SIRENAS

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Σειρήν

Criaturas mitad ave y mitad mujer

Las sirenas son esas increíbles criaturas mitad pez y mitad mujer que encandilaban a los marineros con sus cantos, pero antes de esa visión fantasiosa y mejorada del mito, las sirenas eran criaturas completamente diferentes en la mitología.

EL ORIGEN DE LAS SIRENAS

Originalmente eran mujeres mitad pájaro, seres horripilantes que fueron mencionadas por primera vez en La Odisea. El origen de estas criaturas es variado, como por ejemplo que la apariencia se debe por no proteger a Perséfone del rapto de Hades, mientras que otras versiones afirman que fue Zeus quien les ofreció las alas para perseguir a Hades. Por estas versiones, se puede afirmar casi al completo que eran criaturas relacionadas con el Inframundo. Una versión asegura que fue Afrodita quien les arrebató la belleza, siendo una especie de condena por el desprecio de las sirenas por las artes del amor. Otra menos conocida, cuando fueron transformadas en aves, las sirenas retaron a las musas a una competición de canto que perdieron. Las musas ante su victoria, las desplumaron y se coronaron con sus despojos.

Se conoce el nombre de algunas sirenas gracias a la literatura: Aglaofema, Telxiepia, Pisínoe, Agláope, Parténope, Ligia y Leucosia. También no se sabe con exactitud el origen familiar de las criaturas, existiendo teorías de que sus padres pueden ser Forcis, Terpsícore o Aqueloo.

 También no se sabe con exactitud el origen familiar de las criaturas, existiendo teorías de que sus padres pueden ser Forcis, Terpsícore o Aqueloo

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ODISEO Y LAS SIRENAS

Es el mito más famoso de las sirenas. Odiseo volvía de su viaje tras pasar un tiempo en la isla de Circe con quien procreó tres hijos. La diosa le advirtió al héroe sobre el peligro del canto de las criaturas, dado que eran capaces de hechizar a los marineros para posteriormente ahogarlos. Para evitar el fatídico destino de su tripulación, moldeó un pedazo de cera para tapar los oídos para que no pudieran escucharlas, mientras que él se ató al mástil de su navío y ordenó a sus hombres que no le liberasen si sucumbía al hechizo de las sirenas. Como se temía, las sirenas empezaron a hechizarle con su canto y voz prometiéndole al héroe la fama y conocimiento para seducirle. Totalmente hechizado, suplicó a su tripulación que le desatase para irse con ellas, pero los marineros no le hicieron caso cumpliendo con la ordenanza original de no desatarle. El final de las sirenas era claro: si un hombre era capaz de resistir la voz de una sirena, la criatura debía morir. Al ignorarlas, todas las sirenas perdieron su capacidad de hechizar y se precipitaron al fondo del mar.

ORFEO Y LAS SIRENAS

El segundo mito más famoso está ligado al músico y poeta, Orfeo. El mito se narra en las Argonáuticas órficas, un poema de autor anónimo que desgrana la expedición de los argonautas en busca del Vellocino de Oro. En el mito, Orfeo es guiado y aconsejado por su madre, la musa Calíope, para esquivar y callar a las sirenas con el sonido de su lira, protegiendo así a todos los ilustres tripulantes del Argos. En esta ocasión, las sirenas también desaparecieron convirtiéndose en rocas.

EL ORIGEN ACTUAL DE LAS SIRENAS

El origen de la sirena con cola de pez surge en Asiria, durante el primer milenio a.C. El primer escrito sobre estas criaturas provienen de un historiador griego que escribió sobre un mito entre Afrodita y las sirenas. El mito sitúa a Derceto, diosa asiria, en una disputa que acabó con la ofensa hacia Afrodita, y con un castigo provocado por la griega que hizo que se enamorase de un pastor. De ese amor nació una hija llamada Semíramis y con su nacimiento se acabó el amor entre la diosa y el pastor. Para aumentar aún más el dolor, Derceto abandonó a su hija a su suerte y mandó a matar al que había sido su amante, para posteriormente suicidarse tirándose al mar. Sin embargo, ese suicidio no se llevó a cabo, dado que los dioses transformaron a Derceto en una criatura medio anfibio para evitar el ahogamiento.

En los siglos posteriores, esta imagen de la sirena con cola de pez perduró gracias a los otros mitos del norte de Europa, las historias escritas por grandes autores y las películas producidas con esta imagen. Sin embargo, la influencia de la creciente cristiandad en los primerossiglos del periodo tardoantiguo (tras la caída del Imperio Romano de Occidente),influyó en la concepción de las sirenas como seres diabólicos femeninos queatentaban contra el hombre puritano y cristiano. 

CULTO

Un epíteto conocido es el siguiente: άδινός ή όν [de dulce canto].

🇬🇷 Mitología Griega 🇬🇷 - La enciclopedia de la mitología griega - 3ª EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora