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JiMin un Omega sin "Aʀᴏᴍᴀ", hasta que el destino lo junto con él, YoonGi un Alpha que si puede sentir levemente su aroma...
Una historia de romance y realidades duras q...
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Ambos se encontraban ya dentro del parque de diversiones, de fondo se podían escuchar los gritos aterrados y los de diversión por igual, JiMin emanaba un aura llena de felicidad que acaloraba el corazón del mayor, le encantaba ver los ojos de JiMin brillar, era y es tan hermoso, una obra de arte andante, su obra de arte personal.
— vamos a la montaña rusa Yoonnie —hablo felizmente JiMin, bien era un buen juego pero... Ugh, acababan de almorzar y eso los haría vomitar con tantas vueltas.
— Minnie, acabamos de almorzar, eso no sería adecuado para nuestros estómagos —el castaño asintió con un puchero en sus labios, él quería subirse ahí, pero YoonGi tenía razón, sería feo vomitar todo —Cuando nuestra comida se asiente y hayan pasado unas cuantas horitas podemos regresar y nos montamos ¿ok?
Jimin asintió efusivamente, mientras besaba sonoramente la mejilla del pálido, Yoongi sonrió amaba las muestras de afecto que su Omega le daba en público.
Juntando sus manos nuevamente JiMin corrió hacia un puesto donde habían muchos peluches, tiro al blanco era un buen juego para comenzar, y el quería un peluche.
Fue gracioso ver como YoonGi fallaba en cada tiro, haciendo a JiMin reír por las graciosas caras que su hyung estaba haciendo cada que perdía la jugada, así que al final el señor dueño de la tienda le regaló un peluche blanco a YoonGi por todo sus quince intentos fallidos, al señor le dio un poco de lástima así que mejor le regaló un premio de consuelo, avergonzadolos a ambos cuando el anciano les dijo.
“Hijo, tienes una muy mala puntería para este juego, pero no para tener un lindo Omega”, “Cuidalo, y disfruten de su cita”
Haciendo sonrojar al Omega y al Alpha al mismo tiempo. Ufff, los señores de hoy en dia.
Su tarde la pasaron así, jugando en las tiendas, ganando en unas perdiendo en otras, al final antes de lo que YoonGi tenía planeado se subieron al juego del demonio, la montaña rusa, ese juego deberia de estar prohibido.
El corazón de Yoongi se aceleró cuando el juego comenzó a dar riendas, apretando la mano del Ømega quien estaba emocionado, el carrito subió hasta el tope y luego se dejó ir de un solo hacia abajo, escuchaban los gritos de las demás personas, algunas de la risa y otros parecían gritos desgarradores como si alguien les estuviera cortando alguna extremidad corporal, ese juego era del demonio y lo odiaba.
Durante las dos vueltas no gritó ni se movió, JiMin fue el único que levantó sus manos hacia el cielo gritando euforicamente, algunos de diversión y otros quizás de nerviosismo, pero si su omega era feliz el también lo era.
Una vez el juego paro y ambos bajaron de el a Yoongi le temblaban las piernas, sintiendolas un poco flojas, uff~ el realmente odiaba eso, se sentía débil y eso no era digno de un Alpha como el.
— hyung, eso fue muy~ divertido —agito sus brazos de un lado a otro mientras brincaba, YoonGi asintió, aún sintiéndose mal. —¿Yoon estas bien?
