La Maldición de Adeline -Doble Maldición-

🖤 Capítulo 12 🖤

"Una semilla de esperanza quiso permanecer en mí, sin embargo, antes de llegar a florecer, puede marchitarse"

Limpié las lágrimas con mis palmas, tratando de controlar mi llanto, sin embargo, parecía un poco imposible, siempre había sido una llorona, pero ahora, sintiendo el verdadero dolor en mi alma entonces sí solté lágrimas de verdad y necesarias. La señora a mi lado, me extendió un pañuelo con cierta cautela, lo tomé tímidamente y volví a limpiar mis lágrimas. Hace aproximadamente una hora iba en la camioneta de una señora mayor, la cuál se había ofrecido llevarme a casa, dudé, realmente no quise aceptar, pero, era imposible que yo llegara caminando a casa, así que acepté y me subí. Ella no me preguntó nada de mi estado, solo le dije que había tenido un accidente y luego le agradecí por regalarme una sonrisa sincera y agua.

No podía creer que estaba a unos pasos de volver a ver a mi familia, parecía tan irreal que me temía que estuviese soñando. Nunca pensé que seria capaz de escapar, pero tuve el valor y la valentía, o quizá, había sido suerte. Me di cuenta que estaba al frente de mi casa cuando la señora dejó de andar para decir que habíamos llegado a la dirección que anteriormente le había dado. Me extrañó un poco al no ver reporteros afuera, sin embargo, era mejor ya que no quería lidiar con ellos ahora, lo único que quería ahorita mismo era abrazar a mi familia. Bajé del auto, no antes de agradecerle nuevamente a la amable señora y caminé hacia la puerta. Toqué el timbre con los nervios de punta y con una emoción inigualable. Tres timbrazos retumbaron y tras eso la señora de el aseo abrió la puerta. Su expresión fue atónita cuando me vio, ni siquiera pudo pronunciar palabra. Le medio sonreí y entré a mi casa, todo estaba tal cuál, nada cambió.

—-Claudia, ¿Quién era? —-al escuchar nuevamente la voz de mi mamá hizo que las lágrimas brotaran nuevamente, algo en mí se removió cuando la vi bajando las escaleras.

Se veía cansada, tenía ojeras y no estaba arreglada como siempre lo estaba. Cuando me vio se paró en seco y abrió los ojos sorprendida.

—-<¿A-Adeline? —-su voz tembló e hizo un ademán de confusión.

—-Hola, mamá. —-pronuncié y di un pasó hacia ella, mi cuerpo temblaba de la emoción.

¡Estaba viendo a mi madre nuevamente!

Ella dejó salir el aire y corrió hacia mí, me fundió en un gran abrazo. Había extrañando tanto un abrazo así de cálido y acogedor que no me quería separar de ella en un buen tiempo.

—-¡Hija! ¡Mi niña! —-sollozó haciendo aún más fuerte su abrazo, pero no me importó, se sentía tranquilizador.

—-Mamá... —-jadeé en un sollozo de felicidad—- pe-pensé que nunca te volvería a ver. —-hipé con dolor.

—-¿Adeline...? —-tensé mi cuerpo y me separé de mi madre, giré mi cuerpo y lo vi.

Alessio, mi hermana y mi padre estaban parados en el umbral de la puerta atónitos... tragué saliva nerviosa y aterrada. Sentí una corriente de emoción y miedo cuando Alessio caminó hacia mí.