembló, mi cuerpo tembló, estaba tan cansada—-¿Por qué haces esto?
—La vida me hizo así, no obtienes nada bueno siendo débil ni vulnerable, asesina sin piedad, así como asesinaron tus sentimientos... —demandó con un odio que me aterró aún más, mordí mi labio en un estado nerviosa.
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La Maldición de Adeline -Doble Maldición-
General FictionLa tranquila y aburrida vida de Adeline Meyer se volvió una completa pesadilla gracias a Ewan y Owen Marshall. Unos gemelos despiadados, sin sentimientos, psicópatas, enfermos y obsesivos, los cuales la secuestraron, la violaron, le destruyeron la v...