"¿Por qué la felicidad me era efímera? ¿Por qué la tristeza me era eterna? Era injusto, era decepcionante..."
Había estando pensándolo por un buen rato, y era una tonta al querer ir nuevamente a la boca del lobo, no tenía opción... No debía ser egoísta, mamá y papá debían saber que estaba con vida, no podía quedarme aquí y fingir que estaba muerta, era muy cruel. Giré a ver a Dmitri, quien estaba acostado en el sofá viendo el techo fijamente. Hice una mueca.—-Quiero que me lleves de vuelta a Alemania —-informé, él frunció el ceño y me vio con horror.
—-¡¿Estás loca?! —-se levantó—- ¡Ni loco te llevo! Aquí estarás segura y protegida por mí, allá te pueden volver a encontrar.
—-Dmitri, necesito estar con mi familia, necesitan saber que estoy viva —-él negó, fruncí el ceño—- aunque me aterra el saber que estaré expuesta nuevamente a ellos, no puedo quedarme aquí y fingir mi muerte —-sonreí con nostalgia, con temor.
—-Ade, por favor... quédate conmigo —-tomó mis manos, me tensé—- yo te puedo hacer feliz, tendrás libertad, no tendrás que preocuparte por nada, diles que vengan acá...
Mi pecho se oprimió con dolor, se me estrujó, ¿Por qué debía pasar por esto? Era doloroso.
—-No, Dmitri, —-lo detuve—-no me pidas eso, yo te aprecio mucho, estoy inmensamente agradecida contigo pero no te puedo corresponder como se debe —-sostuve sus manos ya que él me las soltó—- yo amo a Alessio y eso no va a cambiar, lo siento pero debo y quiero regresar a Alemania —- aseguré.
—-Ade, por favor yo... —-negué, dio un suspiro—- esta bien, regresamos a Alemania...
∆∆∆∆
Hace una hora aproximadamente habíamos llegado a Alemania, nos dirigimos hacía mi casa, tenía muchas ganas de ver a mis padres. Luego de ahí iría a la policía y les diría todo lo que sabía de los hermanos Marshall.
—-Ade —-Dmitri me llamó y dejé de ver por la ventana del auto para verlo a él—- prométeme que te vas a cuidar, aunque yo no me separaré de ti, pero igual...
Le sonreí de manera tranquila, una sonrisa que había sido sincero después de tanto tiempo. Tomé sus manos y asentí lentamente.
—-Te lo agradezco mucho, Dmitri.
—-No, de verdad Ade, yo me muero si a ti te pasa algo... eres todo para mí, eres la estrella que ilumina mi cielo nublado, eres mi vida, Ade.
Cerré los ojos y di un suspiro, todo en mi estómago se removió. Era imposible no amarlo, sin embargo, había algo que me lo impedía y era Alessio.
—-Dmitri, yo...
—-Shh, —-me interrumpió— sé que tú amas a Alessio y está bien, verte feliz me hace feliz a mí. Mira ya llegamos.
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La Maldición de Adeline -Doble Maldición-
General FictionLa tranquila y aburrida vida de Adeline Meyer se volvió una completa pesadilla gracias a Ewan y Owen Marshall. Unos gemelos despiadados, sin sentimientos, psicópatas, enfermos y obsesivos, los cuales la secuestraron, la violaron, le destruyeron la v...