"La historia contada por aquella bestia, no concordaba con la triste realidad"
Estaba aterrada, alarmada y asustada, si él me obligaba a hacer eso iba a morir del asco, no iba a poder soportarlo. Era demasiado desagradable como para soportar semejante barbaridad. Mis piernas temblabaron y me dieron náuseas de sólo pensarlo.
De pronto escuché su carcajada y quedé consternada.
—-Hubieses visto tú cara —-rió, se limpió unas cuantas lágrimas a causa de la risa.
Fruncí el ceño, ¿Pero qué...?
—-¿De qué te ríes? —-inquirí cabreada.
—-Era broma, fea —-inhaló aire y se tranquilizó, volviendo a estar serio.
—-¡Eres un Idiota! —-me quejé— ¡No es gracioso! —-le di un golpe en el hombro, que a él no le dolió en nada.
—-Ya, cómo sea,—-rodó los ojos y encendió la luz—- para esto te traje.
Observé el lugar, abrí mi boca asombrada y no pude evitar sonreír embobada.
—-E-es hermoso...
La habitación estaba decorada toda para Leyna, color rosa pastel, dibujos animados en la pared, una gran cuna blanca y delicada, peluches y declaraciones por todos lados, simplemente, era tan delicado pero a la vez, perfecto.
—-Si te gustó a ti, a Leyna también —-guiñó un ojo—-me llevó trabajo hacerlo.
—-¿Lo hiciste tú? —-fruncí el ceño confundida.
—-Obviamente —-hizo un ademán de suficiencia—- por eso quedó así de perfecto.
—-¿Por qué haces esto? —-inquirí, desde que se enteró que estaba embarazada él había cambiado conmigo, no me trataba como antes y estaba feliz y consternada por ello.
—-Una vez tuve una novia, la amaba era perfecta con su imperfección —-contó, sonrió como si la estuviese recordando—- ella quedó embarazada, era tan feliz porque siempre había querido tener una familia e hijos, sin embargo, ella murió —-su mirada se oscureció y apretó la mandíbula—- cosas del pasado que no hay el porqué recordar.
—-Vaya... —-rasqué mi cuello, incómoda sin saber que decir.
Nunca creí que me contaría tal cosa y nunca me imaginé que él había pasado por algo así, se le veía que le dolía.
—-Ahora ú estás embarazada y esta vez no voy a permitir que mi hija le pase algo —-me guiñó el ojo, hice un mohín.
—-Owen, pero puede que la bebé sea de Ewan —-informé, aún más incómoda.
—-No —negó—- esa bebé es completamente mía, fea que te lo digo yo.
—-¿Cómo estás tan seguro? —-arqueé una ceja. Él sonrió de lado y se acercó a mí.
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La Maldición de Adeline -Doble Maldición-
BeletrieLa tranquila y aburrida vida de Adeline Meyer se volvió una completa pesadilla gracias a Ewan y Owen Marshall. Unos gemelos despiadados, sin sentimientos, psicópatas, enfermos y obsesivos, los cuales la secuestraron, la violaron, le destruyeron la v...