La Maldición de Adeline -Doble Maldición-

🖤 Recuerdo: una noche de desgracia 🖤

"Podrías haber evitado muchas cosas sino hubiera sido por tu imprudencia"

Aunque no estuviera dormida, mis ojos estaban cerrados, imaginándome muchos escenarios bonitos, unos en dónde los Marshall no existían, solo mi familia y Alessio vivo. El recordar era dolor, no quería seguir llorando su muerte, pero, lo extrañaba demasiado, lo amaba con mi vida. Quería que estuviera vivo y a mi lado, sin problemas ni desgracias. Abrí mis ojos y unas cuantas lágrimas bajaron por mi mejilla. vista estaba fija en el techo, no podía dormir y tenía ansiedad. Me incorporé de la cama decidí salir de la habitación. Recorrí el gran pasillo viendo los cuadros y adornos a mi alrededor. Una puerta llamó mi atención, tomé el pomo y abrí. Una simple habitación, era de color azul marino y estaba oscura, me imaginaba que era la habitación de Owen, decidí salir antes de que me viera, sin embargo, una pequeña foto de una chica llamó mi curiosidad, era muy linda, tenía el cabello muy ondulado y sonreía de una manera alegre, me preguntaba quien era. El ruido de una puerta abriéndose me alarmó. 

Abrí los ojos de más al ver a Owen saliendo del baño en toallas. Él al verme frunció el ceño y sonrió de manera coqueta.

—-Vaya, ¿Tanto me extrañabas que has venido a buscarme? —-arqueó una ceja y caminó hacia mí, negué.

—-N-no, yo solo... —-empecé a retroceder por inercia—- solo tenía curiosidad pero ya me voy.

—-Dicen que la curiosidad mató al gato... —-rió—- pero esta vez, la curiosidad le hará algo diferente a la fea —-me guiñó el ojo, tragué saliva.

Retrocedí dispuesta a salir corriendo de ahí, mas no contaba que mi espalda chocara contra el pecho de Ewan, me tensé.

—-Ewan, déjame salir —-pedí, era tan ilusa e ingenua.

—-Si entraste aquí es porque buscabas algo, ¿No? —-su neutralidad me aterraba, negué.

—-No —-afirmé, mis piernas empezaron a temblar.

Tomé la iniciativa y caminé hacia la puerta, para mi mala suerte, Ewan me sujetó del brazo.

—-No lo creo —-sentí como la angustia recorría mi cuerpo, arrepintiéndome de haber salido de la habitación, ahora tenía que atenerme a las consecuencias, unas muy desagradables.

Ewan me lanzó hacia Owen con brusquedad, aterricé en sus brazos. Me solté de él y corrí hacia la puerta, sin embargo, Ewan me levantó por la cintura y me llevo a la cama. Empecé a patear, me lanzó a la cama y mi cabeza retumbó contra el colchón, solté un quejido e hice el amago de levantarme.

—-Sosténla —-le ordenó a Owen, éste me tomó de las manos con fuerza.

—-Esto será divertido —-musitó Owen emocionado. Negué.